El coche de Shuichi estaba completamente en silencio.
Akai conducía mientras Kudo seguía callado, escuchando al remitente de la llamada. No se había movido ni un centímetro des de que había cogido la llamada y su cara de preocupación empezaba a intrigarle demasiado al chico de ojos verdes.
-“¿Kudo?”-
Shuichi apenas se atrevió a susurrar, esa llamada parecía importante.
Kudo le hizo un gesto para que se mantuviera en silencio pero prestando atención a su conversación y el chico que conducía puso los intermitentes y se hizo a un lado del arcén para centrarse en él.
-“¿Con quién tengo el gusto de hablar? Usted ya sabe mi nombre y no creo que sea lo único que sepa de mí. En cambio yo no se ni quien es. ¿No le parece que deberíamos saber algo el uno del otro antes de querer hacer tratos?”-
Shinichi era un experto en mantener la tranquilidad en estos casos y se le daba muy bien negociar con delincuentes.
El hombre que se encontraba al otro lado del teléfono emitió una risa medio fingida. No había sido capaz de reconocer la voz, lo único que podía percibir era de que se trataba de un hombre adulto con la voz un poco grave.
-“Perdona por ser un maleducado, Kudo. Creo que soy la persona que llevas buscando bastante tiempo.”- El hombre volvió a reír y el policía se quedó más confuso de lo que estaba.-“Soy Kazuo.”-
El teléfono se resbaló de sus manos por un segundo y tubo que agarrarlo fuerte con ambas manos. ¿Qué hacía ese criminal contactando con él?¿Estaba loco? Ellos iban a aprovechar cualquier oportunidad para arrestarle.
Kazuo era un trafícate de cantidades a gran escala, con muchos años de experiencia, una gran fortuna y una lista interminable de delitos y aliados realmente muy peligrosos e importantes. Era casi intocable y siempre encontraba la manera de escabullirse de la policía. Kudo se estaba encargando del caso junto Akai actualmente.
-“¿Qué quieres Kazuo?”- Miró a su compañero, el cual estaba empezando a contactar con otros agentes y volvió su atención a la llamada.-“Imagino que no llamas para desearme unas felices fiestas.”-
Kazuo le río el comentario y se calló unos segundos antes de contestarle.
-“La verdad es que creo que estas fiestas las voy a pasar bien acompañado.”-
-“¿De verdad?¿Con quien?”-
Kudo no sabía si esto se trataba de una broma o no, pero prefería seguir manteniéndole el juego para poder conseguir alguna pista sobre su paradero o cualquier cosa que ayudase en el operativo.
-“Con tu novia.”-
Kazuo empezó a reír fuertemente mientras que Kudo solo podía escuchar el ruido de su corazón, que iba tan acelerado que parecía que le estallaría del pecho. ¿Se trataba de una broma? Una broma de mal gusto sin duda. ¿Estaba ese hombre con Shiho? Era imposible, ella estaba en casa, esperando a que él llegase para cenar juntos esa noche.
Indicó a Akai para que contactase con Shiho mientras seguía hablando.
-“Eso es imposible.”- Sus ojos no dejaron a su compañero mientras esperaba que le cogiera la llamada.-“Ella está en casa.”-
-“¿Estás seguro?”-
Akai bajó el teléfono negando con la cabeza al no haber podido contactar con ella y él apretó los puños de la rabia.
-“¿Qué le has hecho?¡Te juro que cómo le h-“-
Empezó a perder los estribos y chillar a causa de la impotencia cuando una voz suave se escuchó al otro lado de la línea.
-“¿Shinichi?”-
Él calló al momento y acercó su teléfono lo más cerca posible a su oreja para no perderse ni un solo sonido.
Era su voz.
-“¿Shiho?¿Estás bien?”-
-“Si, no tienes que preocuparte por mi, sabes lo que tienes que hacer. No le dejes ir un paso sobre ti.”-
Aunque no pudiese verla fue un gran alivio poder escucharla hablar tranquilamente de esa manera, dejó escapar un suspiro de desahogo y se centró en los pasos que debía tomar.
-“Voy a ir a buscarte Shiho.”-
Se volvió a crear un silencio y el hombre que tenía retenida a su chica les rompió la conversación.
-“Creo que vuestros segundos de romanticismo se acaban aquí, ahora que ya sabes que tu chica esta bien deberíamos empezar a hablar de la situación.”- Suspiró e incorporó la pistola sobre el cráneo de la científica.-“Quiero que me devuelvas a alguien.”-
Kudo sacudió la cabeza cabreado y entrecerró los ojos.
-“No vamos a sacar a nadie de la cárcel y menos por ti.”-
Su adversario volvió a reír, cosa que empezaba a molestar a Shinichi. Ese hombre hablaba como si se creyera que lo tenía todo ganado.
-“Quiero que soltéis a Chris Vineyard esta tarde, a las 17:45 p.m cuando el último rayo de sol se esconda.”-
Kudo miró a Akai con una mirada perpleja, se había quedado sin habla. ¿Qué tenía que ver ese hombre con Vermouth? No había encontrado nunca ningún punto en común con la organización ni había visto ningún indicio de ello. ¿Chris Vineyard? Esa mujer no saldría de a cárcel después de todas las barbaridades que había cometido.
Él empezó a buscar que decir mientras Kazuo seguía hablando.
-“Obviamente no hace falta decir que no quiero juegos sucios, te recuerdo que tengo a la vida de tu novia en mis manos.”-
Kudo respiró hondo.
-“Sabes que no puedo hacer eso.”-
-“Podrás.”-
El hombre empezó a cansarse de las negativas y le cogió con rabia de la muñeca a la pelirroja para empezar a retorcérsela, provocándole un grito de dolor que intentó amagar mordiéndose el labio.
-“Puedo partirle las muñecas ahora mismo para que dejes de ponerte límites. La quiero fuera a esa hora, entontarás la manera para hacerlo.”-
-“¡Está bien!¡Para!”- Shinichi empezó a ponerse más nervioso.-“No te acerques a ella y yo miraré la manera de cumplir con mi parte, deberás soltarla.”-
-“No te creas que soy tonto.”- Kazuo río con ironía.-“No la voy a liberar hasta que Chris se ponga en un lugar seguro y pueda contactar conmigo.”-
Kudo bufó a regañadientes y se aguantó las ganas de decirle todas las barbaridades que pensaba.
-“Cualquier paso en falso y la mato, Kudo. Cumple tu parte y yo cumpliré la mía.”-
La llamada se finalizó y el silencio invadió el interior del coche. Sus pensamientos estaban mezclados y confusos, no quería liberar a esa criminal pero tampoco podía permitirse que le hiciesen daño a Shiho.
-“Akai, da media vuelta, volvemos al edificio, voy a llamarlos a todos y convocar una reunión urgente.”-
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El frío metal se apartó de su cara al momento que la llamada finalizaba.
No tenía miedo a morir, sabía que Kudo haría todo lo que pudiese para llegar a ellos y solucionarlo todo, solo necesitaba tiempo. Lo único que debía hacer era prologarlo todo al máximo para darle más margen a su confidente.
-“Vaya espectáculo has montado para poder sacar a una amiga de la cárcel, debéis de ser muy íntimos.”-
Él se giró a mirarla pero la ignoró rápidamente volviendo la atención a su teléfono.
-“¿Entonces pretendes tenerme aquí hasta que llegue Vermouth a saldar sus deudas conmigo?¿Eres su recadero, para eso me has traído aquí?”-
Shiho no perdía el tono burlón ni en esa situación. El hombre volvió a ella y entrecerró los ojos mientras la estudiaba, abrió la boca y la volvió a cerrar, no sabía si esa chica quería jugar con él o simplemente le importaba poco su existencia.
-“¿O la verdad es que le debes algo?”-
Abrió la boca y se introdujo en su juego.
-“Yo lo llamaría “actuar de manera inteligente””-Amplió su sonrisa y guardó su teléfono.-“Soy una persona de contactos y Chris es una persona de contactos. Que una persona de ese calibre me deba algo es un gran punto a mi favor.”-
Shiho río burlándose de él.
Ese chico subestimaba a la gente como Vermouth, no le gustaba deber nada a nadie y si podía lo solucionaba con una bala en el cráneo.
-“Te matará en cuanto me tenga a su disposición.”-
-“Tienes que empezar a subestimarme menos.”- Kazuo se apoyó en la pared más cercana, descansando la espalda pero aguantando la pistola por si la joven hacía algo indebido.-“ ¿Crees que no se las ganas que tiene de matarte? Sería estúpido ponerle la comida en bandeja, mi vida estaría en riesgo al final de todo.”-
Shiho entrecerró los ojos y vio la tranquilidad y seguridad con la que hablaba de todo, realmente parecía que tenía hasta el más mínimo detalle estudiado. A lo mejor Shinichi tardaría más de lo que pensaba.
-“No es la única persona con la que he pactado un trato contigo cariño.”-
Era muy astuto.
Su tono provocador le hizo revolvérsele el estomago y erizársele la piel. Cada vez sentía más repulsión hacía ese ser, se odiaba por no haberse percatado de todo esto antes y su impotencia hacía la situación solo le hacía ponerse más rabiosa.
-“¿De que estás hablando?”-
Kazuo río y se apartó de la pared para dirigirse a la puerta.
-“Todo a su debido tiempo, no seas más curiosa de lo debido.”-
Cruzó la puerta y la puerta se cerró detrás suyo, dejando ahí a la pelirroja sola y confusa.
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-“¿Estás seguro de esto Kudo? Llevamos mucho años detrás de ella.”-
Él suspiró resignado y se volteó para ver los copos caer a través de la ventana.
-“Tendremos que hacerlo.”- Guardó todos sus papeles y se levantó de la mesa.-“Akai, tráela a la sala de interrogaciones, quiero hacerle unas preguntas primero.”-
Akai salió de la sala en busca de la mujer y Kudo se quedó ultimando detalles con James. Apenas pasaba la hora de comer y aunque aún tuviesen alguna hora por delante cada minuto que pasaba sin respuestas era desperdiciado.
Se despidió de James y salió de la sala. Caminó por los pasillos a paso ligero mientras ojeaba una y otra vez todos los documentos que tenía sobre Vermouth. ¿Qué se traía entre manos esa mujer ahora?
Sentía que no tenía nada con lo que ponerse a trabajar, esa mujer iba un paso por delante en ese momento, él solo tenía que conseguir ponerle una piedra en su camino para desequilibrarla y hacerle caerse.
-“Kudo, esta todo listo, la han llevado a la sala numero cuatro.”-
-“Perfecto.”-
Subió a la planta superior y caminó esquivando a un par de compañeros antes de parase tras la puerta de interrogatorios, la abrió decidido y se dirigió a Akai, que no dejaba de mirar a la mujer que estaba al otro lado del espejo que les separaba.
-“Gracias por la rapidez Akai.”- Inclinó la cabeza como gesto de agradecimiento y su compañero asintió.-“He traído su expediente y todo lo que tenemos sobre ella pero es como si empezáramos de cero.”-
Ambos revisaron en plan del interrogatorio antes de salir a enfrentarse a la rubia. Sabían que tenían que actuar con seguridad y firmeza, esa mujer era una gran manipuladora y era capaz de oler cualquier momento de flaqueza.
Kudo no pudo evitar pensar en Shiho. Esto parecía no acabar nunca.
Sabía de sobras las intenciones que tenía con la pelirroja y no iba a dejarle acercarse ni un solo centímetro.
Akai fue el primero en enfrentarse a ella, Shinichi se quedó al otro lado para poder estudiarla antes de unirse a ellos. El moreno de ojos verdes le ofreció un café a la extranjera y se sentó enfrente suyo entrelazando los dedos encima de la mesa y clavándole la mirada como un cuchillo.
-“¿Qué te propones Vermouth? Las cosas no acabaron bien para ti la primera vez, ¿Qué lo hace diferente esto?”-
La rubia río mientras aceptaba la bebida caliente y con un dedo hacía círculos por encima de la tapa.
-“Que directo Shu.”- Volvió a reír y levantó ambos brazos haciéndose la inocente.-“Vamos no seas así, yo no se nada de nada.”-
-“Deja de actuar así, Kazuo a exigido tu liberación esta misma tarde a cambio de un rehén. ¿No sabes nada sobre eso?”-
La sonrisa de Vermuth se amplió inevitablemente.
-“Supongo que algún viejo conocido a querido ayudar a esta señorita a liberarse de la condena tan dura que le han impuesto.”-
-“¿Un viejo conocido? Parece que está corriendo por demasiados riesgos como para considerarse un simple viejo conocido.”-
-“Vamos Akai, No me he puesto en contacto con nadie aparte de mi abogado desde que estoy encerrada.”-
No se creían nada de lo que salía por su boca, esa mujer era cómo una serpiente, te mordía la mano si te confiabas de ella y luego su veneno te recorría todo el cuerpo contaminando tu sangre hasta poner fin a tu pulso.
-“Se que es cosa tuya.”-
Kudo se cansó de su comportamiento y cruzó la puerta finalmente para sentarse al lado derecho de su compañero. La rubia le sonrió brillantemente en todo momento y le guiñó el ojo.
-“¡Oh! Silver Bullet, me alegro de verte.”-
-“Yo no puedo decir lo mismo Vermuth.”-
La rubia puso cara de pena y fingió un puchero mientras se acercaba las manos a la cara. Parecía que disfrutaba de tener todas esas facetas, era complicado saber cuando no intentaba titubearles.
-“No seas malo detective, me hieres los sentimientos.”-
-“Déjate de historias Chis, seamos directos y sinceros el uno con el otro por una vez ¿Quieres? La vida de una persona puede estar en peligro.”- Sacó una fotografía del portafolios que traía bajo el brazo y se la acercó a ella para que pudiese verla.-“¿De que conoces a Kazuo?”-
-“¡Que directo chico! Me gusta…”-
Chris cogió la fotografía con suavidad y la estudió mientras apoyaba dos dedos en la barbilla, adoptando una posee pensativa y observando a la vez a los dos jóvenes que tenía delante.
-“Han pasado muchos años..”-
Akai le acercó el café.
-“El café puede despejar tu mente, estoy seguro de que puedes recordarlo.”-
La rubia saboreó la bebida caliente y permaneció callada antes de dignarse a contestarles.
-“Soy una persona bastante reconocida por el mundo chicos.”- Cogió un mechón de su pelo para rizarlo entre sus dedos sin dejar de mirarles. –“ Hayao Akiyama, es productor de cine. El trabajo te hace extender tu hilo de amistades, ¿Eso está mal agentes?”-
¿Productor de cine?¿Hakao Akiyama?
Ahora entendía porque tenía tanta facilidad en desparecer y se esa manera, esa doble faceta le hace muy poco sospechoso el vínculo con Vermouth. Apuntó el nombre en su libreta antes de pasar a la siguiente pregunta.
-“¿Me quieres hacer creer que un productor ha montado todo esto por el cine? Vermouth, ya nos conocemos.”-
-“Sois hombres, muchas veces vuestros actos no tienen sentido ninguno.”- Ella seguía riendo sabía que no conseguiría gran cosa. Apoyó sus codos encima de la mesa y miró a Kudo con los ojos entrecerrados y arqueando una ceja.-“Entonces, ¿A quien ha secuestrado para sacarme de aquí?”-
Kudo pudo notar como le retaba, pero el era más astuto y no le diría palabra. Ella quería arrastrarle a su terreno.
-“Información confidencial.”-
-“Oh, que pena.”-
-“Creo que tienes más de lo que mereces consiguiendo salir de aquí cuando apenas has empezado a cumplir condena.”-
Cerró la libreta y se levantó para retirarse. Ya había conseguido sacarle algo al conseguir el verdadero nombre de Kazuo, todo lo demás que pudiese salir por su boca lo más seguro que serían patrañas para hacerle dudar o decir algo y perder el tiempo.
Tenía que pensar en Shiho e ir al grano.
-“Un agente te acompañará a una sala donde puedas cambiarte y recuperar tus pertenencias antes de que llegue la hora.”-
Salieron de la sala sin volver a mirar a la mujer y a raíz de la nueva información que habían sacado empezaron de nuevo con la investigación.
<●>
La poca luz que entraba por el pequeño espacio de debajo de la puerta del garaje empezaba a ser cada vez más oscura, el gélido clima del exterior había echo reducir la temperatura del interior y el cuerpo de Shiho temblaba sin poder evitarlo mientras sus manos aradas se frotaban en busca de un poco de calor corporal.
Habían pasado horas y nadie más había interrumpido el almacén desde que ese hombre había salido dejándola cerrada.
¿Habría huido dejándola a su suerte?
No lo creía, era poco probable y aún tenía esa sensación de que todavía no había acabado con ella.
Los minutos siguieron pasando lentamente hasta que sus oídos empezaron a percibir el sonido de lo que parecía un motor y cada vez lo sentía más fuerte. Alguien se acercaba.
El motor se apagó y al poco tiempo la puerta se abrió acompañada de unos pasos firmes.
-“Buenas tardes muñeca, perdona por dejarte sola pero tenía cosas que arreglar antes de volver contigo.”-
Kazuo había vuelto. Dejó a un lado el casco de la moto y se sacudió la nieve que cubría su chaqueta.
-“¿Has estado cómoda mientras no estaba? No tienes de que preocuparte, ya se va acercando el momento.”-
-“Ha sido casi como estar en un hotel de cinco estrellas.”-
Kazuo se acomodó en una silla y se puso delante de ella mientras miraba su reloj de muñeca y revisaba la cobertura de su teléfono.
-“Espero que tu amigo realmente haya cumplido con su parte.”-Sacó el revolver que llevaba encima y comprobó la monición .-“Si no recibo una llamada en menos de media hora las cosas van a empezar a empeorar para ti, no se si eres consciente de tu situación.”-
Se acercó a ella para desatarla de la silla, Shiho se masajeó las muñecas antes de que volviese a atárselas detrás de la espalda.
-“Vamos a empezar una excursión tu y yo.”-
La sacó del garaje para hacer que subiese a una furgoneta y empezó a dar vueltas hasta llegar al corazón de Tokio. Había controles en todas las salidas de la ciudad, era prácticamente imposible salir de ahí sin que la policía se enterase. Pero eso a él no le preocupaba no necesitaba salir por el momento y una vez reencontrado con Vermouth ambos podrían burlarse de los controles fácilmente gracias a las técnicas de maquillaje de la criminal.
Aparcó en un parque muy cerca de la central de policía y apagó motor y luces para pasar más desapercibidos. Las ventanas del vehículo eran opacas y nadie del exterior podía apreciar que estaban ahí.
Las sirenas de los coches patrulla sonaban sin parar por toda la ciudad y la blancura que caía del cielo cada vez era más constante y espesa.
-“Tómate esto.”-
Shiho se giró y vio como el hombre sacaba un termo de una mochila y le servía un vaso de alguna bebida caliente.
-“No gracias.”-
-“No te he preguntado si quieres. Bebe.”- Le acercó el vaso presionándola y ella lo cogió.-“Está caliente ten cuidado.”-
BIb…bib…bib…bib…
Kazuo cogió rápidamente la llamada sin mirar apenas el número remitente.
-“Estaba esperando tu llamada, empezaba a dudar del detective.”-
Shiho se quedó observando como conversaba con la rubia, parecía que su plan había funcionado y esperaba que ahora pudiese dejarla marchar.
Se acercó la taza a sus labios pero la retiró en el momento en el que pudo percibir un olor extraño que procedía de ella.
-“Lleva una especie de tranquilizante. No pretenderás que te deje en cualquier sitio donde puedas ponerte rápido en contacto con un policía y mandarlo todo a la mierda.”-
Ella dudaba en beber o no, realmente no le hacía gracia hacerlo pero sabía que si quería salir de ahí debía hacerlo. Se volvió a acercar la taza a sus labios y le dio un par de sorbos.
-“¿Por qué dejas que me vaya tan fácilmente? No es una manera normar de actuar de una persona tan relacionada con Chris Vinyard.-“Volvió a beber de la taza y la dejó apoyada en el salpicadero.-“Lo lógico sería que hubieses apretado el gatillo en el momento en el que finalizaste la conversación con ella.”-
Él la miró y guardó su teléfono antes de volver a encender la furgoneta.
-“Tal y como lo dices, cualquiera diría que aprecias poco tu vida.”-
Ella le devolvió la mirada desafiante y entrecerrando los ojos.
-“No te confundas, simplemente quiero que me expliques que buscas realmente de mí.”-
Sus parpados empezaron a pesarle cada vez más y en cada parpadeo se le hacía cada vez más complicado abrir los ojos. Parecía que fuese lo que fuese lo que le hubiese dado estaba empezando a hacerle efecto.
-“Solo puedo decirte que volveremos a vernos y que la próxima vez que lo hagamos estaré acompañado de un hombre que tiene muchas ganas de reunirse contigo, en ese momento si que habrá acabado todo para ti.”-
Su voz cada vez la sentía más y más lejana haciendo que su lucha por mantener los ojos abiertos finalizase al poco rato y sus parpados se cerrasen en contra de su voluntad. La oscuridad y tranquilidad la absorbieron y su cuerpo dejó de reaccionar a cualquier movimiento que intentaba hacer.
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Ficción
RomanceShinichi Kudo, prometido de Ran Mouri y miembro del FBI debe integrarse en la organización de los hombres de negro para derrotarlos. Para ello deberá conseguir la confianza de Shiho sobrepasando barreras que no debería. COMPLETA 71.947 palabras.