Poché.
Después de besarme con Calle y verla salir cómo flash, la estuve esperando un rato en su oficina y luego me fui al trabajo, intenté concentrarme y esperé alguna llamada o algo, pero nunca llegó.
Incluso llamaba a Valeria y ella solo me decía que Daniela no había llegado al despacho otra vez. Estaba preocupada, no quería que le pasara algo, me sentía nerviosa y no podía poner atención a nada.
Llame a su teléfono pero dejo su bolso en su oficina, Valeria me lo había dicho a lo cual mandé a alguien por el.
Estaba arrepentida de haber besado a Calle, tal vez ahora no tendría está zozobra en el pecho. Salí de la oficina diciéndole a mi secretaria que cancelará todo los pendientes. Busqué mi coche subiendome a el pensando en ir a buscar a Daniela.
Literalmente maneje por varias calles teniendo una esperanza de encontrarla, pero no la encontré, me sentía desesperada. Rendida fui a casa, teniendo la pequeña esperanza de que ella me llamaría o algo.
Al llegar a mi edificio subí al ascensor presionando el último piso, entré a lo que le llamo casa, fui directamente a mi habitación para darme una ducha.
Me sentía cansada física y mentalmente, me tarde en la ducha disfrutando la sensación del agua recorrer mi cuerpo, salí envuelta en una toalla buscando mi teléfono para ver las notificaciones. Nada.
Solo tenía mensajes de trabajo y correos que responder, para despejarme un rato me puse trabajar un rato, pendiente a mi celular, pero no había ni una señal de Daniela.
Frustrada, me fui directo a la cama para intentar dormir, mi intento de dormir fue un fracaso, rodaba y rodaba en la cama y no tenía ni una pizca de sueño.
— Al diablo.
Dispuesta me levanté y me puse un jean azul rasgado y una camiseta blanca.
Agarré las llaves de mi coche junto con las pertenencias de la castaña, salí del penthouse dispuesta a buscarla e ir a casa de Daniela, por suerte conocía donde era en las tantas salidas que tuvimos.
Conduje creando un testamento en mi cabeza, todo lo que le soltaría a Daniela, pero todo se esfumó con solo sentir su mirada en mí.
— Hola, ¿puedo pasar?— murmuré pasando saliva.
Ella pareció dudarlo, aceptó asintiendo lentamente haciéndose a un lado dejándome pasar, cerró la puerta una vez entré.
— Traje tus cosas. — comenté dejando el bolso en la mesita de la sala.
— Gracias. — susurró tomando un trago de su copa. — ¿Cómo te dejaron pasar? Siempre me avisan al interphone.
— Puede que me haya escabullido de seguridad y del botones. — contesté soltando una risita para calmar el ambiente.
— Oh, vaya. — murmuró.
El ambiente tenso no tardó en aparecer, carraspeé mi garganta.
— Calle, yo...— hice una pausa, no quería arruinarlo, tragué grueso. — No he dejado de pensar en el beso que nos dimos hoy, Calle.
Ella me observó volviendo a tomar de su copa, me dio la espalda para ir a su bar, la seguí dispuesta a confesar todo.
— No sé cómo explicarlo, me haces sentir demasiado y no sé lo que me pasa contigo. — confesé con el corazón a mil.
— Poché...
— Solo pienso en ti, yo solo quiero protegerte, cuidarte, mirarte, hacerte mimos, cumplir tus caprichos. — tomé una bocanada de aire. — Quiero intentarlo contigo.

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Destino || Terminada
FanfictionElla es una arquitecta que tiene relaciones ocasionales. ¿Conseguirá el amor luego de toparse con una castaña abogada?