Destino || Terminada

La carta

Calle.

Me senté en una banca en el parque en dónde me dejó Alejo, observo a los niños jugando y parejas enamoradas con sus hijos.

¿Tendré eso algún día?

Mi vista baja al sobre encima de la tapa de aquel libro, abrí el sobre que me dio Poché con manos temblorosas dejándome ver su hermosa cursiva, respiro hondo antes de leer.

Alguien muy importante en mi vida me dijo una vez... Que si amas algo debes dejarlo ir. Cuándo me lo dijeron no sabía ese significado... Hasta hoy.

Irónico, ¿cierto? Sabes algo, Calle, yo te amo tanto que te dejo ir para que seas feliz, aunque esa felicidad no sea a mi lado.

Plasmo estas letras para decirte todo lo que no puedo con palabras, aparecí con el único propósito de recuperar nuestra felicidad, olvidando que tal vez nuestra felicidad ya no era juntas.

Me siento culpable por eso, pensé que todo se arreglaría, pero no fue así. Daniela, me fui de tú lado por culpa de terceros no por mi.

Te contaré cómo sucedió todo, porque sé que tal vez no nos volveremos a ver, tal vez cuándo leas esto este en un avión con un destino desconocido, pero eso ya no importa.

Te contaré desde el principio, cuándo salí de nuestra casa unas personas me raptaron y llevaron a un lugar que no sé dónde está, me golpearon hasta dejarme inconsciente, Alejo fue el que me saco de ese lugar, pero cuándo me llevo al hospital caí en coma.

Estuve en coma durante dos años, Calle, fue por eso que no volví a tú lado, hermosa.

Yo estaba con lágrimas en los ojos en este momento.

¿Poché sufrió todo eso? ¿Cómo es posible? ¿Quién quería hacerle tanto daño? Volví mi vista a la carta de nuevo.

Cuándo desperté la única cara que vi fue la de Alejo, desesperada y desconcertada me levanté de la cama para buscarte, pero Alejo me detuvo diciéndome que estábamos en Argentina, estaba a kilómetros de ti, salí del hospital dándome cuenta que había perdido todo lo que hice con mi padre.

Volví a empezar de cero, pero con Alejo cómo representante, no quería que me encontrarán las personas que me hicieron daño, poco a poco reconstruímos todo lo que perdí, para tener un poco de estabilidad tuve que esperar un año.

No podía llamarte porque temía que te hicieran daño por mi culpa.

Un día decidida compre un boleto de avión y llegue a Nueva York de nuevo, pero todo se derrumbó cuándo me dí cuenta que te ibas a casar, sentí mi mundo caer.

¿Sabes lo que sentí al saber que otra persona te dice te amo?

¿Sabes lo que sentí al saber que te da besos y caricias que no son mías?

¿Qué hacen el amor cómo lo hacíamos tu y yo?

¿Qué harás tú vida con ella y no conmigo? No pude con eso y fue por eso que te rapte.

Ahora todo tenía sentido, mis dudas, mis miedos se estaban disipando, sintiéndome culpable. No dejé hablar a Poché por mi desconfianza, doy vuelta hacia la otra hoja de la carta.

Te rapte con la esperanza de que prolongues tú tiempo de unirte a esa persona, lo logré, pero no sirvió de nada, ¿oh sí? No lo sé aún, es una duda que tengo y creo que no podré responderme. Pero creo que sí funcionó, porque así me dí cuenta que ya no me amas y que tú corazón ya no me pertenece sino a alguien más.