T-ODD-O [REESCRIBIENDO] [+18]✔️

CAPÍTULO XXVI

[Editado]

Punto de vista de Colette Stansson

Habíamos estado distanciados últimamente en la empresa. Odd y yo apenas hablábamos, y cuando lo hacíamos, era estrictamente por temas de negocios. No lo culpaba; su carga de trabajo se había disparado, y los documentos atrasados que se acumulaban no le daban respiro, ni siquiera para almorzar.

—¿Irás a almorzar? —pregunté desde el umbral de su oficina, con la esperanza de arrancarlo de su escritorio por unos minutos.

—No, ve tú si quieres —respondió sin levantar la vista de los documentos.

Me encogí de hombros, resignada. Al girarme hacia la puerta, no pude evitar añadir:

—Saldré con Ben.

Por un segundo, me pareció escuchar un gruñido bajo, pero no le di importancia.

Me dirigí a la oficina de Ben y lo encontré terminando una llamada telefónica.

—Nos vemos pronto —dijo, colgando el auricular antes de girarse hacia mí con una sonrisa.

—Era Jay —me explicó—. Quiere salir a almorzar. ¿Quieres acompañarnos?

¿Conocer al novio de Ben? No sabía qué responder. Tal vez no sería mala idea.

—Puedo ir solo para conocerlo, igual tenía pensado comprar algo para almorzar —respondí finalmente.

Caminamos hacia el auto de Ben, que nos llevaría a un restaurante nuevo en la ciudad.

—Solo los acompañaré un momento. Luego pasaré a comprar algo de comida para Odd. No ha comido nada en todo el día.

—Está bien —contestó Ben mientras aparcaba frente al restaurante.

Era un lugar elegante pero acogedor, con un ambiente sofisticado que invitaba a relajarse. Afuera, apoyado en una motocicleta impecable, un chico joven y bien arreglado esperaba con una sonrisa.

—¿Es él? —le susurré a Ben.

Ben asintió, y un leve rubor cubrió sus mejillas. Qué tierno.

Nos acercamos hasta estar frente a él.

—Hola, amor —dijo el chico, dándole un beso en la mejilla a Ben, que estaba visiblemente nervioso.

—Hola —respondió Ben con una sonrisa que no podía disimular.

Ambos se giraron hacia mí.

—Jay, ella es Colette, algo así como mi jefa en la empresa. Colette, él es Jay, mi novio.

Jay extendió su mano hacia mí con una sonrisa cálida.

—Es un placer conocerte.

—Lo mismo digo —respondí, estrechando su mano.