Del odio al amor.- League of Legends (Ahri x Talon)

Capitulo 3: "El sentimiento de una Kumiho"

No sería capaz de aprovecharme de la bondad y amabilidad de esa mujer, Katarina, ya que mi maldad tenía límites. Decidí vagar desalojada por la ciudad Noxiana, hasta llegar a los bosques de esta. Allí me zambullí en el mullido pasto a descansar; era de noche, la tenue luz de la luna y los ruidos tranquilizantes de la naturaleza me ayudaban a conciliar el sueño mientras dormitaba sobre mis nueve suaves y esponjosas colas de zorra en las cuales hallaba calor reconfortante.
No esperé encontrarme con el encapuchado asesino el día siguiente, pero así fue. En la madrugada, cuando apenas el sol se asomaba, desperté interrumpida por un sonido de gran notoriedad. Me incorporé, pero no noté nada extraño en absoluto, de modo que volví a dormirme. Sin embargo, esa vez, unos ruidos constantes se podían oír desde lejos, era imposible que lo ignorara.
-Tú de nuevo...- comentó la incógnita perdida, el hombre oculto.
-Estamos traviesos...- respondí al poder identificar sus cuchillas.
-Le perdonaste la vida a Katarina, gracias.- dijo frívolamente, lo cual me llamó la atención.
-¿Quien era ella para ti? ¿Una pareja, quizás?.- agregué con tono pícaro y femenino.
-Quizás... Pero, nadie importante en realidad, solo una conocida.-
-Mm... ¿Te gustaría conocerme?.- pregunté insinuantemente.
-Algún día, zorrita. No tengo tiempo para sujetos como tu.-
-¿Crees conocerme lo suficiente para hablar de esa forma sobre mí?- pregunté desafiándolo.- Dime tu nombre.-
Ansiosa por escuchar su respuesta, me mordí el labio inferior.
-Talon.- dijo sin más rodeos.
-¿Talon, solamente?-
-Te encuentras en frente de alguien que vivió siempre en las calles, robando y viviendo con lo suficiente. Nunca tuve un apellido que me identificase. Soy solo Talon.- aclaró sin ningún sentimiento de tristeza, con puro orgullo de lo que habría logrado.
-Talon... Me interesas. Eres el asesino enigmático. Fascinante, ¿Verdad?- dije satisfactoriamente.- Veo que en tu esencia hay solo muertes justicieras de las cuales no te has arrepentido, eres capaz de vivir y morir bajo la cuchilla...- agregué mientras husmeaba en lo mas recóndito de su alma.- Eres la Sombra de la Navaja.-
Él esbozó una mueca de sorpresa, quizás nostálgica, pero alegre.
-Muy bien para ser un animal silvestre, veo que no careces de inteligencia.-
-Oh... ¿Crees ser superior a mi ser?- pregunté enfadada por su arrogancia.
- ¿Y tú crees que me interesa quién lo es?- replicó.- Eres un zorro ingenuo.-
Mi estómago rugió por lo vacío que estaba. No habría comido por un largo día, estaba sufriendo, y Talon lo notó.
-Toma, Kumiho.- dijo lanzándome una manzana que había sido arrancada de uno de los árboles y que yo había atrapado.- Come si no quieres morir, has lo que quieras.-
-Ignorante. No soy tolerante a las frutas, solo a la carne.- contesté repugnando a la pobre manzana.
-¿Ignorante? Pruébala y verás quién lo es.-
Le di un mordisco a esa fruta sin dejar de mirar a Talon. Era crocante y dulce, como un néctar realmente divino que había invadido mi lengua. Sería el primer fruto del cual había disfrutado exquisitamente.
-¿Cómo es posible...?- dije mientras disfrutaba de su sabor.
-¿Ignorancia?- preguntó retóricamente mientras se burlaba de mi asombro.
Un sentimiento creciente se asomó en mi ser, como si quisiera abarcar todos mis pensamientos, empezaba a ser mi centro de atención. Ese tal sería el nombrado amor, el cual los humanos tanto aprecian y desean. Talon era el primer hombre humano en contestarme con seguridad, viéndome como si fuera alguien normal, sin ningún tipo de ventaja, lo que tomé como un desafío interesante y desconocido. Su esencia era especial, él era lo que me hubiera gustado ser en algún momento, una persona como Talon solo aparece una vez en la vida, debía aprovecharlo antes de que sea tarde.