Capitulo 23: "¿Es lo que parece?"

3.1K 127 24
                                    

Mis párpados se cerraron, mis oídos dejaron de escuchar los diferentes sonidos con claridad, ya no sentía mi cuerpo sobre la mullida camilla y mi respiración escaseaba de a poco. Decidí entregarme por completo al extraño cansancio que padecía, que fue mucho más fuerte que mis esperanzas y voluntades. Sin embargo, no solo me sumergió en una gran pesadilla consiente, sino que también me quitó parte de mi esencia. Pronto sentí cómo mi estomago rugía de dolor, invadido por las incontrolables náuseas y los fuertes mareos.
-Ahri, ¿Cómo te sientes?- consultó Riven al notar mi mirada sin consuelo.
-Muy mareada, con náuseas. Creo que es la peor sensación que he tenido- respondí jadeando.
-No estarás... Esperando a un niño, ¿O si?- Insistió asustándome por la aparición de aquella posibilidad.
-No, no. No podría ser cierto, no puedo estar embarazada, sería demasiado para mí- repliqué pasando saliva, tensa.
<<¿Y si era así? ¿Si realmente estaba esperando una familia?>> me pregunté, pero lo ignoré para no preocuparme demasiado.
Fue en ese instante cuando cerré mis ojos por completo entregándome inconscientemente a las almas que en algún pasado consumí. Éstas, llenas de ira y resentimiento, buscaban venganza, querían un espacio físico en donde representarse, y el más cercano era mi cuerpo.
De a poco me deterioraban desde el centro de mi alma podrida, estaban demasiado hambrientos y no tardarían en hacerme desaparecer.

***

Desperté dos semanas después de aquel incidente en una cama completamente diferente a la incómoda camilla de la enfermería del Castillo. Era grande y espaciosa para una sola persona, vestida de sábanas blancas y muy lujosas. Pronto pude notar que me hallaba en la misma habitación de aquella romántica noche con Talon.
Mi cuerpo se sentía mucho más ágil que la última vez, mientras que mis sentidos parecieron volver a la normalidad... Sin embargo, algo relevante escaseaba; no conseguí saber que era.
-¿Amor?¿Eres tú?- pregunté al escuchar un sonido en la puerta principal.
Estaba en lo correcto, era él. Talon se dirigió hacia donde me hallaba para abrazarme enérgicamente, como si hubiera extrañado hacerlo.
-Maldita seas, ¿Tienes idea del susto que me diste? Ya es la segunda vez que te pones en riesgo, no quiero que sea una costumbre- comentó advirtiéndome de lo mucho que me apreciaba.
<<Debo decirle, no podré ocultarlo por mucho más tiempo>> pensé pasando saliva.
-Talon, ¿Estuviste llorando? Tienes los ojos un poco rojos...- dije mirándolo tiernamente-. No deberías preocuparte tanto por mí-.
-¿Eh? Solo fue algo que entró a mi ojo, no es nada- contestó tratando de engañarme.
-¿Debo creerme eso?- repliqué levantando una ceja.
Él rascó su cuello y asintió con una sonrisa que lo delataba.
-Estoy jugado, ven aquí- agregué haciéndole un lugar en la mullida cama-. ¿Qué pasó con Marshall al final?- consulté mientras se sentaba a mi lado.
-Me escuchó, dijo que me entendía, pero que no me justificaba. Creo que no puedo pedir algo mejor, ¿Verdad?- respondió.
-Bueno, podría ser peor, por lo menos quiso oírte. Y... Dime, ¿Qué pasaría si fueras... Padre?-.
<<¡Lo dije!>> exclamé en mi interior.
-¿A qué te refieres?- preguntó frunciendo el ceño.
Toqué mi vientre con mi mano y le sonreí, dejando que una lágrima de emoción se escapará de mis párpados.
-Espera, ¿Estamos esperando un niño y no me lo mencionaste antes?-.
-No es seguro, pero probablemente vaya a haber un Mini Taloncito entre nosotros en un par de meses... No estás feliz, ¿Verdad?- aclaré aguardando que su respuesta no sea un "No lo estoy".
-Claro que sí, es que no se que decir. Estoy feliz, es genial, solo no me lo esperaba tan de repente- dijo para luego besarme por la "hermosa" noticia.
-No creo estar preparada para esto, nunca lo hubiera esperado de mí, no sé si pueda cargar con la responsabilidad de ser madre- expliqué mascullando, realmente me avergonzaba decirlo.
-No te dejaré sola, también va a ser mi responsabilidad, tranquila.- Intentó calmarme.
Sonreí levemente y apoyé mi cabeza sobre su regazo, esperando olvidarme de todo.
Fueron solo un par de minutos los que transcurrieron mientras platicaba con mi pareja cuando una repentina punzada abarcó parte de mi pecho clavándose como miles de pequeñas agujas filosas. Gemí de dolor mientras dirigía mi mano hacia el sitio victimario de tal rígida molestia.
-¿Estás segura que te encuentras bien?- consultó Talon preocupado por mi reacción.
-Lo estoy. Quiero ir a tomar aire, solo es eso- respondí cortante, incorporándome de aquella cómoda cama.
Me dirigí sin decir nada en lo absoluto afuera del Castillo dejando solo a Talon en la habitación, <<¿Por qué hice eso?>> me pregunté, pero una parte de mí sabía que no era verdaderamente yo la que ejerció esa confusa decisión. La pregunta era: ¿Quién?

Mis piernas caminaban independientes, como si tuvieran un rumbo propio que deseaban cumplir ansiosas. No tenía idea hacia donde me dirigía, pero parecía que mi cuerpo se había mecanizado en llevarme a algún lugar.
Caminé más allá de las afuera de Noxus a paso veloz hasta que recuperé el total control en medio de un bosque que no pude reconocer. Era hermoso, no me había frenado a admirarlo nunca antes. Las altas copas de los árboles con sus hojas anaranjadas por el otoño, la herrumbre que disfrazaba los troncos del mismo color que el suelo, el sonido del cantar de los pájaros, los arbustos y los frutos que decoraban los alrededores, todo parecía mágico.
Pronto, oí el dulce sonido de espadas chocando en un duelo que parecía provenir de atrás mío. Di la vuelta instantáneamente para evitar inesperadas sorpresas de algún atentado en mi contra, pero no había nadie. Me dispuse a agudizar mi oído para poder perseguir al emocionante ruido.
Pude divisar a lo lejos al espadachín del viento, Yasuo, arrodillado ante la presencia de... Riven. Ambos estaban decorados con tajos y sangre en todo el cuerpo, como si hubieran querido matarse entre sí.

Yasuo's P.O.V

Fue una arduo duelo. Nunca antes me había enfrentado con un rival tan decente, era impresionante. De a poco mi cuerpo fue adquiriendo pequeños tajos hasta que acabé arrodillado en el suelo ante su presencia. Era mi hora, había perdido en contra de la persona que había buscado gran parte de mi vida, ante la persona que arruinó mi pasado.
-Si vas a matarme, hazlo rápido- comenté aferrándome a el mango de mi espada.
Ella, como respuesta, me extendió su mano.
No pude llegar a comprender su expresión, pero no podía aceptar su generosidad.
-¿Por qué haces esto? Mátame, me venciste- pregunté confundido.
-No quiero hacerlo, nunca quise matar a aquel anciano y tampoco a ti. Solo seguía órdenes de mis superiores- explicó ella mientras me ayudaba a levantarme del suelo-. No te dejaría morir aquí-.
No estaba seguro en que creer, debía mantener mi opinión, pero su amabilidad le ganó a mi ignorancia. Hubiera pensado que la persona que asesinó a ese anciano era macabra y cruel, todo lo contrario a lo que Riven parecía ser. Yo estaba equivocado y ahora le debía la vida.
-¿Entonces por qué aceptaste el duelo?- Insistí.
-Porque parecía interesante. Yo también quería luchar contra ti, pero no esquilmarte la vida. No podría hacerlo-.
<<¿A qué se refería con que no lo podría hacer?>> pensé aún más confundido. Ella había despertado en mí algo que ninguna otra mujer lo había hecho, era única. Su destreza, su generosidad y su notable carácter decidido fueron los que me condujeron a mirarla con otros ojos.
-Eres una forajida también, ¿Verdad?- consulté juzgándola por sus ropas.
-Así es. Tú no eres el único- respondió.

Ahri's P.O.V

A pesar de que su relación era enemista, terminaron ambos con mil heridas para luego perdonarse entre sí. Era extraño, pero admirable. Hubiera apostado a que Riven hubiese clavado su espada en el corazón del espadachín, pero, al parecer, Talon tenía razón, ella no era una mala persona, solo demasiado complicada...

Del odio al amor.- League of Legends (Ahri x Talon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora