Del odio al amor.- League of Legends (Ahri x Talon)

Capitulo 12: "Se desvanece la esperanza..."

Me encaminé hacia Noxus decida a disfrutar de mi infinito poder sobre los humanos, nunca podría igualarme a ellos. Ya no era la misma Ahri de antes, mi pasado se avecinaba formando un presente manchado. Me preguntaba ansiosa por quién empezaría, ¿un campesino o un general? O, mejor aún, Katarina. Me extasiaba cuando pensaba en mi próxima víctima, cuando revivía aquellos momentos gloriosos que me rejuvenecieron.
La primera presa fue fácil, un joven hombre que ni siquiera pudo decirme su nombre antes de que absorbiera su esencia, de modo que fue un completo desconocido para mí. A pesar de ello, su juventud me lleno por completo, mis fuerzas se recuperaron y mis habilidades zorrunas volvieron a su normalidad. Fue una experiencia que extrañaba realizar; todo me extasió: su rostro sumergido en pánico cuando se vio inmovilizado mientras adquiría su alma, sus gritos de dolor y su esencia en sí.
-Ahri, te estuve buscando ¿Dónde estabas?- me preguntó Talon cuando me identificó en las calles Noxianas.
Le sonreí atractivamente y volví a admirar aquella fortaleza espiritual tan exquisita que desprendía en su interior, volví a querer expropiarme de esa única y auténtica esencia.
-Estuve... Divirtiéndome- contesté sin importancia.
-¿Con quién?- consultó celoso.
Me reí nuevamente.
-No es un Quién, sino un Qué.- Insistí.
-¿Entonces? ¿Me responderás?-
-Mm... Estuve haciendo algo prohibido.- Apoyé mi dedo índice en sus labios- No se lo menciones a nadie- mascullé en su oído.
-Ahri, espera- dijo tomándome del brazo y suspirando-. ¿Has vuelto a absorber almas?-
Ésta vez, dejé escapar una carcajada en afirmación. Mis ojos se volvieron de un tono morado, ese que aparecía sólo cuando disfrutaba una situación.
-Acertaste, muy bien. No puedo vivir sin ser un monstruo... Después de todo, no soy humana- expliqué orgullosa.
-¿Dónde quedó la promesa que te impusiste?- preguntó desilusionado.
-No dudo en que siento deseo y admiración por ti, en que, en aquel entonces, quería ser como tú: fuerte y decidida... Pero, no es lo mío. Mi papel siempre fue el de mala y lo seguirá siendo-
-No...- negó tomándome del mentón tiernamente-. Tú no eres eso, no para mí. No cometas mi error, no vivas en el pasado-
-¡Basta! ¡Esto no es así!- exclamé separándome de él.
Sabía que tenía razón, pero no le quise creer, de modo que me ofendí. Me arrepentí de haberle robado la esencia a aquel hombre para saciar mi adicción monstruosa. De nuevo, el dilema existencial entre aquellas dos partes enfrentadas dentro de mí volvieron a batallar. Dos moralidades se enfrentaban, sin piedad, esperando resolver mi destino.
Dejé pasar horas y seguía aún indecisa por lo que debía elegir para mí, de modo que me encaminé hacia mi único hogar, la habitación de huéspedes del Castillo Noxiano. Sin embargo, una vez allí, no encontré lo que esperaba. Detrás de la puerta del cuarto de Talon se oía una voz femenina que platicaba con él. La curiosidad se avecinó a mí como un relámpago, ¿Quién era ella? Entonces, por pura intriga, entreabrí la puerta para poder escucharlos y observarlos. Ella, por su parte, poseía un cabello blanco como la nieve y corto, una vestimenta típica de renegada y en sus manos llevaba una espada rota de gran tamaño. Tenía aires de guerrera y una actitud decidida cada vez que hablaba.
-Talon, no quiero volver- musitó mirando hacia otro lado.
-Pero te necesitamos, te necesito- se excusó él.
Un nudo en mi garganta se formó, ¿Qué significaba todo eso? Mis latidos empezaron a acelerar de repente, mi respiración parecía agitada, no estaba lista para esto.
-No... Busca a otra persona, lo siento- volvió a insistir la mujer volteando para marcharse.
-Riven... Por favor, ¿Es por lo que sucedió en Jonia?- preguntó mi pareja.
Ella asintió arrepentida de algo que no estaba en mi alcance de comprensión.
Decidí oír un poco más y no pude contenerme. Lo que había escuchado era tan abrumador que creció dentro de mí una rabia inminente...