Del odio al amor.- League of Legends (Ahri x Talon)

Capítulo 26: ¿Debería sentirme así?

Decidí interrumpirnos al notar a Yasuo en traje y corbata. Tenía tanto de que hablar con él; lo de Riven era un pequeño detalle que me interesaba saber.
Noté su mirada egocéntrica con sus ojos entreabiertos y sus cejas curvadas, como si fuera alguien relevante entre tanta gente. Allí era un fútil e insignificante invitado, aunque quizás, desde su exilio de Jonia, ya no era más que un simple hombre sin honor. Caminé hacia nuestro encuentro y no pude dejar de observar su cabello peinado correctamente, fue extraño. Su típica melena larga e inflada estaba ajustada en un rodete que reemplazaba a su habitual coleta.

-Así que ya eres madre- dijo al presenciarme a una distancia cercana.

-Eso dicen, pero no me siento así en realidad. Me sorprende que mi abdomen no esté más grande y la verdad todavía ni siquiera he vomitado una vez- expliqué.

-Quién sabe- se encogió de hombros.

-Puedo asumir que tú no. En realidad, no sabías nada. Ni siquiera lo de Demacia, me habías engañado ¿Verdad? Casi sacrifico mi vida por una causa inexistente.

Esbozó una sonrisa de costado.

-Me descubriste, muy bien- afirmó.

Cerré mis puños y clavé mi mirada en sus ojos.

-¿Qué vas a hacer?- preguntó al notar mi expresión- ¿Asesinarme entre tanta gente? No puedes hacer nada Ahri, acéptalo.

Dejé fluir una carcajada constante y amenazadora.

-Conozco tu cara y tu nombre, sé más de ti de lo que crees. Puedo usarlo en tu contra, Yasuo. No juegues con fuego, esto no quedará así. Quizás en otra ocasión pueda considerar asesinarte a sangre fría, pero, por ahora, eres solo mi enemigo. No lo vuelvas personal.

Su sonrisa unilateral se borró y se volvió a dibujar, pero en mi boca.
Di media vuelta antes de que agregue una palabra más, sin embargo pronto me percaté de su relación con Riven que tanto me intrigaba. De modo que volví a encararlo.

-Espera. Antes quiero saber sobre Riven y tu, ¿son algo?- pregunté.

-Puede ser, ni yo soy capaz de decirte, ¿Por qué? ¿Celosa?

-¿De ella? Já. Talon significa diez veces lo que tu. No te ilusiones, espadachín. Nunca pasará.

-Ya pasó en realidad. Cuando recibías literalmente el nombre de "zorra", fue una noche en el bar.

-¡Cállate!- farfullé casi gruñendo-. Ahora soy diferente, no volverá a pasar- añadí-, tampoco quiero que pase- lo volví a intentar-, es decir, soy solamente de Talon.

-Como digas, tampoco me interesa.

Enojada, volví al lado de mi amado, que se hallaba hablando con Darius. Miré mi reflejo en el espejo de la pared a mi izquierda: parecía un gato en retaguardia, mi cara reflejaba una especie de aura maligna.
Acomodé mejor mi pelo y le sonreí al vidrio, esperando verme un poco más decente.
Miré a mi alrededor: cientos de personajes importantes en la historia de Valoran se hallaban ahí. Cuanto mucho pude identificar a diez.
En cuanto a Demacia, se hallaban casi todos sus representantes: Garen, Jarvan IV, Lux y el extraño Xin Zhao que nunca había visto antes.
Suspiré, las cosas se volvían algo aburridas, aunque no para Talon que conocía a medio salón. Tomé un bocadillo que se encontraba reposando en la bandeja de una de las meseras, quienes los paseaban de punta a punta.

-Damas y caballeros, es hora del entretenimiento. Disfruten de las mejores bailarinas de Noxus- comentó un señor en el medio de la habitación.

Las mismas meseras dejaron sus bandejas y se quitaron el delantal, debajo tenían unos hermosos y cortos vestidos blancos. Se ubicaron en medio de la pista y coordinaron sus pasos con la música. Fue sorprendente ver que los sonidos que movían sus cuerpos provenían de la flauta de Yasuo; él estaba tocando. Era una melodía hermosa, sin mencionar que los movimientos de las meseras/bailarinas le daban un toque delicado y suave al ambiente. Ellas comenzaron a divulgarse entre todas las mesas interactuando con los comensales. Se acercaron hacia Talon, que estaba parado viendo el show en primera fila con un par de personas más. La mujer lo miraba mientras marcaba esos pasos tan femeninos y seductores. Noté como uno de los hombres que estaban a su lado lo golpeó en las costillas y Talon lo miró y sonrió. Me preocupé. Era cierto que la muchacha era preciosa y tenía miedo de Talon. No. Estaba celosa de ella y preocupada por él.

Katarina apareció en escena agarrándolo por los hombros y diciéndole algo en el oído. Talon se dio vuelta y le guiñó el ojo, ella sonrió y se fue. ¿Qué estaba sucediendo?

El entretenimiento acabó luego de media hora, lo cual me tranquilizó. Caminé rápido marcando los pasos con los tacos y luciendo mi vestido rojo hasta llegar al lado de mi pareja.

-¿Te gustó?- pregunté.

Descansó su mirada en mis ojos cuando estaba formulando la consulta.

-Sí. Muy divertido- dijo y miró a la misma mesera que lo había "entretenido".
Mis orejas se bajaron bastante, fue instantáneo. Era un signo de desilusión.

-¿Por qué la pregunta?- agregó él al notar mi réplica.

-Nada, solo... Olvídalo- me sentí una completa idiota, no podía reprocharle nada en la cara y tampoco era capaz de revelar mis sentimientos.

-Mm, no. Algo pasó, ¿me vas a decir?

-Creo que no- sonaba feo-. No es que no confíe, es que no sé si sea correcto.

-¿Y si intento sobornarte?- comenzó a besarme en el cuello hasta llegar a los labios tomándome su tiempo para detenerse en los lugares correctos- ¿Y? ¿Me dirás ahora?

-Es que... es una estupidez y tú te estás divirtiendo. Es decir, no quiero arruinar la fiesta con una escena de celos.

Lo dije indirectamente, sin embargo, no fue apropósito.

-¿Celos? ¿Te refieres a la bailarina?- cuestionó frunciendo el ceño, pero aún así se podía notar como sus ojos brillaban al enterrarse junto a los míos.

Asentí y miré avergonzada hacia el suelo, era una estupidez.

-Espera, ¿Sabes quién eres? Eres la madre de mi futuro hijo, la mujer dispuesta a dar su vida por mi hermano y la hermosa chica que me cautivó. No soy tan idiota como para dejarte por una cualquiera.

-¿Lo dices enserio?

-Con toda la seriedad del mundo.

Me sonrojé y sonreí como una boba enamorada. Ese día había sido muy tierno conmigo, como si estuviera pagando sus deudas de los días habituales cuando su trabajo no lo dejaba pasar tiempo junto a mí.

-¿Y cómo se siente estar embarazada?- preguntó rompiendo ese silencio.

-La verdad que se siente igual que antes, nada nuevo. Es extraño, ni un síntoma se presentó. Tampoco fuimos a un médico para comprobarlo, es decir, quizás no es como pensábamos.

-No lo sé. Mañana iremos al médico, ¿Si? No quiero quedarme con la duda.

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Holaaa!! Felices Pascuas un poco atrasadas.
Chic@s la historia está a punto de terminar, así que disfruten los últimos capítulos que me estoy esforzando para hacerlos más románticos y dulces que lo habitual.

Bueno, nada, eso. Besos!! Y millones de gracias por leer y COMENTAR