Lucila
Día de graduación. Para algunos es el momento más esperado, para otros es la excusa perfecta para llorar a montones y dejar salir esas lágrimas que la dureza emocional no ha permitido, pero para mí es una situación que no tiene una etiqueta, sino que es mitad alegría y mitad tristeza. La primera se debe a que finalmente estudiaré lo que más me apasiona dejando atrás todos los ásperos recuerdos del secundario, pero la segunda es que me separaré de Paulo y no vernos tan a menudo como solemos hacerlo me provocará extrañarlo a montones.
-¿Estás lista, Lu? -pregunta Genna sentada en mi cama mirándome.
-Ya casi -respondo mientras acomodo mi birrete y traigo hacia delante mi cabello-. Ahora sí.
-Aún no creo que estemos egresando del último año -exclama Nicole a punto del llanto.
Tanto Genna como yo asentimos y nos abrazamos las tres con fuerza sabiendo que nos separaremos inevitablemente, pero que pronto nos volveremos a encontrar. Una vez que terminamos de arreglarnos damos marcha hacia el lugar donde se llevará a cabo la entrega de diplomas respectiva.
La noche tan primaveral se hace presente en las afueras del instituto junto con diversos adornos que se dejan ver entre los árboles y muros, como guirnaldas y carteles de felicitaciones. En el centro del patio se encuentra un gran escenario con un micrófono a su costado y algunos asientos para los directivos; además, del mismo cae una gran bandera con un ''Egresados Western High School'' en ella anunciando nuestra despedida, y en el frente se ubican cientos de sillas para nosotros y todos los familiares que vienen a presenciar el evento.
Por mis alrededores busco impacientemente a Paulo sin lograr encontrarlo, hasta que siento una voz a mis espaldas.
-Hola, Lu.
-¡Paulo! -exclamo dando la vuelta y arrojándome a sus brazos-. No te había visto.
Suelta una carcajada y me abraza por la cintura mientras planta un beso en mis labios. En completo silencio y con nuestras miradas adheridas una a la otra, comienzo a peinar su cabello con mis dedos al tiempo que me sonríe achinando sus ojos.
-Extrañaré estar así contigo -susurra Paulo-. Pero al menos sé que en vacaciones la espera valdrá la pena.
-No pensemos en eso ahora. Disfrutemos lo que nos queda juntos.
Asiente dándome la razón y nos acomodamos con el resto de los chicos en las primeras filas con el resto de los egresados. Una vez en mi lugar, giro mirando hacia el fondo y allí observo a mi familia saludándome con alegría y les devuelvo el gesto.
A los cinco minutos, la directora de la institución camina hacia el escenario para comenzar con su discurso al tiempo que todos silban y aplauden por el evento.
-Buenas noches, queridos alumnos y familias -saluda a todos los presentes acomodando el micrófono-. Finalmente llegó el momento tan deseado por muchos y tan melancólico para otros, pero al fin y al cabo recuerden que están cerrando una etapa maravillosa para comenzar una nueva haciendo lo que más le gusta en la vida. Además, nuestra academia siempre tendrá las puertas abiertas para ustedes. ¡Felicidades a los egresados!
Ante las palabras de la rectora, nuevamente todos se ponen de pie para felicitarnos mientras nosotros nos acomodamos en fila para recibir los diplomas simbólicos. A medida que pasa uno, los directivos le entregan el documento, el egresado es fotografiado con ellos y desciende del escenario para saludar a su familia. Todos respetan esa estructura hasta que llega el momento de Paulo, ya que una vez que se ubica arriba pide permiso para tomar el micrófono.
-Hola a todos. Primero, quiero disculpar si mi inglés no suena perfecto, pero haré lo mejor para hacerme entender -dice tímidamente rascando su nuca-. Desde un principio quise aprovechar esta oportunidad de poder hablar frente a todos y decir unas palabras breves pero necesarias. Este año he realizado muchos cambios en mi vida, comenzando por tener que mudarme desde Argentina hasta aquí y terminándolo con hermosas experiencias inolvidables. Y todo por una persona en particular que, a pesar que hemos empezado con el pie izquierdo, con el tiempo supo abrirme las puertas a ella. Lucila Carter fue el nexo más importante que permitió que me adaptara a esta cultura, pero sin perder las raíces argentinas que nos unen a ambos. También le quiero agradecer a Wendell y Jay por estar en toda situación conmigo, realmente son buenos amigos de los pocos que quedan. Gracias.
Una vez que Paulo culmina, todos aplaudimos y no evito lagrimear por las cosas que ha dicho ya que es la primera vez que alguien tiene tanta considerando sobre lo que lo rodea, incluyéndome a mí.
Luego de que todos hayamos recibido nuestros diplomas y los tengamos en mano, como festejo final según la tradición, arrojamos nuestros birretes al aire al tiempo que me abrazo con los chicos en señal de despedida y observamos los fuegos artificiales en el cielo estrellado.
Disimuladamente Paulo entrelaza nuestros dedos, y el contacto con su mano me genera una sensación inexplicable que solo él me hace apreciar. Sus bellísimos ojos se posan en los míos con profundidad y una pequeña sonrisa se escapa de sus labios.
-Gracias por compartir este año conmigo, colorada -musita en mi oído-. Sin ti esto no hubiera sido posible.
Sin pensarlo dos veces, lo beso como si no hubiera mañana mordiéndole con suavidad el labio inferior y decido hablar también.
-La que tiene que agradecer soy yo, amor, porque por ti mi último año fue el mejor de todos los que he vivido en el secundario. Te amo.
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Buenas noches, gente!!! Después de tanto se vino el final de Extranjeros. Por decisión de último momento NO habrá epílogo, así que la forma en la que continúe la historia la dejo a criterio de ustedes.
Gracias por haber leído, comentado y votado porque realmente me inspiraron a continuar este fic de la mejor manera posible. Espero que haya cumplido con sus expectativas y que lo hayan disfrutado muchísimo!!!
Entre otras noticias, una más es que por lo que queda del año no voy a publicar más fics debido a la falta de tiempo y porque debo recuperar las ideas que volqué en Azul Cielo y Extranjeros jeh, así que por unos meses me retiro de la escritura, pero igualmente sigan mandándome mensajes que los voy a responder.
Los adoro ❤
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Extranjeros | Paulo Londra
FanfictionPaulo y Lucila son dos argentinos inmersos en Estados Unidos. Teniendo personalidades muy opuestas, aun así notarán que poseen algo en común más allá de su nacionalidad. ¿Te animas a descubrirlo?