Joaquin
Desperte por un fuerte dolor en mi cabeza, aun no habían encendido las luces, quise moverme, pero un brazo se encontraba sobre mi cintura, impidiendo que puedo incorporarme en la cama.Sentia la respiración de Marcos en mi cuello, me gire y lo pude observar, sus ojos se encontraban cerrados, dejando ver sus largas pestañas. Sus rizos caian sobre su piel que al recibir un pequeño reflejo de luz parece ser de terciopelo. Mis ojos recorrian cada centímetro de su rostro, hasta detenerse en sus labios que encontraban entre abiertos dejando ver un suave moviemiento con cada respiración.
Es hermoso. Marcos es hermoso
Acerque mi mano para acariciar su rostro, no mantuve el contacto mas de dos segundos ya que su respiración se aceleró ya que estaba despertando. Cerre los ojos y pretendí estar dormido mientras sentía como Marcos se alejaba de mi cuerpo, tomando asiento en la cama. Una ligera presion se sintio en mi frente, la mano de mi compañero se encontraba sobre ella. Se alejó de mí y escuche el ruido de algo cayendo sobre agua, a los pocos segundos sentí como un paño mojado se posaba sobre mi frente.
Solte un suspiro de alivio, el dolor de cabeza que sentía era muy fuerte, y ese paño húmedo me ayudaba. Sus pasos resonaron en el cuarto mientras se alejaba de mí para empezar con su rutina de ejercicio. Abri mis ojos y lo observe, los músculos de sus brazos y espalda se marcaban con cada movimiento.
-Si estás despierto ¿Por qué sigues en mi cama? -me sobresalte al escucharlo hablar.
-Y-yo... -no supe que responder.
-Ya, deja de verme y sal de mi cama -repondió sin verme. Trate de moverme para poder pararme, pero las puntadas en la cabeza aumentaba, haciendo que me mareé.
-¡Apresurate!
Al escuchar su grito, me puse de pie velozmente, sin contar con el hecho de que mi rostro iba a impactar con el suelo. Cerre los ojos, sintiendo el dolor en todo mi cuerpo, esperé que se acerque para ayudarme, pero eso no sucedio, en cambio siguio haciendo sus flexiones de brazos. Como pude traté de ponerme de pie, me ayude con los muebles que se encontraban en la celda y salí de ahi, dirigiendome a los baños para tomar una ducha con agua fría.
En el camino me ayude con las paredes para no caer, al llegar al baño varios internos se encontraban ahi y al verme caminar se rieron de mi, pero no les tome importancia.
Me quité mi ropa, la dejé sobre un pequeño banco de metal ubicado en la pared que separaba una ducha de la otra y me adentre a un cubículo.
Temblaba de frio al sentir el agua helada rozando mi piel. Mi madre siempre nos hacía hacer esto a mi hermana y a mi cuando teníamos alta temperatura; sorprendentemente funcionaba.
Estuve unos minutos ahi y decidí salir, cubrí mi cuerpo con una toalla, me seque y me puse el mismo uniforme que traja puesto al ingresar al lugar.Los pasillos de la prision se veían muy tétricos, el lugar era moderno, pero no quitaba el hecho de que se sienta frío, oscuro, a pesar de tener mucha luz. En esta parte de la prisión el piso ya no era de madera, aqui hay azulejos de un tono gris claro, al igual que las paredes; mientras caminaba, no podía ver el reflejo de mi tristeza en él, sólo podía sentirla.
Iba de camino a la enfermería a paso lento, sintiendo como con cada centímetro que avanzaba, mi cabeza se movía a tal punto de parecer que estaba en una montaña rusa.
-Buenos dias, ¿Qué se te ofrece? -preguntó una mujer de baja estatura, que portaba la vestimenta de doctor.
-¿Podrías darme algo para el dolor de cabeza? Desde ayer me siento mal, tuve fiebre y con cada paso que doy siento que muero.
-¿Tienes tos o mocos?
-No, sólo siento una presión en mi garganta.
-¿Has estado expuesto al frío?
-Sí -recordé cuando Marcos mojo mi colchón y me quito las mantas; tuve mucho frío
-Estás iniciando un cuadro gripal. Toma, te dejo estas pastillas, debes tomarlas cada ocho horas y asi mejorarás. En lo posible, trata de abrigarte lo justo y necesario. Ni mucho ni poco. Eso podría empeorarlo.
-Está bien, muchas gracias.
-No es nada, si los sintomas empeoran, acércate nuevamente.
-Está bien, hasta luego.
El camino a mi celda fue mas corto, al llegar a la puerta pude escuchar golpes, cosas rompiéndose. Decidí no entrar y seguir mi camino al comedor.
-¡Joaquin! Oye, estas vivo -Niko se acercó a mí corriendo.
-Si, si sigues gritando de esa forma ya no lo estaré?
-¿Estás bien? Te ves fatal.
-Tengo gripe. Mi cabeza me está matando.
-¿Has ido a la enfermería por medicamento?
-Si, de allí vengo.
-Oh, genial -. Un silencio incómodo se hizo presente entre nosotros- Oye, ¿Iras hoy al taller? Estaba pensando en unirme, ya sabes. Para hacerte compañía.
-Hoy no, cuando me sienta mejor iré, pero no tienes que hacer eso por mi Niko.
-Tal vez lo haga. No hay ningún taller que me interese, y a decir verdad tampoco soy bueno con muchas cosas.
-Cuando me dieron el listado de los talleres, vi que muchos tomaban el de panadería o herrería. No hay muchos que se itneresen en la costura.
-Es cierto... -nuevamente nos sumergimos en un silencio incómodo.
-Niko, disculpame pero creo que me iré a recostar.
-Claro, ve. Nos vemos.
-Hasta luego-. Me alejé de él y comencé a caminar hacia mi celda.
[...]
-No te pases, ¿Es enserio? Wey confiaba en ti. ¡Al menos finge que te importo!
Nuevamente escuchaba gritos al llegar a mi celda. Esta vez decidí adentrarme en ella sin importarme si interrumpía algo o no.
Los ojos de mi compañero se posaron en mi mientras caminaba hacia mi cama. Me dio la espalda, pero no por mucho tiempo, ya que tratabillé y caí al suelo con un golpe seco que se escuchó en todo el cuarto, Marcos me miró con las cejas alzadas mientras me ponía de pie nuevamente.-Es que no, me repites lo mismo hace meses. Me dices una cosa y luego haces otra. Ya deja de mentirme. ¿Has hecho algo desde la última vez?-. Se escuchó un silencio -No me importa la posición entre los demás, me importa salir, vivir mi vida. La vida que me corresponde... la que tú me arrebataste... Ya, no es justo. Sólo se trata de ti. Piensa en mí una vez en tu vida-. Separó el celular de su oreja y lo guardo en el bolsillo del pantalón de su uniforme.
-¿Todo bien?-pregunté una vez que su atención estaba puesta en mi. No recibí respuesta, sólo se dirigió a la puerta y salió de la celda -. Pues me alegro.
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mi pequeño prisionero | Emiliaco
FanfictionEmilio Osorio Marcos, acusado de haber encabezado una de las mafias más poderosas de la ciudad de Mexico, condenado a 30 años de prisión Joaquín Bondoni Gress, acusado de homicidio culposo, condenado a 15 años de prisión. El jefe de la mafia desc...