Los días contaban con veinticuatro horas. Para Emilio y Joaquin parecían que esas horas ya no pasaban. El día se hacía interminable y cada minuto que pasa sienten más presión en su pecho.
Treinta y seis horas Emilio lleva encerrado en aislamiento, Joaquín siente que fueron meses. No puede dejar de pensar en cómo estará en rizado, quiere verlo, darle agua y comida como Emilio hizo por el. Pero no podía.
Emilio, sentado en ese pequeño cuarto, sin poder respirar a causa de su claustrofobia, solo recuerda que ya estuvo en esta situación. Ya sabe cómo lidiar con esto.
Pero tiene miedoTiene miedo y no por él.
Antes, si lo dañaban, a nadie le importaba. Si lo mandaban a aislamiento, soportaba el tiempo necesario, para después salir y volver a su rutina en la celda. Si esperaba ser liberado de esa celda, eso sólo por su claustrofobia. Nada más.
Ahora es muy diferente. Hay alguien afuera de ese cuarto, alguien dentro de la prisión.
No solo tiene miedo se que Joaquín se sienta mal porque sabe que está ahí; tiene miedo porque conoce a los guardias.
Conoce el funcionamiento de este lugar.
A Emilio lo odian. Todos los guardias lo odian por la impunidad que maneja en la prisión.La razón por la que le pidió a Joaquin que fuera de la celda no se acerque es esa.
Si las personas que lo odian- que además de los guardias, son prácticamente todos los reclusos de esa prisión- buscarían su punto débil.
Si saben que Joaquín es importante para él, si saben que lo cuida, que lo quiere, no dudarían un segundo en lastimarlo. Sin razón alguna. Sólo lograrían lastimarlo a él a través de su compañero.Por eso dijo eso, por eso cuando el guardia le preguntó, dijo aquellas palabra hirientes.
El rizado realmente espera que Joaquin sea lo suficientemente inteligente para no hacer nada que lo involucre en esto.
Podría ser un criminal, o no. Podría ser un asesino, o no. Sin embargo vive tranquilo.
Pero si lastiman a Joaquín no se lo perdonaría nunca en la vida.
Puede vivir sabiendo que todos lo odian,que piensan mierdas de él. Pero no podría vivir sabiendo que por su culpa lastimaron a Joaquin.*
La pequeña ventana ubicada en el extremo superior de la pared de su habitación dejaba pasar unos sutiles rayos de sol.
Joaquin no logró dormir en toda la noche, hace cinco minutos logró conciliar el sueño, pero al sentir los rayos del sol sobre su cara, despertó.
Otro día, cuarenta y ocho horas sin noticias de emilio.
Se removió en la cama de Emilio, enterrando su cara en la almohada, aspirando el aroma de su compañero
Angustia. Eso era lo que sentía.
Necesitaba saber el estado de su rizado.
*
-ps... Emilio...- el rizado abrió los ojos al escuchar su nombre, creyó haberlo imaginado pero volvió a escucharlo
-¿Diego?
-Si, hermano. ¿Cómo estás?- escuchó que su amigo respondía al otro lado de la puerta
-de maravilla.- respondió sarcástico
-¿Necesitas el inhalador? Puedo dártelo
-Si, por favor.- aceptó mientras tomaba el artefacto que Diego le pasaba a través del pequeño orificio en la puerta.
ESTÁS LEYENDO
mi pequeño prisionero | Emiliaco
FanfictionEmilio Osorio Marcos, acusado de haber encabezado una de las mafias más poderosas de la ciudad de Mexico, condenado a 30 años de prisión Joaquín Bondoni Gress, acusado de homicidio culposo, condenado a 15 años de prisión. El jefe de la mafia desc...