Narrador
Al salir de la sala de visitas, Joaquín se encontraba con una sonrisa imborrable en su rostro. El ver unos escasos minutos a su familia le recordó todos los años que vivió con ellas, lo feliz que fue gracias a ellas. No le sorprendía saber que a pesar de todo, sigan demostrándole su amor. Ellas siempre estuvieron para él, tanto en lo bueno y como en lo malo.
Había mucho movimiento en los pasillos, las personas iban y venían, más de lo normal.
-Joaco.- Niko llego corriendo a mi lado
-hola, Niko, ¿Qué sucede? ¿Por qué corres?
-inspección de cuarto. Necesito un favor
-dime, ¿Qué necesitas?
-van a revisar mi cuarto. Necesito esconder mis cigarrillos. No puedo ir a aislamientos. ¿Puedes ayudarme?
-Niko, también van a revisar mi cuarto. Me meteré en problemas
-La habitación del jefe siempre es la última en ser revisada, tú estas con él. Por favor, prometo que iré a buscarlos cuando los guardias terminen de revisar la mía.
-está bien, pero ve rápido.- Niko me abrazo y metió su mano en el bolsillo de mi uniforme.
-gracias, te debo una
-claro.
-nos vemos al rato.- tras decir esos siguio su camino por el pasillo, dejándome solo.
Caminaba pensando en cómo agradecerle a Marcos lo que hizo por mi. Quiero darle un abrazo, trarle mil tazas de café, lo que sea.
A diez metros de distancia de mi celda, vi como un hombre salía corriendo de ella. No puede distinguir quién era. Apure mi paso hasta llegar donde se encontraba la puerta y no había nadie dentro.
Observé el lugar en busca de algo diferente, pensando en que tal vez ese hombre se pudo llevar algo de aquí, pero estaba todo en su lugar, o eso creía.Marcos apareció por la puerta y me acerqué a él, queriendo abrazarlo, pero él negó con la cabeza y se alejo. A los dos minutos un guardia entró por la puerta
-inspeccion de cuarto, Bondoni contra la pared, brazos en lo alto.- maldito Nikolás, aún tengo su caja de cigarrillos.
El guardia empezó a mover todo, tiró mi ropa, los cobertores, todas mis pertenencias al piso. Sólo de mi lado, la cama de Marcos estaba intacta.
-separa los brazos.- obedecí su orden, cerrando los ojos. Empezó a tocar mi cuerpo sobre el uniforme en busca de algo que me metería en problemas. En este caso, los cigarrillos de Nikolas. -¿Qué tenemos por aquí? ¿El nuevo ya tiene sus rebeldías ilegales?
-eso no es mío.
-¿Entonces de quien es?- no podía delatar a Nikolas. No respondí.- si no respondes, es tuyo.
-es mío. Déjalo.- Habló Marcos.
-claro.- el guardia tiró la caja de cigarrillos por el aire y a Marcos la atrapó.
Sentía la mirada fría de Marcos sobre mi.
-¿Esto también es tuyo?-El guardia tomo una bolsa con algo blanco de debajo de mi almohada.
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mi pequeño prisionero | Emiliaco
أدب الهواةEmilio Osorio Marcos, acusado de haber encabezado una de las mafias más poderosas de la ciudad de Mexico, condenado a 30 años de prisión Joaquín Bondoni Gress, acusado de homicidio culposo, condenado a 15 años de prisión. El jefe de la mafia desc...