fünfundzwanzig.

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-Entiendo que necesites hablarle, pero  él necesita descansar. No me interpondré en su relación, sólo te pido esto. Cuando despierte le diré que has estado aquí.

Su cabeza dolía, se sentía mareado y sus ojos pesan.

Emilio intentó abrir los ojos, pero sintió la luz quemando y los volvió a cerrar.

-¿Cómo te sientes?- Joaquín  luego de cerrar la puerta se sentó junto a Emilio y colocó su mano en sus mejillas

-He estado mejor. ¿Como llegue aquí?- pregunto abriendo lentamente los ojos

-yo te traje. Te has dormido en nuestro lugar y no quise despertarte.

Nuestro lugar.  Aquellas palabras sonaron extrañas para el mayor, sin embargo le gustó escucharlas.

-oh.- Joaquín sonrió al ver el ceño fruncido de Emilio, se le hizo tierno ver como intentaba tener sus ojos abiertos y fallaba.

-te dejaré dormir, pero primero tienes que comer algo.  Te traje esto.- hablo entregándole una bandeja con comida y agua

-Tienes que comer tú.

-Sabía que dirías eso. Ya desayune, esto lo traje con ayuda de Mary,  quien dice que te manda un beso, por cierto.

-Esta bien, gracias. Luego ire a darle las gracias.

-oye Em... ¿Puedo preguntarte algo?

-Ya lo estás haciendo.- rió-. Claro, Joaco. Dime

-Mary... la he escuchado llamandote hijo, Niko me ha dicho que tu la llamaste 'ma' ¿Hay alguna razón para ello?- Joaquín pudo ver la duda reflejada en el rostro del rizado.

-Es una historia muy larga.

-Esta bien, entiendo si no quieres hablar sobre ello.- Emilio miro fijamente los ojos de Joaquín y tomo una decision.

-no. Te dije que te hablaría sobre mi. Empezare a contarte.- Joaquín observó   atentamente mientras Emilio se incorporaba hasta quedar sentado con sus piernas cruzadas frente a el.

-Esta bien...-susurró.

-Cuando era pequeño mis padres nunca estaban en casa. Sólo los veía a la noche cuando volvían de sus trabajos, incluso habían días en los que no volvían. Al ser asi, tuvieron que contratar a una niñera.
Con tan solo 5 años, recuerdo haber visto llegar a Mary... Iba a ser solo una niñera de medio tiempo. Pero nunca se fue, ella me cuidaba día y noche. Tenia su familia, claro; pero con el tiempo también fui parte de ella.

Lo que debía ser sólo un trabajo de medio  tiempo como niñera, se convirtió en mucho más que eso.

Mary fue mi niñera, la cocinera de casa, la mucama, y muchas cosas más.  Pero lo más importante, se convirtió en una madre.

Ella me crió, ella me enseñó valores que mi madre de sangre nunca me enseñó.

Recuerdo que había días en los que mi madre estaba en casa  y me regañaba porque me escuchaba llamándola "mama". Pero, es lo que era. Mary se merecía que la llame mamá, no ella...- un silencio se hizo presente entre ambos.

-¿Por qué está aquí?

-cuando le llegó la noticia de que tendría que venir a prisión, ella no dudó un segundo en tratar de conseguir un empleo aquí, por mi.

Ella está aquí por mi.

Obviamente no se lo permití, cuando la vi en este lugar tuvimos una discusión. La trate muy mal, la ignore por días, trate de que se vaya porque no quería que se perjudique por mi, no quería que viva toda esta mierda por mi, pero ella nunca me escuchó, siempre hizo oídos sordos a mis súplicas.

mi pequeño prisionero  | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora