Jack Torrance está muerto

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«No voy a hacerte daño Wendy, sólo voy a arrancarte tu jodida cabeza».

Jack Torrance amenaza a Wendy en "El resplandor". Sentados en el sofá, Robert y yo vemos la película. En ésta no se recurre para nada al susto fácil, un terror psicológico y muy penetrante permanece durante todo el film. Las de miedo siempre han sido mis favoritas aunque luego pase días con pesadillas... llaman a la puerta, Robert se levanta a abrir, regresa al salón acompañado de Mat, viene a ver cómo estoy. Se sientan cada uno a un lado, quedo entre ambos, me avergüenza reconocer que en el fondo me alegra haber saltado, me siento especial, fue una temeridad, si, pero no pasó nada grave y me ha servido para ver que les importo.
-¿Cómo estás? ¿Te duele algo?- A Mat parece que aún no se le ha pasado el susto. -Estoy bien... - Robert contesta también:- le duele el trasero, ¿verdad?- Me mira sonriendo, ¿pero qué hace?, conforme dice esa frase lo fulmino con la mirada, ¿qué les pasa a estos dos? Mat continúa:- Me alegra ver que no ha sido nada grave... que te duela el trasero ahora es un daño colateral de tus actos Ana, no pongas esa cara...- Estoy alucinando, en mi casa nunca he vivido escenas de castigos ni nada que se le parezca, la naturalidad con la que hablan del tema me tiene con la boca abierta.- Parece que todo esto para vosotros es muy normal...- digo mirándome las manos mientras le doy vueltas al anillo de mi dedo anular,-¿es que no os incomoda?... los dos se miran con expresión divertida por ver mi vergüenza y dicen a la par:- ¡no!

Seguimos viendo la película, Jack persigue a Danny a través de la nieve, agarro fuerte la manga de la camiseta de Mat, me mira y me echa el brazo por encima, mi cabeza queda en su pecho:-¿miedo?- miro hacia arriba sonriendo, -si.... pero me gusta- Robert nos mira adusto y dice:-no os pongáis muy cómodos, está terminando.-

Es de día y ha dejado de nevar. Jack Torrance está muerto, congelado por el frío y con el rostro cubierto de carámbanos de hielo. Mat se mueve un poco, yo también me incorporo, con pereza, estaba muy cómoda abrazada a él, -que películas más encantadoras le gustan a tu hermana.- dice esto poniéndose en pie,- chicos me voy a casa, Ana cuídate, no provoques más a Robert.- De nuevo se encienden mis mejillas, no me acostumbro. Robert acompaña a Mat a la salida:- adiós Mat, gracias por visitar a Ana, nos vemos mañana, sé puntual ¿vale? Tenemos el campo reservado a las 10'00.- Mat responde conforme se aleja caminando:- ¡allí estaré!

- Ana, me voy a la cama, mañana tengo partido con los chicos, buenas noches, no te vayas a quedar dormida en el sofá.- Sonrío a Robert: -no, tranquilo, en un rato me iré también a la cama-.

Ana,... Ana,... ¡Ana despierta!

Abro los ojos, efectivamente, me quedé dormida en el sofá. Robert está terminando de preparar su bolsa de deporte, - joder Ana te dije que te acostaras, es que no me haces ni caso ¿eh?- estoy reventada, - tienes razón, me quedé dormida, voy a la cama... - Robert coge las llaves y saliendo por la puerta me dice:- ¡te veré luego, vendré a comer contigo! Se cierra la puerta.

Al levantarme del sofá aún noto el castigo de Robert, una vez en mi habitación, no puedo evitar echar un vistazo, me acerco a un espejo oval grande, de cuerpo entero, me giro de espaldas a él, bajo el pantalón del pijama, tiro del elástico de mis bragas y lo desplazo hacia el interior, con una torsión de mi cintura, giro para encontrarme varios morados, en un glúteo más que en el otro. Aún violáceos y algo hinchados, paso mis dedos por la piel, palpo con la mano entera, acaricio, aprieto un poco, exploro sensaciones. Bajo mi ropa interior hasta los tobillos, cojo un bote de crema y la extiendo con suavidad, refresca y calma. Pienso en cómo se comporta Robert, creo que tendré que acostumbrarme a esto.

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