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Me quedo parada, todavía dentro de la casa de Olivia, viendo a mi madre sin creer que sea ella quien me busca. 

—Mille, por favor —murmura ella, mientras sostiene con ambas manos su cartera—. Necesito que ambas hablemos de lo que está pasando.

Suspiro pesadamente, me había ido de la casa por una razón principal: Bryce, y ahora la casa me persigue a mí. Cierro despacio la puerta de la entrada, quedando frente a frente con mi madre en el recibidor del hogar.

—No quiero hablar de nada de lo que pasó en el juicio, así que por favor madre, déjame tranquila —le pido, casi suena como una súplica.

—Camille, sé que todos estos años estuve más ocupada siendo una esposa más que una madre —admite, intentando tomar mi mano. Me muevo enseguida para que no lo logre, fue un acto reflejo inconsciente—. Pero ahora necesito que me digas si tú sabes la verdad sobre Bryce y esa chica.

—Ya conté mi verdad, en el juicio en el que tú estabas presente.

—Lo sé, pero no has podido decir todo por lo que pasó. Mille, antes de que hablemos de que tal vez tu... condición haya vuelto, necesito que me digas todo lo que sabes de Bryce.

—Es una larga historia —le digo, rogando que ella prefiera irse al hogar antes que obligarme a decir todo lo que mi hermano hizo, de nuevo.

—Tengo toda la noche —afirma, así que no me queda otra opción más que comenzar a hablar.


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—Aún no puedo creer que le haya hecho esto a su propia novia —murmuro, mientras Jess sostiene las polaroids que conseguimos gracias a Zach. Justin y Clay habían querido reunirse con ella antes de que inicie la declaración de Bryce, así que los cuatro nos encontramos en Monet's.

—Si ella no supo que él le hizo esto, quedará devastada. Y cuando lo esté, yo no seré la persona que le diga que todos deben saberlo —responde Jess, y devuelve las fotos a Clay —. Deben destruir a Bryce sin usarla a ella.

—Él sólo mentirá —asegura él.

—Quizás —responde rápidamente la morena—, pero vas allí pensando qué vas a decir, y luego todo termina al revés de cómo querías.

—Si no paramos esto, habrá más Chloes, Bryces y... Ninas —Clay hace una pausa midiendo sus palabras, y estudiando las reacciones de Jessica mientras él le pasa una polaroid más: Nina en el club.

—Por Dios —susurra ella, tomando la foto de las manos de Clay.

—Esas son pruebas Jessica, pruebas de lo que ellos son. Pruebas de que no estás sola —le asegura él, pero la morena lo mira con algo de recelo.

—¿Y eso lo hace más fácil? ¿Cómo si fuéramos parte de un club? Por Dios, chicos... —dice, y luego se queda en silencio. Guarda las tres polaroids, tanto la de Nina como las dos que implican a Bryce y Chloe, en su bolso mientras se pone de pie.

Game Over - Zach DempseyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora