Mercenaria (Collingwoods I)

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Hola, como os prometí, he pensado de escribir un spin-off sobre uno de los personajes. En este spin-off saldrían antiguos personajes y nuevos, y se situaría dos años después de los acontecimientos sucedidos en Mercenaria. Aquí tenéis un extracto:

Despertó con una resaca horrible y miró el reloj. Las una del mediodía. Se estiró tranquilamente y pensó en tener un brunch cuando se acordó de la reunión.
Mierda.
Se metió en la ducha corriendo y se enjabono rápidamente, intentando eliminar los restos de alcohol. Y el resto de pecados.
Se puso unos vaqueros que se ajustaban perfectamente a sus caderas y un jersey fino. Al fin y al cabo, la reunión era en su propia casa.

(...)

Entró al despacho donde su hermano mayor lo esperaba.
- Llegas tarde.
- Lo bueno se hace esperar -bromeó.
Jack le ofreció una silla y Derek se sentó. Había algo serio en la expresión de su hermano, más serio de lo habitual.
Derek no dijo nada, supuso que cuando Jack le había citado para hablar de algo importante, tendría que ver con negocios.
- ¿Ocurre algo? ¿Es esto por el fracaso de la operación comedia?
Una operación que había sido su culpa, en realidad. Derek había actuado sin pensar, como hacía el noventa y nueve por ciento de las veces. Bueno, el cien por ciento.
- Será mejor que eso no se repita -advirtió Jack-. De todas formas tenemos que esperar a...
- Ya estoy aquí -dijo una voz.
Su cuñada Lily entró vestida con un sencillo vestido negro de mangas largas. Llevaba el pelo recién cortado en una melena que pasaba del hombro y una pequeña sonrisa que se volvió maliciosa cuando fijó la atención en su marido.
- Ella también llega tarde -se quejó Derek.
Jack se despegó del escritorio y dejó que su esposa se sentase en sus rodillas, como siempre hacían. Su hermano pasó un brazo por su cintura, acariciandola y ella le dio un pequeño beso en los labios.
- Ella puede hacer lo que quiera -replicó su hermano.
Derek nunca lo admitiría, pero había algo intimidante en aquellos dos. Ambos exudaban poder por separado, pero juntos parecian invencibles y algo fuera de este mundo.
- Tenemos un negocio que proponerte -empezó Lily, sacando a Derek de sus ensoñaciones.
- Como bien sabes, Collingwood S.L. e Industrias Collingwood van mejor que nunca.
Asintió, recordando el artículo de la revista Forbes donde su familia encabezaba uno de los primeros puestos.
- Sin embargo, ¿sabes quién es Matteo Fabirelli?
- El magnate estadounidense -escupió. Uno afincado en Inglaterra que empezaba a expandir su imperio. Uno basado en industrias y tecnología, como el de su familia-. Un pez gordo.
Uno como había sido Robert McAllister.
- Así es -Lily le pasó una carpeta-. Uno que va detrás de las antiguas fábricas McAllister que ahora son Bel-Hadid.
Intentó no hacer una mueca ante aquel último nombre y se encogió de hombros. Amira Bel-Hadid había sido la única heredera de Robert McAllister y desde hace dos años era una de las mujeres más poderosas de Inglaterra y Escocia.
- Ajá, ¿y qué tiene que ver conmigo?
Lily y Jack se miraron, una conversación silenciosa entre ellos. A Derek no le gustó donde se estaba dirigiendo la conversación.
- Cómo bien sabes -explicó la muchacha-, el poder de Amira no es estable y necesita de un poderoso aliado. Es por eso que Matteo va tras ella, para que sea su esposa.
- ¿De verdad me habéis citado para discutir la vida amorosa de una persona que no me interesa?
Las siguientes palabras de Jack cambiarían su mundo y toda su vida:
- Queremos evitar que eso pase. Queremos que te cases con ella.