¿Amor?, eso no esta en mi vocabulario. [Terminada]

Capítulo 21: Acosadores y Rupturas. :'(

Tres meses después:

Todo iba bien en mi vida, aunque Bruno y yo ya no nos veíamos, pero eso se debía a que tenía mucho trabajo. Ahora soy la secretaria de Wiliam, fue... algo como esto.

*Flashback*

Un carraspeo hizo que los dos nos separáramos y yo sonreí inocente al ver la cara de pocos amigos que se cargaban Bruno y Nick.

-¿Nos presentarías? -Preguntó Bruno con enfado, sabía que se había puesto celoso y a decir verdad, me encantaba. En cuanto a Nick...

-Oh, sí. -Contesté y me paré entre medio de los dos. -Bruno, él es un viejo amigo. Se llama William. William, este es mi novio, Bruno. -No sabía como reaccionar. Bruno lo quería asesinar con la mirada mientras que William le dedicaba una sonrisa retadora.

-Un gusto. -Saludó William, alargando su mano para estrecharla. Sin embargo, Bruno se cruzó de brazos, dando a entender que no estrecharía su mano con la de él. William quito su mano y le dedico otra sonrisa burlona, luego se giró a mí. Yo le sonreí incómoda, de fondo, Melannie y Jessica chismeaban mientras veían el espectáculo.

-¿A qué se debe tu visita, preciosa? -Preguntó haciendo énfasis en preciosa, miró por el rabillo del ojo a Bruno, quien echaba humo por las narices. Suspiré porque supe de inmediato que se estaba burlando de él.

-Vine a pedirte empleo. -Contesté haciendo una mueca, ignorando sus burlas hacia Bruno.

-Oh, en ese caso... Pasa a mi oficina. -Asentí y comencé a caminar hacia dentro, sentí que Bruno me seguía, pero William lo detuvo en seco, diciéndole: -Ella sola. -Bruno gruño y se quedó quieto mientras los dos entrábamos. Cuando ya estábamos adentro William comenzó a reír, yo sonreí.

-Tu novio es muy celoso... ¿Qué paso con- ? -Se interrumpió y carraspeo. Negué con la cabeza indicándole que no pasaba nada.

-Pues me irrité, después de algunos años, empecé a estar con Bruno. -Él me miro con lástima mientras yo me encogía de hombros.

-Bien... Justamente tengo un trabajo para ti. -Contestó cambiando radicalmente de tema.

-Y... ¿En qué consiste? -Pregunté con un ligero coqueteo entre amigos.

-En que seas mi secretaria. -Contestó directo con mirada de pervertido, alce la cejas con una mezcla de incredulidad y coqueteo bromista.

-Acepto. Pero ni creas que voy a estar dándote sexo, ¿Escuchaste? -Pregunté levantándome del sofá en el que previamente me había sentado y el río mientras se sentaba en su silla.

-Ok, ok... De todos modos no te lo pediría, ya que si tu novio me ve me quedo sin descendencia. Y eres menor de edad, no me convendría por donde quiera que lo vieras. No son un idiota, Maddie. -Reí por lo bajo, puesto que todas esas razones eran lo suficientemente válidas. William se paró de golpe de la silla. -Pero por mucho que no sea un idiota, al menos, me llevaré esto a casa. -dijo y antes de que le pudiera dar un golpe en el rostro, sus labios ya estaba comiéndose a los míos. Abrí mucho los ojos. 

Cuando menos me acordé, no supe por qué ni cuando, le seguí el juego. Él me tomo por la cintura y me pego más a él explorando cada rincón de mi espalda, esto estaba mal. Caí en la razón y me separé de él con un empujón. -¡¿Qué demonios haces?!- grité como loca desquiciada, y él me sonrió.

-Te besé, ¿Que eso está mal? -Preguntó acomodándose un poco el cabello. Mi relación con William era algo delicada, como se podrán dar cuenta. -Claro que está mal. Ya no es como antes William, ahora esta relación que tengo es seria y no puedo engañarlo. Además, tienes que taladrarte en la cabeza que sigo siendo menor de edad. Aunque en el pasado hayamos infringido las leyes, eso no significa que quiera seguir haciéndolo. -Expliqué limpiándome la boca y arreglando mi cabellera rubia.