¿Amor?, eso no esta en mi vocabulario. [Terminada]

Capítulo 15: Estúpido celoso...

Bruno's POV.

Estaba ahí, parado.

-¿Qué es lo que estuviste haciendo aquí?- dije realmente enojado, no lo puedo creer.

-Pues ya sabes... cosas...-dijo Maddie con un tono de nerviosismo.

-¿Por qué todo está patas arriba?- pregunté y ella comenzó a andar hacia adentro de la habitación.

-Es que creí que el proyecto tenía muy poca información y pues pensé que sería mejor agregarle más...-dijo tranquila mientras levantaba unas cuantas hojas que se encontraban tiradas en el piso.

-¿A qué maldita hora te dormiste?- pregunté enfadado, al darme cuenta de sus grandes ojeras.

-No sé... creo que a las 3 u 5...- dijo encogiéndose de hombros.

-¡¿CÓMO??!- pregunté alterado, no lo puedo creer.

-Calmate, no es para tanto...- dijo y se encogió de hombros, esta vez me senté en su cama, me quede observando toda la habitación hecha un desastre, y a mi amada novia que aún tenía la camisa puesta.

Bufé -¿Y como es que terminaste con esa camisa de hombre?- pregunté y ella sonrió.

-Mi hermano, mi pijama se mojó toda de jugo y él no me dejo que durmiera en ropa interior así que... ya ves.- ¿ok? Esto era demasiado extraño, muy extraño...

-Cambiate que debemos ir al instituto.- dije y salí de la habitación, y a lo lejos escuche como me decía "pero si aún es temprano..." -Más vale temprano que tarde, ¡así que APURATE!- Escuché un gruñido por su parte y yo sonreí, me encantaba hacerla enojar...

Después de 30 minutos:

-¿Qué demonios estabas haciendo ahí encerrada? ¿Qué? ¿La ropa es de fierro?- pregunté algo enfadado de estar esperando en su pequeña sala, ahí, sentado como idiota, esperando a que mi Julieta terminara de ponerse bella para mí, su Romeo.

-Hey, que otras chicas SI tardan ¿Eh?- dijo algo indignada por mis preguntas...

-Y... ¿Le dijiste a tu mamá de aquella vez?- dije ahora serio, ella me volteó a ver y negó con la cabeza, sería también.

-Le diré hoy, pero... quiero que vengas conmigo. Sería un favor muy importante para mí.- Me contestó y cuando terminó me sonrió con dulzura, creo que esta relación si va a funcionar...

-Claro que iré contigo, haría cualquier cosa por mi chica.- contesté y pasé mi brazo por sus hombros apegándola más a mí, abrí la puerta del carro de mi madre, no sabía cuando voy a poder tener mi auto, tengo que pagar y ahora no tengo dinero, pero total el auto de mi madre no estaba tan mal, ella se va en una camioneta que tenemos.

Ella subió también y arranqué el auto.

-Oye, ahora que me acuerdo, ¿Y tu hermano y tu mamá?- Pregunté algo confundido, porque cuando llegue a su casa ella se encontraba sola.

-Pues mi hermano se fue temprano con un amigo, a saber donde, de hecho hace una hora, y mi mamá se encontraba en su habitación...- dijo a la ligera y yo me asusté por completo.

-¿Y si la desperté?- pregunté con temor...

-No lo creo, mi madre toma pastillas para dormir, así que supongo que tus gritos no la despertaron- dijo y se escogió de hombros.

Maddie's POV.

Cuando llegamos Bruno salió del auto y luego me abrió la puerta tomándome de la mano, caminamos con esas miradas que todo el tiempo se posaron en nosotros, éramos, esta vez los "bichos raros", entonces vi venir a Jack pensé que saludaría a Bruno como siempre, pero no, paso de nosotros chocando su hombro con el de Bruno, provocando que Bruno se hiciera un poco para atrás.

-¿Están enojados?- Pregunté, él se puso tieso como roca y apretó mi mano para después agachar la cabeza, entonces supuse que sí. -¿Fue... fue por mí?- Pregunté algo avergonzada...

Él no dijo nada, solo siguió caminando con la cabeza gacha, entonces me desesperé.

-Bruno, fue por mí, ¿Cierto?- Pregunté esta vez dejando de caminar e interponiéndome en su camino.

Esta vez Bruno alzo su cabeza para verme directo a los ojos, los tenía cristalizados, que hacía que sus ojos azules resaltaran más.

-¿Por qué?- pregunté, con la voz más quebrada que nunca.

Él no contesto, solo se limitó a tomarme de la mano y guiarnos a uno de los pasillos más solitarios que había en todo el edificio.

-Mira, es que... como te lo digo...- Comenzó a rascarse la nuca y comprendí que estaba nervioso.

-Dilo, prometo que no me enfadaré, ni contigo, ni con Jack- dije para tratar de calmarlo.

Suspiro para después decirme -Jack, él fue el primero que se interesó por ti, pero, no sé qué paso, pero no quería que él jugara contigo como lo hizo con todas aquí, y... como nunca había tenido contacto contigo, no te conocía bien, después de lo del castigo, me empezaste a...- Hizo una pausa e inhaló. -Me empezaste a atraer, y como nunca me había pasado algo como esto, decidí hacerte esa pequeña broma, con la excusa de pedirte que fueras mi novia, entonces Jack se molestó conmigo, porque él también quería invitarte a salir y pues... Ya sabes la continuación ¿No?- Terminó y me miró con preocupación, mientras yo tenía una postura de shock.

-Está bien, dije que no me enfadaría, y... trataré de no hacerlo- dije intentando recuperar la cordura.

-Ay, qué bueno, creí que me matarías aquí mismo...- dijo con un suspiró de alivio.

-Creeme que si no te quisiera ya estarías enterrado debajo de ese casillero.- dije y apunté el casillero de la esquina, luego de 2 segundos me percaté de lo que había dicho.

-¿O sea que si me quieres?-Preguntó él con toda la ilusión asomándosele por los ojos, normalmente hubiera dicho algo como "no... no, lo q, q, que quise decir fue..." o "C, c, c, claro que no idiota, quitate de mi camino..." pero en esta ocasión no iba a ser así.

-Sí, te quiero y mucho idiota...- dije y lo tomé por el cuello y le planté un beso, y él me lo siguió.

Cuando nos separamos, él me sonrió como un niño de 4 años al que le han comprado un juguete que ha querido durante mucho tiempo, y entonces salieron de sus labios, algo que ningún chico, ni Alex me había dicho.

-Yo también te quiero.- dijo y volvimos a unir nuestros labios, me sentía la chica más querida en todo el planeta tierra.

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Me encontraba en mi casillero, buscando los libros de Química y de Literatura, cuando... alguien me abrazo por detrás y poso su cabeza en mi hombro, entonces supe que era Bruno, así que sonreí como una tonta.

Sentí como se reía y comencé a reír yo también.

-Pensé que ya no me querías- susurro en mi oído y palidecí hasta convertirme en uno de esos maniquíes que ponen en las tiendas de cuerpo completo, este no era mi Bruno.