SIEMPRE NOS QUEDARÁ PARÍS (CLEXA AU)

Capítulo 11: De vuelta a la realidad

El primer día de Clarke en el trabajo después de su experiencia surrealista en París comenzó en la sala de conferencias en la planta de Traumatología, escuchando la presentación de Octavia de un caso clínico sobre un paciente que sufrió una lesión traumática en el hombro; tratado con éxito con plasma rico en plaquetas (PRP) después de un falta de respuesta a la fisioterapia estándar.

Le había enviado un mensaje de texto a Eva esa mañana pidiéndole quedar para almorzar después del trabajo y su teléfono vibró justo cuando Octavia estaba a punto de terminar su presentación.

Clarke lo sacó del bolsillo de su bata blanca y desbloqueó la pantalla.

Mensajes de texto

Eva:
¿Qué diablos te pasó, Clarke? No he tenido noticias tuyas desde el domingo por la noche y ¿ahora quieres hablar?

Clarke:
Te dije que no quería hablar por teléfono y que te vería cuando volviera. Estoy aquí ahora, ¿podríamos quedar después del trabajo?

Eva:
No entiendo lo que está pasando, de verdad. Si me estás castigando por nuestra pequeña "pelea" el viernes... eso sería muy infantil de tu parte, Clarke.

Clarke exhaló, sintiendo la tensión acumularse en su interior debido a las palabras de Eva. Estaba harta de ese tipo de comportamiento condescendiente y se sorprendió de que su novia no pareciera conocerla en absoluto. Clarke nunca desaparecería así solo por una pelea estúpida, no era tan inmadura y el hecho de que Eva pensara tan poco de ella era otra confirmación de que su relación definitivamente había terminado.

Respiró hondo y comenzó a escribir de nuevo.

Clarke:
Eva, por favor. Hablemos y te lo explicaré todo. ¿Nos vemos en el Trocadero Arena a las 16:15?

Eva:
Vale.

Fue entonces cuando Octavia terminó su presentación, por lo que los residentes y especialistas la aplaudieron y la felicitaron antes de salir de la sala de conferencias para continuar con sus tareas del día.

Clarke se acercó al escritorio y esperó a que Octavia apagara el ordenador antes de abrazarla.

- ¡Eso fue increíble, O! ¡Felicidades! - dijo la rubia mientras retrocedía, mirándola a los ojos.

- ¡Gracias! - Octavia sonrió. - ¿Me veía nerviosa? Porque casi me cago los pantalones.

- Oh, eso era ese olor - se rio Clarke y recibió un empujón en el hombro. - Parecías muy tranquila y profesional, no te preocupes.

- Bien - Octavia exhaló y comenzó a caminar hacia la puerta. - ¿Tienes tiempo para un café rápido? ¡Necesito saber todo sobre París!

- Lo siento, no... Tengo que irme, el Dr. Álvarez me está esperando para hacer la visita juntos y luego tengo que escribir dos informes de alta antes de una cirugía de prótesis total de cadera.

- ¿Entonces almorzamos después del trabajo?

- No puedo... He quedado con Eva - Clarke rechazó la invitación y Octavia notó la expresión triste en su rostro.

- ¿Está... está todo bien? - preguntó ella mientras tocaba el brazo de Clarke, deteniéndose en medio del pasillo.

- En realidad no...

Clarke sintió que quería contarle todo, especialmente después de ver la preocupación en los ojos de su amiga.

- No puedo hablar de eso ahora, pero ¿qué tal si pasas por el apartamento más tarde esta noche y podemos pasar el rato? - sugirió Clarke. - Además, Raven tiene mucho que contar sobre su noche loca en París.