Capítulo 32: Perturbación

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Lexa se preguntaba qué demonios la había poseído para decidir repentinamente ser espontánea y aparecer sin previo aviso, frente al edificio que le dio los mejores recuerdos de su vida. Le pareció gracioso cómo mirar una simple estructura de hormigón podía hacer que su corazón latiera absurdamente rápido, sabiendo que la persona que vivía detrás de esas paredes estaba a punto de salir. La castaña ni siquiera recordaba haber subido a un avión y no tenía idea de dónde estaba su maleta, atribuyendo su confusión al jet lag y a los nervios que sentía en la boca del estómago al pasar la rampa de entrada del estacionamiento.

En lugar de tocar el timbre, decidió apoyarse en la motocicleta estacionada frente a la puerta principal del edificio, ansiosa por ver una sonrisa en los labios que necesitaba desesperadamente sentir sobre los suyos. 

La puerta se abrió de repente y su corazón casi saltó de su pecho cuando vio los suaves rizos rubios, balanceándose ligeramente contra los hombros de la mujer que estaba sosteniendo la puerta para otra mujer que entrelazó sus dedos detrás del cuello de la rubia, dándole un beso en los labios.

Lexa se quedó quieta al presenciar el beso apasionado de las dos mujeres, sintiendo un dolor agudo en el pecho y le resultaba difícil respirar ya que el nudo en la garganta parecía haber cortado el suministro de aire a los pulmones.

- Cla ... ¿Clarke ...? - apenas dejó escapar un susurro, las lágrimas cayendo por sus mejillas.

Las dos mujeres no parecían darse cuenta de su presencia, notándola solo después de que sus labios se separaran y ahora podía reconocer claramente a la otra mujer como la ex de Clarke.

Eva miró a Lexa con una sonrisa en el rostro y le susurró algo al oído de la rubia que se rio a carcajadas antes de finalmente hacer contacto visual con la joven actriz.

Era un tono azul que nunca había visto antes, más frío de lo que podría haber imaginado posible, tanto que congeló el corazón de Lexa. Podía jurar que dejó de latir, convirtiendo su cuerpo en una cáscara sin vida, completamente vacía y lista para desmoronarse.

- ¡Lexie! ¡Despierta! - escuchó la voz de su madre desde la distancia.

De repente, la cara de Clarke comenzó a desvanecerse y Lexa sintió las manos de su madre en sus mejillas sudorosas.

Finalmente abrió los ojos y vio la cara de Becca, luciendo preocupada mientras le acariciaba los rizos castaños.

- Fue solo una pesadilla, cariño ... está bien ... - consoló a Lexa al ver que todavía estaba luchando por volver a la realidad.

- Mamá ... - Lexa habló por fin, aliviada de escuchar su propia voz.

- Está bien, cariño ... estoy aquí ... - dijo con voz suave.

Lexa miró a su alrededor y su respiración se estabilizó, dándose cuenta de que había sido un mal sueño y que en realidad estaba en la cama, en su antigua habitación en Australia.

- ¿Grité? - preguntó ella mientras se sentaba.

- Lo hiciste, sí ... Llamabas a alguien ... Clarke... ¿puede ser?

- Oh ... - Lexa inclinó la cabeza hacia abajo.

- ¿Alguien importante? - Becca preguntó y vio a su hija asentir repetidamente. - ¿Te gustaría hablar de eso?

Lexa levantó la vista, dudando por un segundo, pero ver los compasivos ojos de su madre fue el único empuje que necesitaba para comenzar a hablar.

- Clarke ... bueno ... es la chica que he estado viendo ... - dijo en voz baja y vio a su madre exhalar, aliviada.

Ella inclinó la cabeza hacia un lado con la confusión escrita en toda su cara, mirando a Becca.

SIEMPRE NOS QUEDARÁ PARÍS (CLEXA AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora