Las guardias en el hospital pueden ir de un extremo a otro en un abrir y cerrar de ojos. Un minuto estás aburrido, sin saber qué hacer contigo mismo y de repente estás en la sala de operaciones, tratando de evitar que el paciente politraumatizado con múltiples fracturas abiertas se desangre en tu mesa de operaciones.
Desafortunadamente para Octavia, ese no fue el caso ese domingo en particular en el Departamento de Emergencia de Traumatología. Toda la mañana fue increíblemente lenta, los únicos dos casos que tuvo fueron un niño con un tobillo torcido y un hombre con un hombro dislocado, del cual se ocupó muy rápidamente.
El lado malo de todo era que tenía mucho tiempo para pensar, bueno, en quién más, si no Raven, y su encuentro en el baño el día anterior.
¿Raven estaría pensando en ella también?
¿Qué estaba pasando por su mente?
Se habían besado y esta vez se sintió aún más apasionado y salvaje, como si a sus cuerpos les faltara una parte vital que solo pudieran encontrar la una en la otra. El sabor de los labios de Raven la llevó de regreso a esa noche hace dos meses y medio y de repente no pudo entender por qué se había estado privando de ese placer durante tanto tiempo.
Y luego, un pensamiento no tan agradable invadió su mente; fue algo que siempre la hizo sentirse incómoda, desde la primera vez que cuestionó su propia sexualidad.
Su familia.
Su familia muy conservadora, profundamente religiosa.
Los amaba hasta la muerte y sabía que harían cualquier cosa por ella, pero los temas que tenían que ver con el sexo y las relaciones románticas nunca estaban abiertos a la discusión en el círculo familiar.
Querían lo mejor para ella y la habían apoyado en cada paso del camino; como cuando quería ser tenista profesional, comprándole de inmediato el equipo necesario y contratando el mejor entrenador de la zona. O cuando ella quería ser astrónoma; su padre no lo pensó dos veces antes de conducir tres horas para comprarle el mejor telescopio del país.
Ser hija única definitivamente tenía sus ventajas, pero también significaba que todas sus expectativas y esperanzas estaban centradas en ella. Estaba agradecida por todo lo que habían hecho por ella y su mayor deseo era hacerlos sentir orgullosos, y hasta ahora era una hija ejemplar.
Haber crecido en Montijo, un pequeño pueblo de la provincia de Badajoz, en la comunidad autónoma de Extramadura, estaba acostumbrada a que todos se metieran en los asuntos de los demás y nunca había hecho nada para avergonzar a su familia, por así decirlo.
Cuando Octavia fue aceptada en la Universidad de Valladolid para estudiar Medicina, fue una sensación agridulce porque, por un lado, estaba entusiasmada con las próximas aventuras en su vida, pero por otro lado, era la primera vez que iba a estar tan lejos de su familia. Sus padres también estaban preocupados, pero sabían que era el curso natural de la vida y que su hija estaba creciendo y siguiendo sus sueños. Su único deseo era que estuviera a salvo, por lo que insistieron en que viviera en una residencia universitaria católica para estudiantes durante los 6 años de sus estudios, lo que aceptó sin dudarlo.
Octavia nunca había mostrado ningún interés especial en los chicos ni en nadie en particular. No tenía nada que ver con el ambiente religioso en el que creció, especialmente porque investigó un poco sobre la religión cuando estaba en la escuela primaria, leyendo muchos libros sobre el tema y se declaró agnóstica. No en frente de sus padres, por supuesto, pero era algo así como una verdad tácita entre ellos.
Su primera experiencia sexual fue a la edad de 21 años con un chico muy agradable llamado Francisco Javier, que estaba enamorado de Octavia desde el momento en que la vio en la clase de Anatomía, en su primer año en la Facultad de Medicina. Fue incómodo y torpe, pero él estuvo muy gentil durante los tres minutos que duró, considerando que ambos eran vírgenes. Con el tiempo, el sexo mejoró y Octavia comenzó a descubrir sus gustos y disgustos, pero no pudo evitar preguntarse si alguna vez podría tener un orgasmo sin terminar ella misma.
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SIEMPRE NOS QUEDARÁ PARÍS (CLEXA AU)
FanfictionClarke Griffin, una joven doctora residente en España, va a una convención de fans en París y conoce a su actriz favorita Lexa Woods, quien parece estar interesada en darle algo más que un autógrafo. Ranking más impresionante: #1 clexa (18/04/2020) ...