Capítulo 40: Génesis

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NOTA:

Aquí estamos ... ¡Bienvenidxs al último capítulo! Estoy muy agradecida con todxs lxs que os habéis tomado el tiempo de leer mi historia, y estoy especialmente agradecida por todos los comentarios que habéis dejado a lo largo de los capítulos. Realmente me ha ayudado a dar forma a la narrativa y creo que me he convertido en una mejor escritora gracias a vosotrxs.

¡Gracias!

PD Deliberadamente he hecho que el COVID-19 no exista en la historia, ya que siento que todos estamos rodeados de todo tipo de información y desinformación al respecto y, sinceramente, como médica, se ha convertido en una gran parte de mi trabajo en las últimas semanas... Así que decidí darles a nuestras Clexa un mundo libre de coronavirus, por eso la Convención en París NO ha sido cancelada 😄

Ha sido un placer absoluto y espero que hayáis disfrutado leyendo la historia tanto como yo disfruté escribiéndola.

S.


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Era casi insoportable cómo el tiempo parecía haberse detenido en el mes de marzo y no importaba lo ocupada que intentara quedarse, la impaciencia de Clarke en realidad crecía a medida que pasaban los días. De todos modos, la paciencia nunca había sido su virtud y se estaba volviendo aún más consciente de ello el último día del mes mientras contaba los minutos, esperando que terminara su turno para poder ir a casa y prepararse para su vuelo esa misma noche.

Una vez que Clarke se aseguró de tener todo lo que necesitaba durante los diez días que pasaría con su familia en Australia, se subió al coche con Raven, que se había ofrecido a llevarla al aeropuerto de Málaga.

Después de un viaje de 45 minutos, llegaron a la terminal de salida y Raven caminó con Clarke hasta el punto de control de seguridad después de dejar el vehículo en el estacionamiento del aeropuerto.

- Gracias por llevarme, Rey - dijo Clarke mientras se preparaba para pasar el control de seguridad.

- Por supuesto, tía ... ni lo menciones - Raven le guiñó un ojo a su amiga.

- Sin embargo, debes estar harta y cansada de conducir ... yendo a Madrid todos los fines de semana para estar con Octavia y ahora llevándome al aeropuerto ...

- Para nada - Raven sacudió la cabeza. - Tan pronto como veo su rostro, me olvido del largo viaje ... - sonrió suavemente.

- Ayyyy, mi Rey Rey está enamoradísima - bromeó Clarke.

- Ya, ya - Raven le dio un empujón en el hombro, tratando de desviar la atención de sus mejillas sonrojadas. - No olvides dar saludos de mi parte a... Ana...  - cambió de tema, moviendo las cejas hacia arriba y hacia abajo.

- ¡Puaj! Por favor, nunca vuelvas a decir el nombre de mi madre así ... - Clarke frunció el ceño. - Es... ugh.

- ¿Qué? - se rio Raven. - Es su nombre, ¿no?

- ¡Sabes muy bien a qué me refiero! - Clarke no pudo evitar reírse también. - Me tengo que ir ... gracias de nuevo ... ¡Conduce con cuidado!

- Lo haré - le aseguró Raven. - Envíame un mensaje de texto cuando aterrices, ¿de acuerdo?

- Vale ... ¡Adiós Rey! - Clarke abrazó a su amiga antes de alejarse en dirección al control de seguridad.


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Poco menos de treinta horas y dos escalas más tarde, Clarke llegó al aeropuerto de Melbourne alrededor de las 2 de la tarde del 2 de abril.

SIEMPRE NOS QUEDARÁ PARÍS (CLEXA AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora