Capítulo 18: Hércules

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Una de las cosas que Clarke amaba hacer era, lo creas o no, limpiar. Encontraba un gran placer en tomarse todo el día para esa actividad, siempre dejando el apartamento impecable. También lo veía como algo muy terapéutico, como había descubierto en los años anteriores, y tampoco le importaba el "efecto secundario" de quemar calorías en el proceso. Para ella fue definitivamente mucho más divertido que correr, algo que nunca le gustó, incluso cuando era jugadora de baloncesto en la escuela secundaria.

Era el día después de que Raven se había ido a su casa en Nueva York, por lo que Clarke pasó toda la tarde limpiando todo el apartamento mientras disfrutaba de una música enérgica y ruidosa de fondo. Sacó la ropa de la canasta de ropa sucia en su baño y luego fue al de Raven para hacer lo mismo. 

Al salir del baño de su compañera de piso, justo cuando estaba a punto de ir al lavadero/almacén entre los dos baños, notó que la bolsa deportiva de Raven estaba en el suelo. Sacudió la bolsa para sacar las cosas de Raven y entonces notó un sobre blanco entre la ropa deportiva. Se inclinó y lo tomó para mirarlo de cerca y al darle la vuelta, vio el nombre de Octavia escrito en el frente y se dio cuenta de que era la carta que Raven había planeado darle la noche que la vio besando a Ricky. 

Pensó en dejarlo en la habitación de Raven, pero sabía que la latina probablemente lo tiraría tan pronto como regresara de Nueva York, por lo que lo escondió en un cajón en su propia habitación, esperando que Raven eventualmente cambiara de opinión y decidiera dárselo a Octavia.

Al final del día, Clarke estaba satisfecha con la limpieza del apartamento y decidió darse un baño agradable y relajarse con algo de música de SBTRKT en el fondo.

Después de un rato, cuando salió del baño, envolviendo una toalla alrededor de su cuerpo, escuchó el timbre sonar repetidamente y se apresuró a contestar el intercomunicador

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Después de un rato, cuando salió del baño, envolviendo una toalla alrededor de su cuerpo, escuchó el timbre sonar repetidamente y se apresuró a contestar el intercomunicador.

- ¿Hola?

- Clarke, soy yo - escuchó una voz femenina que se parecía mucho a Octavia.

- ¿O? ¿Eres tú?

- Si. ¿Déjame entrar?

- Claro, pasa - dijo Clarke y desbloqueó la puerta.

Era inusual que Octavia pasara sin avisar, especialmente a las 11 de la noche, pero Clarke no le dio demasiado importancia hasta que vio a su amiga salir del ascensor pareciendo... ¿enfadada? ¿Triste? ¿Ambas cosas?

- ¿Por qué no contestas tu teléfono? - le gritó a Clarke.

- Eh ... estaba en el baño - respondió Clarke confundida.

- ¿Una hora entera? - Octavia alzó las cejas y luego comenzó a pasearse por el salón.

- Estaba tomando un baño, mi teléfono probablemente esté en el dormitorio... - explicó tranquilamente. - ¿Por qué? ¿Qué está pasando?

- ¿Dónde está Raven? - de repente se detuvo y se paró en una pose de manos sobre las caderas, frente a Clarke.

- ¿Qué? - Clarke no sabía qué pensar del comportamiento de Octavia. - Ella no está aquí. ¿Por qué?

SIEMPRE NOS QUEDARÁ PARÍS (CLEXA AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora