Dicen por ahí que cuando se está enamorado el corazón se acelera, las ganas de estar con esa persona aumentan y al verla te invade la sensación de nerviosismo. Exactamente eso era lo que les sucedía a Mayte y Fernanda cuando estaban juntas. Era algo...
-¿Ya estas lista? - entró Isa a la habitación en la que estaban arreglando a May.
-Si - volteó a ver a su hermana con una sonrisa enorme.
-Chi - se acercó a ella para hacer que diera una vuelta - estas preciosa hermana.
-Gracias gordita - quería llorar de la emoción - ¿Viste a Fer?
-Aja - se secó las lágrimas - esta chulisima con tu.
Mayte llevaba puesto un vestido blanco de encaje que le llegaba hasta las rodillas, tenía un escote prominente y la espalda descubierta. Se puso unas sandalias elegantes pues la boda era en la playa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Vamos? - le preguntó Isa tomando su bolso - María viene con nosotras, y Paloma ya se fue con Fer.
-Si - sonrió acomodando su peinado - muero por ver a Fer.
-Lo sé - se dirigió a la puerta - por eso nos tenemos que apurar.
-Espera - corrió a su habitación - faltaba esto.
-¿Ibas a olvidar el ramo hermana? - comenzo a reír - tienes cabecita de novia.
-Ya vamos - bajaron donde las estaba esperando María.
-¡Estas bellisima ma! - la abrazó.
-Gracias mi vida - correspondió el abrazo - pero tu no te quedas atrás.
-Bueno - las empujó Isa a la salida - ¿Quieren que haya boda o no?
-Vamos antes de que se estrese más que yo - dijo May subiendo al coche.
*En el coche de Fer*
-¿Segura que me queda bien? - le preguntaba a Paloma.
-Si mamá - rió al notar lo insegura y nerviosa que estaba - ese traje te queda perfecto.
Fer había elegido un traje de verano color blanco, llevaba una camisa liviana con los primero botones desprendidos y un saco blanco sobre ella, que tenía una de las flores preferidas de May en el bolsillo. No se esmeró demasiado porque era consciente de que terminada la ceremonia el saco y los zapatos quedarían en una silla debido al calor.
-¿Viste a May? - sonrió mientras conducía.
-Si, estaba divina. Elegiste muy bien mamá, es bella y de buen corazón - colocó algo de música.
Jamás hubiese pensado oír a su hija decir eso - no sabes lo bien que me hace saber que piensas eso - tomó su mano.
Paloma solo le sonrió y se dispuso a cantar el resto del camino hacia la playa. A la media hora llegaron. Todos los invitados estaban en sus asientos esperandolas a ellas.
La ceremonia se haría dentro de una carpa rectangular gigante, de esas que no tienen nada que cubra sus lados. Todos los invitados tenían una vista perfecta de la playa y el mar. Junto a esa carpa se encontraba otra donde estaban las mesas donde almorzarian luego de la ceremonia, además de la barra de bebidas. Más adelante se encontraba la pista de baile y un escenario, cosa que no podía faltar.
Fer podía ver algo a través de la cortina transparente que se encontraba a la entrada pero al pasar no se imaginó que hubieran tantos invitados. Sonreía a todos mientras caminaba por la alfombra blanca de la mano de su hija. Sobre la alfombra había pétalos de rosas rojas, algo que había pedido Mayte para hacerlo más romántico. Fer caminó lo más lento que pudo hasta llegar a una mesa divinamente arreglada; con antorchas a los costados que serían encendidas en la noche. Alli las estaba esperando la jueza que las casaría.
Todos se pusieron de pie y aplaudieron. Su madre Margarita se acercó a ella con lágrimas en los ojos - estas hermosa hija - la abrazó.
-Gracias ma - correspondió el abrazo - muero de ansías por ver a Mayte.
-Ya debe de estar por llegar - le sonrio y volvió a su asiento.
En lo que llegaba Mayte, el coro se organizó y las damas de honor se dirigieron al otro lado de la cortina, donde se acercaba la otra novia de la mano de Joss, quien la entregaría. Mientras tanto Fer observaba de pie a los invitados que hablaban entre sí.
¿Ese es...- pensó abriendo los ojos como platos - Manuel? ¿Que demonios hace aquí?
El nerviosismo de Fer aumentó a tal punto de que comenzó a moverse de un lado a otro en su lugar. Paloma lo notó y se acercó - ¿Estas nerviosa?
-Si - dijo cerrando los ojos - Mijares está aquí, no sabía que May lo había invitado.
Paloma lo buscó con la mirada - es que no tendría que estar aquí, no estaba en la lista de invitados, ni en la tuya ni en la de May.
-¿Cómo? - abrió los ojos.
-Como escuchaste, los de seguridad lo habrán dejado pasar por ser quien es o de seguro se metió por otro lado de la playa - lo asesinó con la mirada.
-Bueno, ya está aquí. No podemos correrlo - vio que la primer dama de honor se acercaba a la alfombra.
-Ya llegó May - le sonrió a su hija - ve a sentarte amor.
Paloma fue a sentarse junto a su hermana María que ya se había sentado - ¿Cómo está May?
-Nerviosa - le respondió - ¿y mamá?
-Igual - dejó de hablar al oír al coro comenzar a cantar la canción que habían elegido.
Las damas de honor comenzaron a pasar una por una y se ubicaron a ambos lados de Fer. Todos los invitados se encontraban de pie esperando a que entrara Mayte para recibirla con un gran aplauso.
-¿Lista tía? - le preguntó Joss enlazando sus brazos.
Mayte lo miró de tal manera que lo asustó, estaba tan nerviosa que el ramo temblaba por los movimientos de sus manos - no Joss.
-¿No me digas que ya te arrepentiste? - abrió los ojos entrando en pánico.
