Capítulo 1
-¿_____ ya estás lista? –Me gritó mi mamá- ¿Empacaste todas tus cosas?, espero que no se te quede nada…
Reí en mis adentros; esta escena, parecía ya haberla vivido y me resultaba bastante conocida. ¿Deja vú? No lo creo, una simple casualidad debe ser.
-¡Sí, mamá! Y no te preocupes, ya estoy lo suficientemente grande para hacerme cargo de mis cosas.
Ya han pasado más de dos años desde que no salía del país, dos años en los que nuestra familia no había querido viajar por nada del mundo. El hecho de que papá y mamá se hayan reconciliado, no significa que ellos hayan olvidado ese “terrible accidente” del que suelen hablar sin dar muchas explicaciones. Hoy, eso iba a cambiar, no para ellos, pues se quedarían en casa como lo han hecho estos dos últimos años, pero para mí, las cosas si cambiarían.
- ¡Hija, no tienes idea de cuánto te extrañaremos! –Sollozó mi madre abrazándome muy fuerte- Siempre serás mi bebé.
- ¡Mamá! –Me quejé- Ya soy mayor de edad, creo que tengo derecho a estudiar en una buena universidad.
Así es, ya soy mayor de edad, hace un mes que cumplí años y aún me siento extraña al mencionar eso. Y me siento mucho más extraña al mencionar que fui aceptada en Oxford, la tan famosa universidad de Londres. ¿Quién lo diría? Mientras mi hermana hace sus estudios aquí, yo estaré en Inglaterra formando una vida independiente y nueva para mí.
- Recuerda hija que tu tía quiere verte, así que no te atrevas a quedarte en Londres… Debes ir primero a Holmes Chapel ¡Oh! Seguramente, ya ni recuerdas esa ciudad.
- Puede que sea así mamá –Exclamé segura- Pero ya me diste la dirección, ya me describiste como era nuestra casa y además, no sé por qué te preocupas de eso si mi tía me irá a ver al terminal.
- Ya sé, ya sé. Pero aún así, cuídate mucho, hija.
- Claro mamá –Acepté abrazándola de nuevo- Tú también.
Puede que a veces discutiera con mi ma y puede que a veces me enoje con ella, pero la extrañaré demasiado al igual que a toda mi familia.
Uno por uno, me despedí de cada una de esas personas que vivieron conmigo durante 18 años mientras esperaba el taxi que me llevaría al aeropuerto. A ninguno de nosotros le gustan mucho las despedidas, así que preferimos hacerlo simple y decirnos adiós en casa, en lugar de armar un drama en el aeropuerto… Aunque claro, el drama igual se armó en casa.
- Ya llegó el taxi –Dijo papá- Adiós hija.
- No nos olvides –Sollozó mamá entre lágrimas- Recuerda llamarnos cada noche.
- Claro que no los olvidaré, los llamaré todos los días. Adiós.
Subí al taxi junto con mi única maleta que llevaría a Inglaterra. No recordaba el clima de allá y preferí guardar poca ropa y una que otra cosa indispensable para mí. En la radio sonaba una canción triste, y la lluvia que estaba afuera no ayudaba mucho a mi estado de ánimo, sin embargo, me sentía emocionada. Viajábamos en silencio, pero mi cabeza estaba llena de voces y pensamientos, no podía evitar recordar a mi familia, a mi casa. Hoy dejaría todo eso atrás para seguir mi sueño y convertirme en una gran doctora. Tenía un presentimiento, no sé si sea bueno o malo, solo sé que las cosas cambiarían mucho en este nuevo país.
-Hemos llegado señorita –Avisó el chofer al detenerse en la entrada del aeropuerto.
Tras pagarle y sacar mi maleta, me dirigí a lo que sería mi vuelo a una nueva vida. No esperaba nada en Inglaterra, pero mi corazón me decía otra cosa; latía fuertemente, y a pesar de que yo estaba tranquila, este parecía pensar lo contrario.
La voz de una señorita anunció mi vuelo, yo ya había hecho todos los trámites necesarios y ahora solo me quedaba abordar y dirigirme hacia mi destino. Había algo bastante curioso en todo esto; cuando viajé con mi familia a Inglaterra hace más de dos años, lo hice este mismo día: uno de febrero. No sé por qué, pero cuando vi esta fecha en la página web de viajes la elegí inmediatamente y al enterarme que el mismo día había sido elegido por mi mamá antes, me dio cierta curiosidad. Esto significa que hace dos años exactamente, yo estaba en este mismo lugar para ir a Inglaterra. Caminaba buscando mi asiento mientras surgían varias preguntas en mi mente, ¿Por qué de pronto comienzo a recordar cosas pasadas? Yo decidí dejar todo atrás, decidí dejar mi pasado atrás ¿Por qué ésta emoción repentina? ¿Estará bien que vuelva al lugar dónde ocurrió ese problema? Tal vez, no debí haber aplicado a la beca en Oxford, pero, ya no había vuelta atrás.
-¿Te vas a sentar o qué? –Preguntó la chica que se encontraba al lado de mi asiento en el avión- ¡Vamos! Creo que las personas que están atrás tuyo, están enojadas.
Volteé y me di cuenta de que estaba obstruyendo el paso de las personas en el avión. Me disculpé con todos y me senté rápidamente, creo que debo dejar de distraerme tanto.
- Veo que no hablas mucho –Río la misma chica- Yo soy Summer ¿Cuál es tu nombre?
- Soy ______
- Mucho gusto –Comentó estirando su mano para saludarme- Es un placer conocerte.
Estaba a punto de tomar su mano para saludarla, pero algo en su muñeca me llamó la atención. Tenía escrito algo allí y por alguna razón, necesitaba saber qué era, me acerqué un poco más a ella y al fijarme más en su muñeca, logré leer que tenía un nombre allí: Hazza.
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