Capítulo 34
Había pasado una hora desde que Harry me llamó y apenas hace cinco minutos que había colgado el celular. Lo irónico es que, ya lo extrañaba de nuevo. La hora que hablamos renovó mis fuerzas para seguir adelante y luchar por Harry pese a lo que vaya a pasar más adelante; pues, a pesar de que no le dije nada a Harry sobre las fans, el hecho de haber hablado con él, me había hecho sentir mejor.
Escuché un ruido que interrumpió mis pensamientos y volteé a ver hacia atrás; allí estaba Summer con un pequeño gatito y una carta adjunta a él.
- ¿Tenemos mascota? –Pregunté curiosa mientras me acercaba a acariciar al pequeño.
- Yo diría ‘Tienes mascota’ –Afirmó mientras me entregaba la carta.
La miré confundida y tras vacilar un poco, tomé la carta. No es que odiara que me escribieran o algo por el estilo, pero después de mi última experiencia, le había agarrado cierta desconfianza a cualquier tipo de papel así.
- Tranquila, no es lo que piensas –Aseguró riendo- Iré al supermercado a comprar algo de comida para gato, mientras tanto, lee la carta.
Esperé a que saliera de mi habitación y me acosté en la cama junto con el gatito. Abrí la carta y enseguida reconocí la letra que estaba escrita allí. Era de Harry.
“Querida, ______
Sé que esto es algo bastante anticuado. Sé que quizá incluso te parezca un cliché… Pero déjame decirte que a veces, una buena forma de expresarme es mediante una carta y ¿Qué mejor receptor que tú? Estaremos algunas semanas alejados antes que yo pueda volver a Londres a visitarte, así que este pequeño gatito y esta carta, serán tus objetos claves para recordarme.
Escribir cartas no es algo que yo suela hacer, así que no se me ocurre mucho que escribir.
¡Ya sé! ¿Recuerdas cuando te pedí por primera vez que seas mi novia? Habíamos estado una semana separados, pero todo fue para bien. Si aún te interesa saberlo, sí, Agus fue quien me ayudó un poco. Me dijo que tú necesitabas pensar y darte cuenta de que me necesitabas. Esa chica fue muy sabia.
¿Recuerdas cuando fuimos a esa playa y nos dimos nuestro primer beso allí? No es algo que yo hubiera planeado, pero es una de las mejores cosas que he hecho en mi vida… Además de conocerte.
¿Y cómo olvidar cuándo te conocí? Nunca agradecí tanto que fueras tan distraída, ángel. Pensar que si no hubiera chocado contigo, nunca te hubiera conocido… ¿Sabes? Todas estas cosas solo me aseguran que el hecho de que tú y yo nos hayamos conocido no fue una simple casualidad, fue cosa del destino. Nosotros estaremos juntos pase lo que pase.
Nunca, lee bien, ángel: Nunca te dejaré ir. Porque tú y yo, merecemos nuestro final feliz.
Bueno, no acostumbro mucho a escribir, así que ya me duele la mano. No te rías ¿Eh? Ponle un lindo nombre a nuestro gatito. Será como nuestro hijo, así que amalo mucho… Pero no tanto porque si no me pondré celoso.
Te ama, Harry”
Una sonrisa estúpida estaba proyectada en mi cara y al darme cuenta de esto, no hice más que reír torpemente. Abracé la carta de Harry y luego al pequeño gatito que estaba a mi lado. Ya sé, esto era muy tonto, pero la felicidad que estaba sintiendo en ese momento, era inimaginable.
- Te llamaré Hazza –Susurré al pequeño gatito- Y te querré mucho.
Esperé esperanzada la respuesta del felino, pero lo único que hizo fue lamer su pata. Reí ante la ternura del momento y volví a abrazar al pequeño.
- Veo que ahora estás feliz –Dijo Summer recostada en la puerta- Supongo que ahora dormirás tranquila.
- Así es… Ya es tarde ¿Alimentas a Hazza por mí? –Pregunté haciendo puchero.
- Claro –Rió- Buenas noches.
Escuché la puerta de mi habitación cerrarse y me recosté en mi cama dispuesta a dormir. Mañana era un nuevo día en la universidad, un nuevo día sin Harry, un nuevo día aquí en Inglaterra… Poco a poco, sentía como mis párpados se cerraban lentamente, para por fin, cerrarse y así quedarme sumergida en un peculiar sueño.
- Ángel, nunca nos separaremos –Susurró Harry en mi oído- Nunca, nunca…
- Prométemelo –Supliqué con miedo- Por favor…
- Lo prome…
- ¿Qué pasa? –Pregunté al ver que no terminó la frase- ¿Estás bien, Harry?
Un rayo de luz me cegó y luego imágenes de miles de fans enojadas invadieron mi mente; Caitlin estaba entre ellas, Summer también… Luego Harry y los demás chicos se unieron al grupo de gente que tenía carteles de odio hacia mí. Estaba rodeada de odio, de gritos e insultos, las lágrimas recorrían mi rostro y trataba de no creer lo que estaba sucediendo.
- ¡Harry! –Exclamé hacia él- ¿Qué está pasando?
- Aléjate –Dijo Caitlin poniéndose en frente de él- Él es mío y solo mío.
Negué con la cabeza tratando de no creer en lo que estaba pasando y de pronto, todo se volvió oscuro, estaba sola… Me hallaba sola en un lugar vacío con solo una voz llamándome a lo lejos “¡Despierta, ______!”
Me sobresalté y abrí los ojos; allí estaba Summer a mi lado, lista para ir a la universidad mientras yo seguía en la cama.
-Lo siento –Dije con sueño- Estaré lista en cinco minutos.
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