Capítulo 43
Risas, bromas y miles de comentarios estúpidos habíamos compartido las chicas y yo, en todo el transcurso del relato.
¿Quién diría que Summer estuvo planeando eso durante dos meses? De alguna forma, eso explicaba el hecho de que vivía ocupada haciendo miles de cosas ese último tiempo, pero aún así, no me esperaba que mi amiga fuera capaz de hacer algo tan grande por mí. Porque, aunque no lo parezca a simple vista, contactarte con una persona que ni siquiera conocías, lograr que la inscribieran en una famosa universidad, conseguirle el pasaje de avión a Londres y convencer a esa persona para que haga todo esto, no es cosa fácil.
Pero… Para Summer, lo fácil es aburrido, así que, el hecho de que Agus esté aquí, debió haber sido para ella, toda una aventura.
- Y bien, ______ -Exclamó Summer dejando de reír- ¿Ya se fue tu depresión?
Reí levemente ante su comentario y negué con la cabeza al escuchar, una vez más, la misma pregunta repetida por trigésima vez.
- Ya te dije que no estaba en depresión –Contesté- Solo… No me sentía muy bien.
Y no estaba mintiendo. O quizá si lo estaba haciendo, pero no adrede. Ciertamente, no me había dado cuenta de que había entrado en una especie de depresión, hasta que Summer me dijo todos mis síntomas: Cansancio permanente, falta de energía y ánimo, dificultad para la concentración, cambio de apetito, tristeza, pensamientos pesimistas y distanciamiento de la sociedad. Claro que, a simple vista pareciera que lo que yo tenía sí era depresión, sin embargo, si mi amiga conociera un poco más sobre esta enfermedad, sabría que es mucho más compleja que todo esto.
- ¡Tenías los síntomas de la depresión! No puedes decir que no –Gritó Summer sacándome la lengua.
- Eso no es cierto –Intervino Agus tras soltar una risita- La depresión es una enfermedad mental y bastante grave, además requiere terapia y un tratamiento bastante complejo… A veces, si te sientes triste no significa que hayas entrado en depresión.
Sonreí victoriosa al ver la cara de Summer y ella como respuesta, nos hizo una mueca susurrando “Son un par de sabelotodos”
- Deberías estudiar más –Comenté molestándola.
- Vas a morir vieja e ignorante –Dijo Agus apoyando mi causa.
Summer nos sacó la lengua y se fue saltando hacia su habitación, mientras gritaba cosas ininteligibles para mis oídos.
- ¿Y? ¿Cómo están Josh, Lisa y Cody? -Pregunté.
- Bastante bien, se molestaron porque los abandoné, pero entendieron la situación… También eres famosa allá.
Reí al escuchar a mi amiga proclamarme famosa y negué con la cabeza en señal de descontento. No quería ser famosa, yo quería seguir siendo la novia de Harry sin que nadie me conociera. Aunque, ya ni siquiera sabía si seguía siendo la novia de él.
Al llegar este pensamiento a mi mente, mi sonrisa se desvaneció y mi corazón se ungió levemente. ¿Acaso nunca podía estar completamente bien? ¿Acaso no podía disfrutar de un momento sin tristezas?
- Todo está bien, ______
- Ojalá fuera así –Dije con la voz entrecortada a Agus.
Ella se acercó para abrazarme y sonreí al saber que de cierto modo, ella había venido para eso. Había venido para consolarme, para estar ahí en todo momento como lo estuvo antes, para hacerme sentir que no estaba sola. Y yo debía entender esto.
No estaba sola.
- Aquí estamos –Susurró Summer uniéndose al abrazo.
Sonreí nostálgicamente y deseé con todo mi corazón que Harry estuviera allí, que el también fuera parte del abrazo, y que pasaran rápido esos últimos meses para volver a vernos una vez más.
Harry, estúpido Harry ¿Por qué no podía dejar de pensar en él? ¿Por qué no podía simplemente vivir mi vida tranquila hasta que él vuelva? ¿Por qué se la pasaba todo el día en mi cabeza? ¿Por qué no se dignaba a comunicarse conmigo? Mientras más pensaba, más me desesperaba, no podía estar en paz ni un segundo; las preguntas se aparecían en mi mente tan rápido, con tal fuerza, que hacía que me dieran dolores de cabeza y todo por culpa de él.
¿Quién diría que al amor es tan doloroso? Tal vez, si fuera menos dañino, la vida sería más fácil ¡Mucho más fácil!
“Pero lo fácil es aburrido” Decía esa vocecita en mi cabeza.
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