Capítulo 49
- Falta muy poco –susurró Agus- paciencia.
Sonreí débilmente y comencé a preguntarme cómo es que me pedía paciencia cuando estaba a punto de volverme loca.
No sabía si era idea mía, pero podría asegurar que, después de que camináramos aproximadamente diez minutos, el auto que nos estaba llevando a la playa ya llevaba más de una hora en movimiento.
La intriga me carcomía por dentro y más aún cuando las chicas habían insistido en que yo continuara con los ojos vendados. Quizás ellas tenían una razón para hacerlo, pero para mí, el hecho de tener una venda en los ojos, era igual a ser secuestrada.
¿Quién me aseguraba que no habían reemplazado a Summer y a Agus por dos psicópatas? ¿Quién me daría la seguridad de pensar que el saltar del auto era una mala idea? Tal vez sí me estaba volviendo loca, pero mi condición estaba bastante justificada considerando mis circunstancias ¿Cierto?
- Estoy segura de que en este momento estás armando miles de especulaciones extrañas –dijo Summer con un aire burlón.
Reí al darme cuenta de que era muy predecible y decidí esperar el resto del camino sin pensamientos raros. Sin embargo, esto no me fue posible, pues justo después de haber tomado aquella disposición, sentí al auto detenerse: indicio de que habíamos llegado.
Bajé del auto con la ayuda de mis amigas y juntas, comenzamos a caminar por aquella playa. Mi corazón se empeñaba en acelerar su pulso y mis emociones continuaban alterándose. Sentía ese presentimiento de algo. Sabía que algo pasaría y no veía la hora de que ese algo llegara pronto. Comencé a respirar más y más rápido, pero aún así, me fue inevitable continuar inhalando al sentir unos nuevos brazos guiándome en el camino. Unos brazos que parecían ser masculinos. Brazos que podrían ser de Harry.
Sonreí con anhelo y deseé fervientemente que no estuviera soñando de nuevo, sin embargo, aún no lo podía creer. ¿De verdad era él? ¿Harry estaba allí? ¿Acaso era él quién había planeado todo?
Todas mis dudas se disiparon al oír esa voz. Esa áspera voz que me hacía sentir mejor con tan solo decir una palabra. Esa voz que lograba que todos mis sentimientos se descontrolasen. Esa voz que me había acompañado tanto tiempo. Esa voz que era imposible no amar.
Esa voz que pertenecía a él.
- Te extrañé, ángel –murmuró contra mi pelo.
Apreté mis labios intentado reprimir una sonrisa y pretendí girarme para poder verlo, para poder abrazarlo, para poder estar segura de que era él. Pero sus brazos me lo impidieron. Sentí como sus manos iban hacia mi cintura y reposaban allí, al mismo tiempo que su cabeza se acomodaba en mi cuello.
Su aroma invadió mis sentidos y volví a sentirme segura, con ánimos y fuerzas para hacer cualquier cosa. Sin duda era Harry, él estaba allí.
Solo él y yo, como antes... Pero en condiciones diferentes.
- Te amo –susurró en mi oído- nunca te olvidaría.
- ¿Por qué te fuiste? –pregunté con la voz entrecortada- ¿Por qué lo hiciste?
Oí un suspiro de su parte y una lágrima se escapó de mis ojos al no obtener una respuesta. Seguía siendo débil, seguía siendo frágil, seguía siendo la misma chica de antes. La misma tonta chica de antes que lloraba por cualquier cosa. Pero ya no me importaba; yo solo quería una explicación. Necesitaba saber el por qué de sus acciones. Necesitaba que él me dijera lo que había pasado y después de eso, por fin yo podría sentirme completamente feliz.
- Mírame –suplicó girándome hacia él y quitando la venda de mis ojos- Aquí estamos ¿Recuerdas este lugar?
Miré a mi alrededor y un sentimiento de nostalgia se apoderó de mí. Era la misma playa. Aquella playa en la que un día, Harry y yo nos dimos nuestro primer beso. Aquella playa en la que todos nuestros sentimientos salieron a la luz. Aquella playa en la que albergaban tantos recuerdos. La playa en la que él y yo, teníamos parte de nuestra historia.
- Cómo olvidarla –dije sonriendo débilmente.
- Ese día, me sentía tan inseguro… Tenía miedo de que me rechazaras. No sabía si al besarte, me corresponderías o me pegarías una cachetada. Lo único en lo que pensaba era en lo que pasaría con nosotros si solo yo sentía algo más que amistad.
- Pero ese día, yo no te dije lo que sentía…
- Pero me lo diste a entender –Interrumpió- La forma en la que me mirabas cuando te confesé lo que sentía. El hecho de que hayas correspondido a mi beso sin decirme algo. La manera en la que saliste corriendo. Todo eso me dio esperanzas, ángel. Todo eso me ayudó a seguir adelante.
Lo abracé sin pensarlo dos veces y estuve en sus brazos durante algunos minutos. Aún no lograba entender el por qué de su desamparo. No podía comprender su razón para dejar de comunicarse conmigo. No me cabía en la cabeza cuál podía ser su motivo para mantenerme sufriendo de esa forma. Pero lo que sí sabía era que, no iba a perderlo una vez más y aunque las cosas lucieran pesimistas, no todo es lo que parece.
- Yo también te amo, Harry –murmuré después de besarlo- Y pase lo que pase, siempre lo haré, así que, estoy lista para escucharte.
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