Capítulo 38
Las chicas se acercaron a nosotras en el instante en el que Summer volteó a verlas. Sus expresiones no habían cambiado nada desde la última vez que las vi, sin embargo, seguían produciéndome cierta incertidumbre.
- ¿Qué quieren? –Preguntó mi amiga al verlas- No deseamos problemas.
- Ni nosotras –Respondió la de en medio- Así que aléjate de Harry, pequeña.
Respiré profundamente esperando no explotar allí. El día estaba bastante bueno como para que me lo arruinaran estas chicas, y a pesar de que lo menos que quería era una pelea, estaba comenzando a irritarme.
Al cabo de un rato, de lo que yo llamé mentalmente “Guerra de miradas”, las chicas se rindieron al ver que su forma de intimidarnos no funcionó en lo absoluto. Estaba riéndome por dentro, pero desde el exterior, mi postura estaba totalmente concentrada y seria. De a una en una, se fueron retirando de la pizzería, excepto una; la misma chica que me había llamado la atención el día anterior.
- Hola –Saludó tímidamente.
- Hola –Respondimos Summer y yo a coro.
- ¿Qué sucede? –Agregó mi amiga después de un minuto de silencio- ¿Por qué no vas con tus amiguitas?
El rostro de la chica se tornó pálido y su expresión pasó a ser la de una persona totalmente arrepentida y triste. No entendía lo que estaba pasando, pero aquella joven, me conmovió a tal punto, que me paré del asiento y la abracé. Ella comenzó a llorar e intentó apartarse de mí en un movimiento vano, pues yo no permitiría que se alejara tan fácilmente. Por otro lado, Summer me miraba entre confundida y enojada, yo estaba en la misma situación, solo que a mis sentimientos le habían sido añadido un toque de compasión. Así que, allí estaba, tratando de consolar a aquella chica.
- Ya estoy bien –Susurró después de unos minutos de desahogo.
- ¿Segura? –Pregunté invitándola a sentarse. Ella asintió.
- Bien –Dijo Summer- Ahora cuéntanos, ¿Qué pasa?
Observé a la chica dudar un poco sobre decirnos o no lo que estaba pasando. La curiosidad me carcomía por dentro, pero a ella no parecía importarle, pues estaba muy concentrada en su decisión.
Al cabo de un rato, pareció haber resuelto algo y comenzó a titubear cosas que no logré entender.
- Habla más alto- Pidió Summer.
- Per…Perdón –Tartamudeó ella.
Fruncí el ceño indignada por la respuesta que estaba dando, pero volví a la normalidad al darme cuenta de que aún tenía cosas que decir.
- Necesitaba un poco de dinero y una de mis amigas me dijo que una tal Caitlin quería que le hagamos cierto favor. Yo soy directioner y fui al concierto de ellos aquí en Londres; vi como Harry te dedicaba la canción y me pareció el gesto más tierno del mundo… Pienso que su pareja es demasiado hermosa, pero, tuve que fingir lo contrario porque Caitlin necesitaba chicas en contra de ti. Iba a ganar dinero si lograba que tú y Harry se separaran, por eso, junto con las otras dos chicas te insultamos y publicamos por todo tipo de red social que eres una mala persona basándonos en ese rumor antiguo que había.
Lancé un largo suspiro después de escuchar todo eso y fijé mi vista en la ventana logrando ver todo el exterior. El día estaba hermoso; había un radiante sol que nos alumbraba, podía observar las palomas volar por la plaza y escuchaba las risas de las personas de alrededor. Sonreí al ver todo esto. Comencé a pensar en cuanto me gustaría ser un ave y volar lejos… Lejos de los problemas, de las malas personas, lejos de todo tipo de dificultad y poder así, de una vez por todas, estar con Harry.
Pero lamentablemente, esto era imposible.
- En serio, lo siento mucho –Continuó diciendo la chica al notar nuestro silencio- Yo…
- No importa –Interrumpí- Todos cometemos errores, lo sé. Yo igual los he cometido y sí, es cierto aquel rumor. Yo fui novia de Harry hace mucho tiempo, me fui, pero ya regresé… Fui una tonta y…
Dejé de hablar al sentir como el nudo en la garganta se hacía cada vez más y más grande. Sabía que me iba a poner a llorar si seguía contando lo que había pasado, pero no quería que las fans me odiaran, no quería seguir soportando insultos, no quería.
Me levanté de mi asiento y salí de la pizzería a tomar un poco de aire fresco. No había avisado a nadie, pero estaba segura de que Summer me entendería.
“Te extraño, Harry” Escribí en un mensaje “Extraño que me consueles cuando estoy triste, extraño que me abraces y que me digas que me amas de una forma totalmente única, extraño que me hagas reír con cada una de tus tonterías, extraño tu sonrisa, extraño tus absurdos chistes, extraño cada parte de ti. Extraño tenerte aquí cuando me siento mal… Como ahora”
Estaba a punto de enviar el mensaje, pero desistí a la idea al saber que Harry se preocuparía al leerlo. Lo guardé en ‘Borradores’ y seguí caminando a lo largo de la plaza esperando despejarme un poco. Por lo menos esta vez no había llorado, quizás pueda superar esto sola.
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