Capítulo 45
Estábamos Summer, Agus y yo cocinando en el departamento mientras escuchábamos música a todo volumen. Un simple almuerzo puede ser mucho más divertido cuando tienes amigos a tu lado, y más aún, cuando tienes amigas así, a tu lado.
Cantando, gritando, saltando y riendo como unas auténticas locas, terminamos nuestra pequeña comida. Cabe destacar, que los dotes culinarios de Agus, ayudaron a que el almuerzo fuera mucho más delicioso, así que, todos los créditos, se los dimos a ella. Aunque claro, nosotras igual hicimos nuestra parte como ayudantes de la chef en jefe.
- ¡Esto está delicioso! –Exclamamos Summer y yo al unísono por quinta vez en los últimos cinco minutos.
- Si lo siguen repitiendo así, pensaré que están bromeando –Contestó Agus cubriendo sus oídos con ambas manos.
Nosotras reímos y continuamos comiendo dando pequeños gritos de vez en cuando, para molestar a nuestra amiga. Ella simplemente se reía de nosotras y comía, pero algo detrás de su sonrisa, me decía que no se encontraba del todo feliz.
Al terminar la comida, Summer fue a comenzar un trabajo que tenía pendiente y yo me quedé con Agus viendo televisión. Cada palabra que le decía preguntándole qué le pasaba, no servía para obtener ninguna información. Ni su expresión, ni su respuesta, me daban algo concreto en lo que podía pensar. Sentía que estaba evitando darme mucha información, sin embargo no era por un problema grave, seguramente tenía una decisión que tomar, quizás le preocupaba algo, pero no podía averiguar qué.
- Algo me dice que me ocultas algo –Dije siendo más directa.
- Solo tengo sueño –Reiteró- Y parece que tú también, así que, una siesta no te caería mal.
Asentí aún con cierta sospecha y salí de la sala para ir a mi habitación. Posteriormente, me recosté en mi cama y comencé a pensar en Harry. Si ganara una moneda por cada vez que pensaba en él, sería millonaria. Reí ante mis propios pensamientos y fijé la vista en mi alrededor; estaba sola, vacía, quizás tenía a mis amigas, pero todavía me faltaba algo, o mejor dicho, alguien.
De pronto, mi atención se centró un objeto que sobresalía de mi escritorio. Hice una mueca al ver a este lleno de cuadernos, libros e incluso ropa e hice una nota mental en mi cabeza para ordenar mi habitación después; después de revisar ese peculiar objeto que estaba debajo de una chaqueta.
En un salto, me puse de pie y me acerqué hasta mi objetivo. Al llegar, pude descubrir lo que era: un rosado, brillante, extravagante, pero hermoso álbum de fotos.
Harry me lo había regalado antes de su partida y hace aproximadamente dos meses, yo había querido verlo y recordar los buenos tiempos, pero sabía que si lo hacía, las lágrimas no tardarían en llegar. A diferencia de la ocasión anterior, tomé aquel álbum, decidida a verlo y tras sentarme en mi cama, comencé a revisar su interior.
Una sonrisa inmediata apareció en mi rostro al ver la primera foto e instantáneamente, me di cuenta de que el cuadernillo estaba ordenado como una línea de tiempo ¿Cómo lo deduje? Pues, al ver que la primera fotografía que Harry y yo nos habíamos sacado juntos era la inicial en el álbum, no había mucho más que pensar.
Él y yo estábamos en el columpio, de espaldas a nuestras casas en Holmes Chapel, de espaldas a ese pasado. Miré la siguiente fotografía y recordé esa ocasión en la que él y yo, habíamos faltado al colegio para hacer bromas; cuando estábamos mojados, él había sacado una foto con su celular, pero ahora tenía una calidad tan buena, que me hacía pensar que trabajó mucho en conseguir y mejorar esas fotos, para que todo fuera perfecto.
Página tras página, miles de recuerdos invadían mi mente y me regañé a mí misma por haberlos olvidado. Recordé cuando él iba a mi balcón y me deseaba buenas noches. Recordé cuando iba a mi colegio y juntos nos dirigíamos a nuestras casas. Recordé cuando ambos fuimos a aquella playa y allí me dijo lo que sentía. Recordé cuando acepté ser su novia y todas las cosas que hicimos ese mismo día. Recordé cada absurdo, pero hermoso momento que estuve junto a Harry y eso hizo que lo extrañara más, aunque a la vez, esos recuerdos lograron que quisiera luchar aún más por conseguir estar junto a él. Y eso es lo que iba a hacer.
Salí de mi habitación a paso firme, pero antes de llegar a la sala escuché voces provenientes de mis dos amigas. La curiosidad dominó mi cuerpo y me quedé escondida para escuchar lo que estaban diciendo.
- ¿Entonces debemos adelantar el paseo a la playa? –Preguntó Agus indecisa.
- Yo creo que sí, además debemos impedir que la mamá de ______ arruine todo –Respondió Summer.
Fruncí el ceño sin entender las palabras que estaba escuchando y me acerqué un poco más para escuchar mejor. Todo eso me estaba causando mucha intriga y más aún cuando su tema de conversación tenía que ver conmigo.
- Tienes razón –Exclamó Agus- Esto debe salir bien y más aún cuando…
Antes de que mi amiga pudiera terminar su frase, se escuchó un ruido cercano a donde yo estaba, busqué con mi mirada el problema y localicé al pequeño Hazza parado junto a varios trozos de vidrio. Al parecer, intentando acercarse a mí, movió una de las patas que sostenían la mesita y esto causó que el jarrón que se encontraba encima de ahí, se partiera en muchos pedazos… Pero, peor aún, esto causó que Agus no terminara de decir la frase.
“Oh, no” pensé al escuchar pasos dirigirse hacia el pasillo donde estaba y acto seguido, pude observar como mis dos amigas se encontraban al frente mío, con un evidente signo de interrogación en su rostro.