Capítulo 29
A medida que el auto avanzaba, más sueño entraba en mí. Ya eran más de las 12 de la noche y estaba agotada. Cenamos en un restaurante en Londres, donde tuvimos un momento bastante divertido; risas, bromas, juegos y una loca pelea de comida. A pesar de que el lugar era bastante elegante, a los chicos no les importó jugar un poco y aunque todos acabamos terriblemente sucios, estábamos contentos. Mañana no vería a Harry y al día siguiente tampoco ¡Cuántos meses serán sin verlo!
- Llegamos al departamento –Susurró Summer en mi oído- ¡Chao, chicos! Diviértanse mucho.
- Chao a todos –Dije adormilada.
Salí del auto tras despedirme de los chicos y me dirigí hacia la entrada del edificio, antes de que pudiera entrar, una mano tomó la mía y me atrajo hacía sí. Levanté la mirada y vi a Harry quién parecía bastante preocupado.
- ¿Qué pasa? –Pregunté con sueño- Quiero dormir.
Sin responder nada, me abrazó fuertemente y me comenzó a dar besos por toda la cara. Aún tenía sueño, pero eso no evitaba que notara el extraño comportamiento de Harry.
- ¿Qué tienes? –Insistí.
- No sé –Respondió- Ahora soy yo el que tiene miedo… ¿Te das cuenta de que no nos veremos en un largo tiempo? ¿Qué pasa si conoces a alguien en tu universidad? ¿Qué pasa si tú y tu torpeza logran matarte?
Suspiré y sonreí para luego darle un largo beso a Harry en los labios. Quizá uno de los últimos por semanas.
- Yo también tengo miedo –Admití- Pero hemos pasado por tantas cosas juntos, que ahora estoy segura de que superaremos cualquier cosa. Nadie más me interesará y tendré cuidado con los autos, personas raras y todo tipo de cosas peligrosas ¿Bien? ¿Recuerdas cuando te dije que no me gustan las despedidas?
- Lo recuerdo, ángel –Susurró acercándose a mí- Y espero que tú recuerdes estas palabras siempre: Te amo.
- Yo también te amo.
Una vez más, nuestros labios se unieron y pude sentir como esa lluvia de emociones nunca desaparecería a pesar del tiempo. Mi destino es estar con Harry; cada día, con cada beso, con cada abrazo me confirmo a mí misma esto.
- Hasta luego, cup cake –Dije separándome de él- Te veré pronto.
- Cuídate mucho, ángel… Te amo.
Sonreí y me quedé parada afuera del edificio observando cómo Harry corría hacia el auto de los chicos y luego este desaparecía entre la oscuridad de la noche.
Lancé otro suspiró al aire y me dirigí hacia el departamento; Summer debía estar en la cama, así que hice el menor ruido posible al entrar en mi nuevo hogar, pero este fue en vano.
- ¿Por qué estás ahí sentada? –Pregunté al verla en el sofá- ¿Y por qué esa cara?
Hizo un gesto para que me acercara y obediente, lo hice. Al estar parada frente a ella, pude notar que a su alrededor habían numerosos papeles y algunos paquetes. ¿Qué estaba sucediendo?
- No entiendo –Objeté- ¿Qué es todo esto?
- _______ -Dijo después de tragar saliva- Todas estas cosas van dirigidas a ti… Son de parte de algunas fans.
Fruncí el ceño sin entender y volví a mirar a mi amiga; lucía triste, decepcionada e incluso un poco asustada. Traté de buscar una respuesta a por qué tenía tantas cartas y por qué eso era tan malo, pero no podía responderme a mí misma. Sentía como mi corazón se ungía ante la situación y un mal presentimiento se apoderaba de mí; sin perder tiempo, agarré una de las notas que se encontraban en el sofá y la leí.
“Muérete. Muérete. Muérete. Eres lo peor que le ha pasado a Harry”
Negué con la cabeza incrédula y agarré otra de las notas con una falsa esperanza.
“¿Quién te crees que eres? ¡No engañas a nadie! ¡Tú no eres nadie! ¿Cuánto le estás pagando a Harry por la farsa? Nunca en la vida él saldría con alguien como tú…”
- ¡Para! –Gritó Summer quitando el papel de mis manos- Ya leíste una ¿No crees que es suficiente? No te hagas daño a ti misma intentando aguantar todo esto, _______.
- No lo entiendo –Repliqué- ¿Qué hice?
Cerré los ojos tratando de olvidar las pequeñas líneas que había leído, pero me era imposible… La imagen de todas las fans enojadas estaba inserta en mi mente. La imagen de todas esas cartas que de una forma misteriosa llegaron a mí me estaban torturando. Fuerte no es un adjetivo que califique para mí y eso lo tenía claro; di paso a que las lágrimas se deslizaran por mis mejillas y dejé que Summer me abrazara intentando consolarme. ¿Cómo es que toda mi felicidad se podía arruinar en segundos? ¿Cómo es que, al sentirme en las nubes, caía tan fuertemente contra el suelo? ¿Cómo es que debía soportar todo esto?
- Esto no se siente bien –Dije entre sollozos- Esto es horrible.
- Todo mejorará, lo prometo.
~*~
