Capítulo 53
Una corriente de aire frío me atrapó de pronto y tuve miedo de salir del avión. El viaje fue bastante corto, pero lleno de pensamientos y dudas escalofriantes.
Harry se encontraba a mi lado sujetando mi mano, mientras yo titubeaba entre salir o no.
Se me había ocurrido la idea de que quizás había fans esperándonos por el hecho de estar juntos de nuevo. Y el simple recuerdo de todo lo que sucedió hace algunos meses me hacía temblar.
¿Qué tal si de verdad había allí chicas locas dispuestas a separarnos? ¿Qué tal si ahora había nuevos rumores sobre nosotros? ¿Qué pasaría al bajar del avión? ¿Acaso miles de reporteros y paparazis estarían ahí?
Haya lo que haya afuera, tenía demasiado miedo de salir.
- No tengas miedo –susurró Harry en mi oído- estoy aquí contigo.
- Pero…
Antes de que pudiera terminar la frase, me acercó a él y junto sus labios con los míos de una forma protectora. Él tenía razón, no debía tener miedo; no estaba sola.
Suspiré y salí del avión antes de que me arrepintiera. Al lanzar una primera mirada al exterior, localicé inmediatamente a miles de fans allí, pero más adelante, rodeados de guardaespaldas, estaban los chicos.
Una sonrisa se escapó de mi rostro seguida por un suspiro de alivio. Al parecer, estaba siendo paranoica. ¿Qué podría pasar habiendo tantos guardias allí?
Harry apretó mi mano y me dirigió hacia los chicos. Estos al vernos sonrieron y corrieron hacia nosotros abrazándonos. No entendía el por qué de su euforia, tampoco entendía qué hacían allí y la duda de dónde estaban Summer y Agus también estaba en mi mente, pero detrás de todo eso, estaba ese sentimiento de paz y alegría que tenía cuando estaba con Harry.
- Creí que no llegarían –dijo Louis riendo- ¡Quién sabe qué estuvieron haciendo!
Fruncí el ceño con confusión, pero después de escuchar las risas y notar el rubor de Harry, me di cuenta de a qué se refería con su comentario. Sentí mis mejillas arder y negué con la cabeza perdiendo la incapacidad de hablar.
- Nada de eso –respondió Harry cuando se atrevió a hablar- Por otro lado, creo que será mejor que nos apuremos.
- ¿Por qué? –pregunté.
Sin obtener respuesta, fui llevada junto con los chicos a un gran auto negro. La razón de todo eso no la lograba encontrar, sin embargo, noté como mi corazón aceleraba su pulso a medida que avanzábamos.
Los chicos estaban preparándose mientras yo simplemente miraba cómo se peinaban, cantaban y reían por pequeñas bromas entre ellos. Esperé pacientemente a que alguien se dignara a darme una explicación, pero toda la espera fue en vano, pues, al detenerse el auto ya no había oportunidad de hablar con los chicos.
Asustada y confundida, fui llevada casi a rastras por una chica a un lugar que me parecía conocido. Busqué en mi memoria la última vez que estuve allí y sin mucha demora, recordé el primer concierto de los chicos.
- ¿Darán un concierto? –pregunté nerviosa.
- Así es –respondió aquella chica- me parece que estás asustada, tranquila nena… No te dijeron nada porque estaban un poco atrasados. Tú no tienes entrada pero igual los verás cantar, para eso debes seguirme ¿Bien?
Asentí y por primera vez, me detuve un rato a mirar a aquella chica. No era tan joven como creía, en realidad parecía ya ser una mujer adulta e incluso diría que tenía hijos. Entonces, recordé las palabras de Summer en cierta ocasión “Ella es la estilista de los chicos y es madre de la niña más afortunada del mundo”
Reí entendiendo a qué se refería y continué caminando hacia donde ella me llevaba.
Sin darme cuenta, de un segundo a otro ya me encontraba viendo a los chicos cantar en medio de Summer y Agus. No tenía idea de cuándo habían llegado allí y tampoco sabía exactamente lo que había pasado. Y aunque esas eran grandes preguntas que hacer, otra duda paralela al resto de mis pensamientos se presentó en mi mente: ¿Qué pasaría con mi plan?
Sabiendo que lo que pasa en un lugar de alguna forma es sabido por el resto de las directioners, había pensado en la posibilidad de decir en un concierto todo lo que en verdad pasó, sin embargo, ya no estaba del todo segura de mi decisión.
Pensé que tendría más tiempo para saber qué decir. Me sujeté a la idea de que podría superar mi pánico al hablar en frente de muchas personas con algunos días. Incluso tenía la seguridad de que todo saldría bien si decía las palabras correctas. Pero, no estaba preparada para hacerlo tan pronto y ni siquiera había hablado con Harry.
¿Qué debía hacer? ¿Esperar a que termine el concierto y luego qué? No podía dar un anuncio a miles de chicas locas a menos que esté en el escenario.
Una vez más, traté de pensar en algo que me ayudara a saber qué hacer. Pero mi cerebro estaba sin inspiración. Solo me quedaba esperar una oportunidad precisa para llevar a cabo mi plan y si es que esta no aparecía, resignarme quizás fuera le mejor opción.
- ¡______! –gritó Summer tratando de hacerse escuchar entre tanto ruido- creo que planeas algo; tienes tu cara de concentración. Sea lo que sea, cuenta con nosotras.
Ella guiñó un ojo y luego me miró tiernamente. Yo reí ante su acción y traté de disfrutar el concierto mientras seguía pensando en algo.
Harry estaba allí, Summer y Agus estaban allí ¿Qué podría salir mal?
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