† We're On Our Side † Good Omens † Fictober

4 Auto

- Vas demasiado rápido para mí, Crowley - repetía en su mente una y otra vez las palabras de Aziraphale, olvidando todo aquello a su alrededor teniendo solo en cuenta lo que aquel ángel le había dicho minutos atrás.

Conduce con una velocidad excesiva que casi atropella a tres peatones y choca con otros cinco autos. Siempre ha sido un demente al conducir, siempre justificándose con que es culpa de los demás si algo les ocurre ellos deben ser conscientes del peligro que hay en las calles y lo mortales que son como para no medir los riesgos que los puedan matar, sin embargó en esta ocasión hasta el reconoce que tal vez se está pasando un poco de velocidad aún así no piensa detenerse ni un poco.

-Pero no es mi culpa, es culpa de ese ángel - dijo para si mismo - solo quería darle un aventó ¡mal interpretó todo!

Y eso quería hacer no había otra intención en lo que dijo pero de cierta manera Aziraphale mal interpretó sus palabras y pensó que había una especie de doble sentido en ellas refiriéndose a ellos de una manera ¿romántica? Ya ni siquiera el sabe a qué se refería el ángel con eso de vas muy rápido, pero el caso aquí es que el lo rechazó ¿por qué? Por ser él un demonio y él un ángel.

Entiende que es un delito el solo hecho de hablar y estar en el mismo lugar pero han estado haciendo esto por milenios no ve cual es el problema que tiene Aziraphale ahora. Además ya no le había rogado por el agua bendita desde que se negó la primera vez, fue su propia voluntad dársela. Y si se la dio es porque le importa o al menos eso pensó. A pesar de compartir seis mil años juntos eso no es suficiente para acelerar las cosas entre ellos, es cierto que no pueden ir por allí tan descuidados cuando se encuentran, para evitar problemas con sus bandos.

Sin embargó no son como los demás, pues ellos jamás se han tratado como los "enemigos" que son realmente desde que se conocieron en el Edén.

- Seis mil años y aún me sigue tratando así - Su mente aún sigue divagando a la vez que conduce furiosamente, y entre más lo piensa más se lo toma personal, y como no tomarse lo personal.

Ya una vez harto de conducir sin rumbo solo para "despejar su mente" por fin decide llegar a su departamento donde probablemente termine  bebiendo sin control hasta estar totalmente ebrio hasta quedar dormido.

Al llegar a su destino antes de salir de su amado bentley se limpia las lágrimas que escurren de sus ojos a causa del dolor, si, esta molesto con el ángel pero más que nada está dolido por ser rechazado.

Tal vez para Aziraphale eso de "vas muy rápido para mí" no signifique gran cosa pero para él lo significa todo.

-Al menos no voy muy rápido para ti- le hablo a su auto como si una persona se tratará mientras salía y cierra la puerta tras de él. Esa noche sería muy larga.