Capítulo 8

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Primero que nada, voy a disculparme por la exagerada tardanza en la subida de los capítulos, lo que sucede es que ya estóy terminando mi ciclo escolar. No he tenido tiempo, gracias por su apoyo, y el estilo de la letra va a cambiar. Salu2.
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Nala abrió los ojos a mitad de la noche, esto causado por un sueño que ha estado teniendo muy frecuentemente, sin embargo, ella no sabe sobre su trata el sueño, solo sabe que no es nada bueno. Nala volteó a ver a su manada, todas dormian como una piedra. Entre todas ellas resaltaba una. La cual era la amiga de Nala.
Tama estaba durmiendo al lado de Kula.
Nala soltó un suspiro de alivio al ver así a Tama, eso parecía significar que Tama había perdonado a Kula.
Nala se acostó de nuevo, pero en ese momento, una chispa de una memoria de hace muchos años regresó a Nala.
Ella recordó que cuando era una cachorra, tuvo sueños con que algo malo le iba a suceder a su madre, y así fue.
Nala intentó recordar que era lo que estaba soñando. Por más que se esforzó, no pudo recordar nada.
Ella creía que si sus sueños eran premonitorios, podría ocurrir de nuevo.
Por ahora ella decidió mejor regresar a dormir, tenía muchas en que pensar.
Unas dos horas después, Kula se despertó por el ruido que hacia Tama, la leona se levantó y vió el rostro de Tama, ella estaba llorando dormida.
Kula soltó un suspiro de tristeza.
— Quisiera que fueras mi amiga todavía —dijo Kula
Kula regresó a dormir.
Un suave y cálido rayo de sol despertó a Nala, al abrir los ojos, el sol iluminó el azul intenso de los ojos de Nala.
Kiara llegó corriendo adentro de la cueva.
—Mamá, ya te despertaste—dijo Kiara
Nala soltó una pequeña risa.
—Si Kiara, ya me levanté—dijo Nala
Kiara se acercó a Nala y la abrazó.
—Vamos hija—dijo Nala
Kiara asintió y se fue caminando hacia afuera.
Cuando Nala salió de la cueva vió a Simba hablando con Tama. El corazón de Nala empezó a palpitar aceleradamente.
—Así que....siempre te he visto como alguien fuerte y valiente—dijo Tama
—Gracias Tama, eres muy amable—dijo Simba
Nala se acercó caminado con ellos dos.
Tama vió a Nala y su expresión feliz cambió por una de enojo.
—Buenos días—dijo Nala
Tama se levantó y se acercó a Nala.
—Deberías decir buenas tardes—dijo Tama—adios Simba
Tama se fue caminando.
Nala se sentó al lado de Simba, ella buscó su rostro.
— ¿Tama te dijo algo?—Preguntó Nala
Simba la volteó a ver
—Si, me saludó y me empezó a contar muchas cosas sobre ella, y me empezó a dar cumplidos—dijo Simba
— ¿Algo más?—Preguntó
—No, solo eso me dijo—Respondió Simba
Bien—dijo Nala
Nala le dió un gesto de cariño a Simba pegando su cabeza con la de él.
Kula llamó a Nala desde adentro de la cueva. Nala se fue caminando hacia adentro.
—Hola Kula ¿Sucede algo?—Preguntó Nala
—Ayer en la noche, Tama se durmió a mi lado, y lo me dijo que, el hecho de dormir conmigo no significa—Kula suspiró—no significa que me haya perdonado
Nala puso una expresión de tristeza.
—Creí que la situación estaba mejorando—dijo Nala
—No, parece que Tama está dispuesta a seguir odiandonos—dijo Kula
Nala dejó caer una lágrima de cada uno de sus ojos.
Kula se acercó a ella y la abrazó.
—Es triste, lo sé, pero no podemos hacer nada—dijo Kula
Nala asintió.
—Creo que así tendrá que ser—dijo Nala
Kiara entró caminando a la cueva.
—Mamá—dijo Kiara
Nala la volteó a ver.
Lamento meterme en tus asuntos pero....en serio me preocupa verte triste—dijo Kiara
— Espérame un minuto Kula—dijo Nala
Kula asintió.
— Está bien Kiara—dijo Nala
—Te contaré que es lo que sucede—dijo con una expresión de tristeza
Nala se echó al lado de Kiara.
— He tenido muchos problemas con mi amiga Tama, yo la conozco desde que soy pequeña, por esa razón, me entristece que ella esté enojada conmigo—dijo Nala
Kiara sabía que su madre tenía problemas, por lo tanto, no quería hacerle sentir incómoda, así que ella decidió mejor no preguntar más.
—Está bien mamá, lo entiendo—dijo Kiara
—Gracias por entender—dijo Nala
Nala se sentía realmente triste, Tama fué su mejor amiga desde que son cachorras, esto le es muy deprimente a Nala, algo que la tranquilizaba era que Kula no tuviera ningún problema con ella.
Tama empezó a recordar su infancia con Nala, ella recordó muchas cosas que le ahora le daban asco, el pensar en que Nala fue su amiga la enojaba al instante.
— Simba está enamorado de Nala—dijo Tama empezando a llorar
— ¿Porqué esto me pasa a mí?—Preguntó Tama
Tama empezó a buscar posiblidades, opciones, cosas que el ayudarán a hacer que Nala saliera del corazón de Simba.
— Ya sé—pensó Tama
La leona comenzó a caminar de un lado hacia el otro.
—Kula me podría ayudar a distraer a Nala, de esta forma...Simba estará libre para mí, haré lo que sea para que de enamore de mí—dijo Tama riéndose de forma malvada
Nala estaba hablando con Kiara, ya estaba atardesciendo, Tama llegó a la cueva y fue directo a hablar con Kula.
— Kula, Kula—dijo Tama
— ¿Qué.....sucede?—Preguntó Kula
— Necesito tu ayuda—dijo Tama acercándose a Kula, se detuvo y le susurró al oído— ¿Quieres ser mi amiga otra vez?
Kula la volteó a ver extrañada.
— Si, quiero ser tu amiga ¿Qué necesitas?—Preguntó Kula
—Lo que voy a hacer puede que no te guste pero sé que me ayudarás—dijo Tama
Kula asintió.
— Necesito que distraigas a Nala, así yo podré estar sola con Simba—dijo Tama
— ¿Qué?—Preguntó Kula
—No debes hacer demasiado, es un pequeño favor—dijo Tama
Kula comenzó a negar con la cabeza.
—Lo siento Tama, pero no puedo ayudarte a hacer esto—dijo Kula
Tama se enojó al instante, le lanzó una mirada fulminante a Kula.
—Si no quieres ayudarme, lo haré yo sola—dijo Tama
—Tama por favor no sigas con esto, te exiliarán—dijo Kula
Tama se volteó rápidamente.
—Haré lo que sea para conseguir a Simba, y nadie me va a detener—dijo Tama
— ¿Entonces que harás?—Preguntó Kula
—Mataré a cualquiera si es necesario—dijo Tama enojada
La leona se fue caminando hacia afuera.
— ¡Nala!—Gritó Kula
Nala la volteó a ver asustada y corrió hacia ella.
— ¿Qué sucede Kula? ¿Estás bien?—Preguntó Nala
—Si, estóy bien, pero Tama está tramando algo, quiere conseguir a Simba, creo que quiere matarte—susurró Kula
Nala mostró una expresión de extremada sorpresa.
—Esto no puede seguir así—dijo Nala
—Tienes razón—dijo Kula
Las dos leonas se fueron a buscar a Tama.
La leona estaba sentada en una parte de la roca del rey. Nala y Kula se pararon enfrente de Tama.
— ¿Qué es lo que quieren?—Preguntó Tama
Tama lo que estás haciendo se considera por la reina de las praderas, como un acto de conspiración hacia ella, por este hecho ella decidirá que hacer contigo—dijo Kula
Tama se quedó observando, atenta a la decisión que tomará Nala.
Nala se acercó a Tama casi llorando.
—Lo lamento Tama, pero lo que haces no está bien así que...estás....exiliada—dijo Nala con lágrimas descendiendo desde sus ojos
El corazón de Tama se llenó de odio puro y de ira.
—Son despreciables, las odiaré por el resto de mi vida—dijo Tama empezando a caminar alejándose de la roca del Rey
Nala se quedó observando a Tama mientras se alejaba, se estaba conteniendo, sin embargo, no pudo soportar el dolor de tener que exiliar a su mejor amiga, Nala comenzó a llorar desesperadamente. Kula se acercó a ella y la abrazó.
En las lejanias, Tama caminaba por las áridas tierras en busca de un lugar donde dormir, aunque buscó en muchos lugares no pudo encontrar nada.
Ella perdió la esperanza de encontrar un lugar para dormir, sin embargo, ella logró observar como un grupo conformado por 10 leonas se acercaba a ella.
—Hola Tama—dijo Zira sonriendo
— ¿Qué te trae por aquí?—Preguntó
Tama se levantó y le respondió firme.
—Deseo venganza contra alguien en específico—dijo Tama
— Entonces, encontraste el lugar indicado—dijo Zira con una sonrisa malvada

El Rey León 2: La Historia de NalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora