Capítulo 19 Final

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La noticia de que Kovu había emboscado a Simba para asesinarlo  llegó a muchos animales de las praderas, este acontecimiento provocó que todos sintieran un inmenso odio hacia Kovu.
Con la decisión de Simba sobre enviarlo al exilio, todos los animales contribuyeron hechando a Kovu de la Roca del Rey hasta que de fuera lejos.
Nala no pudo hacer nada, pues la decisión de Simba estaba tomada y sabía que nada iba a hacerlo cambiar de opinión, sin embargo, el problema era Kiara, ella está enamorada de Kovu y, el ha tenido que irse.
Las leonas impedían que Kiara se fuera con Kovu.
Nala sufría al ver en esa situación a su hija, ella amaba a Kovu.
El me ama, es por mí—dijo Kiara
—De ahora en adelante no saldrás sin una escolta—dijo Simba
—No, el no es... —decía Kiara
—Te usó para llegar a mí—interrumpió Simba
—No, el me ama, es por mí—dijo Kiara
—Es por que eres mi hija, no te alejarás de la Roca del Rey, permanecerás donde yo pueda cuidarte, lejos de él—dijo Simba con un tono enojado
—Tú no lo conoces—insistió Kiara
—Se que él está siguiendo las huellas de Scar, y yo debo seguir las de mi padre—dijo Simba
— ¡Tú jamás podrás ser Mufasa!—Gritó Kiara
Esas palabras quebraron el corazón de Simba al instante, nunca creyó algo así de su hija.
La leona muy dolída se fue corriendo hacia adentro de la cueva mientras lloraba.
Simba soltó un suspiro.
Nala se acercó a Simba.
Oye, Simba—dijo Nala mientras buscaba el rostro de Simba
Él la volteó a ver, tenía una expresión de tristeza.
— ¿Qué sucede Nala?—Preguntó Simba
—Ella no lo dijo en serio, solo está muy triste—dijo Nala
—Si, lo sé—respondió sin mucho interés
—Pero... ¿estás seguro de haber tomado la decisión correcta?—Preguntó Nala
— ¿Sobre qué? ¿Sobre Kovu?—Preguntó
— ¿Estás seguro de que él era parte de la emboscada?—Preguntó Nala
—Claro que lo estoy, cuando llegamos a los lugares quemados, Zira y sus leonas me atacaron—dijo Simba
— ¿Kovu también te atacó?—Preguntó Nala
Si Simba respondía que sí lo había atacado, era razón suficiente para saber que Kovu en verdad era malo.
Pues...creo que el no me atacó, todas las leonas estaban sobre mí, el parecía estar preocupado...no pero pudo haber estado fingiendo, el se quedó con Zira y luego regresó y yo lo exilié y esa fue la desicion correcta—dijo Simba
Simba se fue caminando, no sabía si su desicion fue la mejor, pero Kovu le dió muchas razones para desconfiar.
Solo espero que Simba no tenga razón—pensaba Nala
Ella se fue caminando con las demás leonas.
— ¿Se siente bien reina Nala?—Preguntó una leona
—Sí, solo necesito un momento para pensar—respondió, —aún no sé si fue buena idea desterrar a Kovu
— ¿Por qué? Kovu emboscó a Simba—dijo la leona
—Talvez tengas razón—dijo Nala
Kula vió en el estado en el que estaba Nala, ella se acercó.
—Kula—dijo Nala
— ¿Crees que Kovu no fue culpable?—Preguntó
—Sí, puede que haya sido juzgado injustamente—dijo Nala
— ¿Por qué?—Preguntó Kula
— Él nunca hizo nada malo, parecía llevarse muy bien con Kiara, respetaba las reglas—dijo ella
—Bueno...ahora lo único que puedes hacer es hablar con Kiara—dijo Kula
—Por ahora será mejor no molestarla, podría estar muy enfadada con Simba—mencionó Nala algo decaída
—Bien, tú eres su madre, tú sabrás que hacer—dijo Kula retirándose del lugar
—Eso espero Kula
Nala se levantó, volteó a ver hacia adentro de la cueva, no lograba ver a Kiara, sin embargo, asumió que solo estaba hasta el fondo.
La noche se acercaba, Nala fue a buscar a Simba, ella quería hablar con él.
El estaba en una roca observando el cielo, ya era de noche.
Simba, ¿Podríamos hablar?—Preguntó Nala
—Claro Nala, ¿Qué sucede?—Preguntó Simba
Sé que esto te molesta, pero tengo que decirlo, creo que tomaste la decisión equivocada al desterrar a Kovu—dijo Nala directamente
— ¿En serio?—Preguntó Simba
—Sí, él no era alguien malo, estoy segura de que solo estaba en el lugar y momento equivocados, él amaba a Kiara—dijo Nala
— ¿Cómo puedes estar tan segura?—Preguntó con un tono molesto
— ¿Cómo puedes tú juzgarlo sabiendo que él jamás te atacó?—Preguntó Nala
Eso le dió a Simba muchas cosas en que pensar, era verdad, Kovu jamás lo atacó, nunca demostró ser malo.
Bien, puede que no sea malo, pero solo estaré seguro cuando él mismo me lo demuestre—dijo Simba
—Oye, no quiero que pienses que estoy en tu contra, sabes que te amo y te apoyo, solo quiero que intentes darle una oportunidad a Kovu, otra vez—dijo ella
Simba soltó una pequeña risa.
Yo también te amo, y sabes que solo quiero lo mejor para Kiara—dijo Simba sonriendo
—Yo igual—dijo Nala abrazando a Simba.
—Estoy tan feliz de que estés en mi vida, sin tí no sé que haría—dijo Simba
—Me sentiría destrozada si en algún momento te alejaras de mí—dijo Nala
—Es raro ¿no? Nosotros nos amamos el uno al otro desde cachorros—dijo Simba
—Y nunca he dejado de amarte, ni por un segundo—dijo Nala
—Yo jamás dejaré de amarte ni aunque ya no esté vivo—dijo el león observando el azul de los ojos de Nala
—Eres tan romántico—dijo Nala
—Y tú eres tan hermosa—dijo Simba
Nala se sintió muy alagada con Simba, demostró que aunque sea enojado y sobreprotector, el siempre la ama, a ella y a Kiara.
Bueno...ejem...creo que debería ir ver como está Kiara—dijo Simba algo nervioso
Él de fue caminando hacia la cueva.
Nala soltó un suspiro por el amor que sentía hacia Simba.
De repente, vio que Zazu venía volando desde lejos y rápidamente entró a la cueva.
¿Zazu? ¿Por qué estará tan apurado?—Se preguntaba Nala
Simba salió corriendo de la cueva y fué hacia Nala.
Nala, Kiara no está, Zira y sus leonas vienen hacia la Roca del Rey, necesito que convoques a todas las leonas, tenemos que luchar—dijo Simba
Nala decidió no preguntar e hizo lo que Simba dijo.
Ella fue donde estaban durmiendo todas las leonas.
—¡Leonas!—Gritó Nala
Todas la voltearon a ver.
En este momento hemos entrado en guerra con los forasteros, tenemos que luchar—dijo Nala
Todas asintieron y siguieron a Nala.
Algunas leonas no sabían si debían ir o no.
He dicho todas—dijo Nala
Así comprendieron que las quería a todas para luchar.
Vamos a ganar Nala—dijo Kula
—Tendremos que pelear contra Tama—dijo Nala
—Ella ha decidido su destino, no tenemos otra opción—dijo Kula
—Está bien, vámonos—dijo Nala
Nala y todas las leonas salieron corriendo de la Roca del Rey hacia el campo.
La lluvia era intensa, podría incomodar al momento de estar en la lucha.
Cuando llegaron, todas las leonas se pudieron en posición a los lados de Simba.
Nala se posicionó al lado de Simba, Timón y Pumba también querían ayudar, así que fueron con todos.

El Rey León 2: La Historia de NalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora