Nala entró a la cueva junto con las demás leonas.
—Mamá —dijo Kiara mientras corría hacia Nala
Nala se echó y recibió el abrazo de Kiara.
—Ya volviste—dijo Kiara
—Si Kiara, ya volví—dijo Nala
Kiara volteó a ver a Simba y también corrió a abrazarlo.
—Papá, me alegra que hayan vuelto—dijo Kiara
Kiara notó como casi todas tenían rasguños en su cuerpo.
Nala tenía rasguños en sus patas y en la espalda.
—Debe haber sido algo muy peligroso—dijo Kiara
Nala soltó un suspiro.
—Si, así fué —dijo Nala,—vamos Kiara, debemos ir a dormir.
—Está bien—dijo Kiara
Todos se fueron a dormir, es la primera noche en la que nadie durmió a la hora habitual, el grupo de Zira les dió muchos problemas a todas las leonas de Simba.
Nala cerró los ojos y poco a poco se durmió.
Al día siguiente, Nala durmió mucho más de lo que duerme siempre, parecía que ya no iba a despertar.
Simba estaba afuera con Kiara.
—Creo que tu madre ya durmió suficiente —dijo Simba,—ve a despertarla
—Está bien—dijo Kiara
La cachorra se fue corriendo hacia adentro de la cueva.
Cuando llegó, antes de despertarla, observó a Nala. Ella había estado llorando, la parte baja de sus ojos estaba húmeda.
—Mamá—dijo Kiara
Nala seguía dormida.
—Mamá, ya es hora de levantarse—dijo Kiara
Nala empezó a abrir los ojos.
—Hola Kiara —dijo Nala,—gracias por despertarme
—Siempre lo hago —dijo Kiara sonriendo.
Nala se levantó, tenía dolor en todo su cuerpo, sus pasos eran lentos, ella sentía dolor en su pata trasera izquierda, ahí la mordió Tama para intentar tirarla al suelo, sin embargo, Nala no cayó pero ahora le está doliendo.
—Nala ¿Estás bien?—Preguntó Simba
—Estóy bien, solo tengo un poco de dolor en las patas —dijo Nala
—Cuando sea mayor, yo los protegeré—dijo Kiara
Simba le sonrió.
—Ya lo sé, serás la leona más feróz del mundo—dijo Simba
—Gracias—dijo la cachorra
— ¿Y tú? ¿Cómo te sientes?—Preguntó Nala
Simba la volteó a ver.
—Yo estóy bien, gracias —dijo Simba,—Pero no voy a decir que no estóy cansado.
—Muchos de nosotros podríamos haber muerto —dijo Nala
—Todas nuestras leonas están lastimas— dijo Simba
—Tama casi logra matarme —dijo Nala
Simba se acercó a ella.
—Lamento mucho eso, se que era tu amiga —dijo,—pero ahora, es nuestra enemiga y sé lo difícil que debe ser para tí.
Nala soltó un suspiro.
—No te preocupes, era obvio que esto pasaría —dijo Nala
Nala se sentía muy deprimida, era Tama quien siempre la apoyó, y lo peor es que fue por su culpa.
—Fuí de lo peor con Tama toda mi vida —dijo la leona
—Pero ahora eres la mejor madre mí— dijo Kiara
Nala le sonrió.
—Gracias hija, eso me hace sentir mejor —respondió Nala
Nala abrazó a Kiara.
—Te amo hija —dijo Nala
—Y yo a tí mamá —dijo Kiara
Simba volteó a ver hacia el reino.
—Algún día tendrás la responsabilidad de este reino —dijo Simba
Kiara soltó un suspiro.
—Lo sé, pero te diré que aún no me agrada la idea —dijo Kiara,—pero lo intentaré
—Eso me tranquiliza —dijo Simba
—Si papá, prometo que lo intentaré —dijo Kiara
—Se que lo harás —dijo el león acariciando a Kiara
—Desde ahora debemos tener cuidado con Zira y sus leonas —dijo Nala
—Por estas razones no me gusta que vayas a las lejanías —dijo Simba
Kiara asintió.
—Tendré más cuidado —dijo Kiara
—Bien —respondió Simba
Al medio día, Nala fue a la cueva donde estaban las demás leona, ella necesita hablarles.
—Leonas —dijo Nala levantando la voz,—tengo que hablar con ustedes.
Todas la voltearon a ver.
—Reina Nala, siempre es un gusto hablar con usted —dijo una leona
—Gracias —respondió—se que lo de anoche fue algo muy traumático y agotador, pero tengo que agradecerles por su esfuerzo.
Ella hablaba con palabras que inspiraban mucho.
—Y es por eso, que quiero que todas vayan conmigo al mantial —dijo Nala,—para relajarse y limpiar sus heridas
—¡Claro que sí!—Gritaron todas,—vamos chicas, es hora de bañarnos.
"Que bien que les agrade la idea" pensó Nala.
Nala y Simba se fueron junto con las leonas al gran manantial, el cual fue mencionado en la mentira de Simba hace muchos años.
Nala se sentía muy alagada al ser tratada de esa forma por las leonas, ella no era quien le gustaba presumir de su puesto, sin embargo, a ella le gustaba.
Estuvieron caminando durante unos 20 minutos hasta que llegaron.
—Aquí está —dijo Nala
Nala, como la reina, debía hacer que todos y todas estuvieran felices en cada desicion que tome, ella supuso que llevarlas a un manantial sería buena idea, y no sé equivocó.
Todas las leonas estuvieron bañándose y riéndose, platicando de diversos temas, un baño después de un estresante ejercicio es relajante.
Nala entró al agua, ciertamente estaba tibia, pero era relajante. En esos momentos la Roca del Rey se quedó sola.
Simba y Kiara habían ido con Nala también.
Simba estaba al lado de Nala, sin embargo, a Kiara no le gustaba mucho el agua.
—Eeeh... mamá, no creo que esto sea una buena idea —dijo Kiara algo nerviosa.
—Vamos hija, ya verás que el agua es muy refrescante —respondió—ven con nosotros
—Por favor, esto no me gusta nada, enserio —dijo
Nala se levantó y agarró a Kiara del cuello con la boca.
—¡Nooo! ¡Mamá! ¡No me gusta el agua! —Gritó Kiara.
Nala la metió directamente al agua.
— ¡Aaaah! —Gritó Kiara de nuevo
—Vamos, no puede ser tan malo—dijo Nala.
Kiara sacó su cabeza del agua y respiró.
—Ejem, esto es genial —dijo Kiara molesta.
Nala soltó una pequeña risa.
—Ya te acostumbrarás —dijo Nala sonriendo.
— A mi tampoco me gustaba el agua —mencionó Simba
Kiara lo volteó a ver.
— ¿Y ahora te gusta papá?—Preguntó
—Ahora.... ya no—dijo Simba
Kiara soltó un suspiro.
—Bien.... está bien, creo que no es tan malo—dijo Kiara sonriendo
Nala lamió la mejilla de Kiara.
—Intenta nadar—dijo Nala
Nala mantenía sostenida a Kiara, pues no sabía si ella podría nadar.
—Kula, ponte del otro lado de la isla, Kiara intentará ir hacia tí.
—Mamá ¿Estás segura?—Preguntó Kiara algo asustada.
—No te preocupes, si te empiezas a hundir, yo te sacaré y no volveremos a hacer esto—dijo Nala
Kiara la volteó a ver y asintió.
—Bien, te empezaré a soltar—dijo Nala
Kiara tenía una expresión de susto en su cara.
Kiara intentó avanzar hacia Kula, movió sus patas delanteras hacia adelante.
—Mamá, me estóy hundiendo—dijo Kiara
—No te estás hundiendo, tranquila—dijo Nala
Kiara siguió avanzando hacia Kula, ciertamente estaba llegando, se sintió muy felíz, sin embargo, Kiara volteó a ver hacia abajo y accidentalmente hundió su rostro por un segundo y se asustó. Ella empezó a hundirse realmente.
—¡Mamá!—Gritó Kiara
—Estuvo tan cerca—dijo Nala
La leona se levantó y fue hacia Kiara y la sacó del agua.
Nala hizo que Kiara sacara el agua que había tragado.
—Mamá, mamá, ayuda—dijo Kiara asustada
—Ssh, ssh, tranquila, ya estóy aquí—dijo Nala
Kiara respiró, ella se acercó a Nala y la abrazó.
—Me asusté mucho—dijo Kiara
—Lo sé, no volveremos a hacer esto hasta que seas algo mayor—dijo Nala abrazándola.
—Sabes, no preocupé, porque de que tu madre sabe lo que hace—dijo Simba
—Es la mejor—dijo Kiara
Nala le sonrió.
Al atardecer, Simba, Nala y Kiara, regresaron a la Roca Del Rey.
Todas pasaron un buen día en el manantial, fue divertido.
Kiara entró a la cueva y después de unos 10 minutos ella se quedó dormida.
—Es tan hermosa cuando duerme—dijo Simba
—Es nuestra pequeña—dijo Nala
—Nosotros la protegeremos—dijo Simba
—Siempre lo hacemos—dijo Nala
Los dos reyes se echaron junto a Kiara.
Nala colocó a Kiara entre sus patas y así ella también se quedó dormida.
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El Rey León 2: La Historia de Nala
FanfictionEsta es la historia del reinado de Nala junto a Simba, ellos acaban de tener una hija la cual es la heredera al trono llamada Kiara, ella es una cachorra traviesa y curiosa, Nala tendrá que enseñarle a cuidarse mucho de los peligros de la vida y e...