Capítulo 4

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Hola gente, lamento mucho tardarme en subir el siguiente capítulo, y les quería pedir algo, recientemente en esta historia no he tenido el apoyo que tuve en mi historia anterior, y sinceramente esa era mi fuente de inspiración. Les pido más apoyo a todos para poder seguir escribiendo.
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Simba no era muy amigo de Kula ni de Tama, el siempre estuvo enamorado de Nala por lo tanto solo le gustaba mantenerse con ella. Sin embargo, también le sorprendió que Kula haya regresado, ella nunca tuvo problemas con Simba.
Kiara salió de la cueva para ver qué era lo que estaba sucediendo.
Cuando Kula vio a Kiara se sorprendió tanto.
—Se parece—dijo Kula
Nala solo observó a Kula para ver su reacción.
— ¿Ella es tu.....? Ella es.... —Preguntó Kula
Nala solo asintió.
— ¿Ella es tu hija?—Preguntó Kula
—Kula, te presento a mi hija, Kiara—dijo Nala
Kiara se acercó y saludó a Kula.
—Hola—dijo Kiara
—Hola Kiara—dijo Kula
—Hija, ella es mi amiga, no la veía desde hace muchos años—dijo Nala
— ¿A sí?—Preguntó Kiara
—Te tengo novedades—dijo Tama
— ¿Qué es?—Preguntó Kula
—Nala ahora es la reina de la roca del rey—dijo Tama
Nala se volteó y escuchó la conversación.
— ¿Y sabes con quién se casó?—Preguntó Tama
— ¿Con quién?—Preguntó Kula
—Con Simba—Respondió Nala
—Eso es fantástico, me alegro por ustedes—dijo Kula—sabia que serían una gran pareja, se notaba que se amaban desde pequeños
Nala asintió.
A todos en la roca del rey les sorprendió el regreso de Kula, era algo que se había quedado vacío. Ahora habían dos leonas más en la roca del rey. Kula y su madre.
Kula se echó al lado de Tama.
—Oye Tama ¿Dónde está la madre de Nala?—Preguntó Kula
—Shh—silenció Tama
— ¿Qué pasa?—Preguntó Kula
—Ella falleció—dijo Tama
— ¿Qué?—Preguntó Kula
—Si, es la verdad, no toques el tema, pone muy sensible a Nala—dijo Tama
Kula volteó a ver a Nala, ella tenía abrazada a Kiara entre sus patas, estaba dormida.
—Eso es muy triste—dijo Kula
—Lo sé—dijo Tama—a mí también me dolió, le tenía cariño
— ¿Qué fue lo que le pasó?—Preguntó Kula
—Ella fue apuñalada en el estómago por dos hienas—dijo Tama
—Oh no, eso es terrible—dijo Kula
—Si, por favor te suplico que no menciones el tema enfrente de Nala, a pesar de que ya pasaron muchos años, ella aún está dolida—dijo Tama
Kula asintió con una expresión de tristeza.
Kula sabía perfectamente que perder a alguien nunca es algo fácil de superar, sin embargo, perder a tu madre es demasiado para cualquiera.
En la mañana, Nala abrió los ojos, Kiara estaba a su lado, ella estaba dormida. Nala soltó un bostezo, el sol parecía no ser tan fuerte, la mañana llevaba una hora y media apenas desde el amanecer. Todas las leonas estaban durmiendo, Nala notó algo raro entre todas las leonas, se dió cuenta de que era Kula, acababa de recordar que la noche anterior ella regresó junto con su madre.
Nala se levantó y estiró todo su cuerpo, caminó entre todas las leonas hacia afuera de la cueva. Se sentía un ambiente muy fresco, el sol calentaba lo suficiente para que no se sintiera frío.
Cuando observó todas las praderas se miraba un lugar con múltiples lugares con vegetación.
—Ese es el panorama que me gusta ver—pensaba Nala.
Estaba sentada en la punta de la roca del rey, en la parte baja.
En ese lugar fue la última vez que vió a su madre, nunca conoció a su padre y su madre murió. Era algo deprimente.
Escuchó pasos pequeños detrás de ella, Nala volteó a ver. Kiara estaba caminando hacia ella.
—Hola mamá—dijo Kiara
—Hola Kiara ¿Qué haces despierta tan temprano?—Preguntó Nala
—Me desperté y por más que intenté no pude dormirme de nuevo—Respondió Kiara
—Entiendo, también me ha pasado—dijo Nala
— ¿En serio?—Preguntó Kiara
—Si, son cosas que a veces no se pueden evitar—dijo Nala
Nala volteó a ver a Kiara y la abrazó.
—Te amo hija—dijo Nala
—Y yo a ti mamá—dijo Kiara
—Bueno, vamos adentro, intentamos dormir un poco más—dijo Nala
Nala y Kiara entraron a la cueva, Nala se echó en el suelo al lado de Simba y puso a Kiara entre sus patas.
Era muy sorprendente para Kiara, pero siempre el calor de Nala le daba mucho sueño. Kiara se quedó dormida en poco tiempo.
Nala sonrió y soltó una pequeña risa.
—Siempre funciona—dijo Nala e intentó dormir ella también
Casi terminando la mañana, Kiara despertó a Nala.
—Mmm, gracias por despertarme Kiara—dijo Nala
—No hay problema—dijo Kiara
Kiara salió corriendo de la cueva, observó las praderas.
—Guau—dijo Kiara
Kiara empezó a bajar, pero Simba la detuvo levantandola con una pata.
Kiara se empezó a reír.
—Oye, suéltame—dijo Kiara riendose
—Solo quiero que pongas atención—dijo Simba
Kiara comenzó a perseguir a una mariposa, Simba puso su pata en la cola de Kiara, ella cayó al suelo.
— ¿Kiara estás escuchando?—Preguntó Simba
—Accidentarse es muy fácil podrías caer o... —Simbs fue interrumpido por Kiara
—Caer o perderme en la llanura—dijo Kiara
—Y recuerda que no debes alejarte del las praderas en... —Simba fue interrumpido por Kiara de nuevo
—En ningún momento, lo se y si veo a extraño no debo hablar con el, vendré directo a casa—dijo Kiara
Simba solo la escuchaba.
—Ya lo se, ¿Puedo irme ya, siiiiii?—dijo Kiara sonriendo
Nala llegó y se sentó al lado de Simba.
Nala soltó una pequeña risa.
—Hazle caso a tu padre Kiara—dijo Nala
—Si mamá—dijo Kiara
—Y no vayas a las lejanias—dijo Simba
Zazu llegó y escuchó la conversación.
—Es cierto, ahí solo habitan los forasteros traidores—dijo Zazu
—Exacto, nunca debes darles la espalda—diji Simba
— ¿Así, porque?—Preguntó Kiara
—Olvidalo—dijo Simba
—Pero......oye—dijo Kiara mientras su padre la acariciaba
—Lo entenderás algún día—dijo Simba
Kiara se fue corriendo.
—Y no te alejes del camino que te he indicado—dijo Simba
Nala río un poco.
—Simba, ¿Recuerdas quien era así?—Preguntó Nala
— ¿Qué? No...he.....¿Quién?—Preguntó Simba
—Kiara, es igual a ti cuando eras cachorros—dijo Nala
—Exacto, estuvimos en peligro en muchas ocasiones—dijo Simba
Nala soltó una pequeña risa y votó a Simba hacia el suelo.
—Si, los peligros en los que nos metías—dijo Nala
Nala pegó su cabeza con la de Simba.
—Estará bien—dijo Nala y se fue caminando hacia la cueva
Nala sabía que Kiara era muy atrevida, pero el principal peligro ya no está, el cual eran las hienas.
Kiara no se atreveria a ir a las lejanias.
Al medio día, Simba y Nala comieron la comida que guardaron hace unos días.
Unas pocas horas después recibieron noticas de que Kiara estaba en las lejanias.

El Rey León 2: La Historia de NalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora