Capítulo 17

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El humo de ese fuego se notaba desde lejos, el calor aumentaba mientras de acercaban. Aquella sensación de angustia se había apoderado de Nala otra vez, su hija estaba en peligro.
Simba y Nala estaban corriendo hacia el lugar de donde provenía el humo, ya lograban divisar el fuego.
—Corre Nala —dijo Simba
—Eso hago—respondió ella
Los dos leones atravesaron las humo.
Ahí estaba Kiara junto a un extraño león de melena negra.
—¡Kiara! —Gritó Simba
Simba lanzó un rugido al león, el respondió con otro rugido.
Kiara, estás bien —dijo Nala abrazando a Kiara
—Papá ¿Porqué rompiste tu promesa?—Preguntó Kiara
—Me da mucho gusto haberlo hecho, estuve apunto de perderte, no saldrás de cazería más, nunca más —dijo Simba
—Pero si lo estaba haciendo bien y de repente Kovu... —decía Kiara
— ¿Kovu?—Interrumpió Simba rugiendo a Kovu
—Simba —dijo Nala
Desde lejos apareció Rafiki, el había escuchado todo.
¡Hey! ¡Tú! ¿¡Cómo te atreves a salvar a la hija del rey?—Preguntó Rafiki gritando
Al escuchar eso, Simba se sorprendió bastante.
¿Tú la salvaste? ¿Porqué?—Preguntó Simba
—Humildemente pido unirme a tu manada... —dijo Kovu
—No —interrumpió Simba—fuiste desterrado junto con los otros.
—Tama—pensó Nala
He dejado a los forasteros, estoy solo —dijo Kovu—juzgame ahora por lo que soy solamente, ¿O acaso me culparás por algo que no cometí?—Preguntó
Simba rugió por no saber que decisión tomar, el la salvó, sin embargo, es un forastero.
Nala desde el principio creyó que Kovu no era alguien malo, y ahora lo está demostrando, pero Simba nunca lo ha creído.
Simba, salvó la vida de nuestra hija —mencionó Nala
Zazú llegó volando y se paró enfrente de Simba
Mhm es cierto señor, estamos en deuda y el protocolo real exige que de paguen todas las deudas...aunque en esta ocasión talvez quiera hacer una escepción —dijo Zazú
Simba volteó a ver Kovu.
Prevalecerá la ley de mi padre, por ahora me reservo mi juicio, ya veremos quien eres en realidad —dijo Simba empezando a caminar
Kovu volteó a ver a Nala y a Kiara.
Nala se alegró al ver que Kiara estaba felíz estando con Kovu, así que ella sonrió al igual que Kiara.
Nala sabía que Kovu era una buena persona, se fue caminando al lado de Kiara en todo el recorrido hasta la Roca del Rey.
Ella entró a la cueva junto con las demás leonas, estaba algo desepcionada por lo que había hecho Kiara, sin embargo, también estaba muy felíz de que Kiara esté a salvo.
Y está muy agradecida con Kovu por lo de hizo.
Simba entró a la cueva con una expresión de enojo, aún no confiaba en Kovu.
Simba, Kiara está bien, deberías estar felíz —dijo Nala
Lo estoy, el único problema es Kovu, no confío en él —dijo Simba
—Sé que es un forastero, pero puede que no todos ellos sean malos —dijo Nala
Simba soltó un suspiro.
—Está bien Nala, espero que tengas razón —dijo Simba
Nala volteó a ver hacia afuera también.
—Kiara aún no ha regresado —dijo Nala
Simba volteó a ver hacia afuera también.
— ¡Kiara! —Gritó Simba
—¡Ya voy!—Gritó Kiara
Simba volteó a ver a Nala.
Kovu puede no ser malo, intenta darle una oportunidad, podría ser bueno para Kiara —dijo Nala
—Talvez —dijo Simba
Kiara entró a la cueva caminando, ella volteó a ver a sus padres, los cuales la observaban detenidamente.
¿Sucede algo?—Preguntó Kiara
—No, no pasa nada hija —respondió Nala
—Vamos a dormir —agregó Simba
—Bien...y lamento haberlos preocupado, deben saber que los amo demasiado —dijo Kiara acercándose a Simba y Nala
—Nosotros también te amamos hija—dijeron Simba y Nala abrazando a Kiara
—En especial a tí papá, no quise asustarte, lo lamento—dijo Kiara
—Bien, espero que no lo hagas de nuevo —dijo Simba
Kiara sonrió y se fue caminando junto con ellos hacia el fondo de la cueva para dormir.
Nala ya estaba cansada, la noche llegó bastante rápido, ella notaba algo diferente en Kiara, una pequeña sonrisa estaba en su boca.
Kiara, ¿Estás bien?—Preguntó
Ella la volteó a ver.
Ha... sí mamá estoy bien...muy bien—dijo Kiara
—Bueno hija, intentemos dormir—dijo Nala
—Bien—dijo Kiara
Kiara se recostó en el cuerpo de Nala, pero ella levantó la mirada.
—Eeh mamá, ¿Puedo preguntarte algo?—Preguntó Kiara
—Claro que sí hija, ¿Qué sucede?—Preguntó Nala
— ¿Puedo ir con Kovu a las praderas? le prometí que lo vería al alba—Preguntó
—Bueno...yo diría que sí, pero no sé que dirá tu padre—dijo Nala
Nala volteó a ver a Simba, el estaba durmiendo a su lado.
— ¿Podrías hablar con él?—Preguntó Kiara
—Está bien, lo intentaré —dijo Mala
—Gracias...¿Tú crees que Kovu tiene maldad en su corazón?—Preguntó Kiara
—Sinceramente no estoy segura, pero confío en que no tiene maldad —dijo Nala sonriendo
Kiara sonrió también.
—Bueno, buenas noches —dijo Kiara
—Buenas noches —dijo Nala
Kiara se recostó en Nala de nuevo.
Nala soltó una pequeña risa.
—Duerme bien hija—dijo Nala
Nala cerró los ojos y lentamente se durmió.
En las lejanías.
Zira y sus leonas estaban felices de que su plan había funcionado, era la carnada perfecta para tener a Simba indefenso.
Ahí entre todas estaba una leona muy peculiar, era Tama.
Estos doce largos años por fin han terminado Nala, prepárate ya que con la ayuda de Kovu, Simba no te protegerá y serás historia —dijo Tama sonriendo
Cuando Tama se fue de las praderas, su cuerpo era delgado, pero no era para decir que moría de hambre. Ahora está tan delgada que sus huesos se dejan ver, como todas las leonas.
En la Roca del Rey.
En la madrugada, algo dejó dormir a Nala. Simba parecía estar teniendo una pesadilla, Nala se sintió mal por él, sin embargo, no podía hacer nada hasta que él despertara.
Ella cerró los ojos hacia donde estaba él, no quería interferir. Poco después Simba se despertó.
Por la posición en la que estaba, Nala ya estaba dormida.
En la mañana, Nala abrió los ojos, Simba no estaba, Kiara tampoco, recordó que en la noche ella dijo que estaría con Kovu.
Nala soltó una pequeña risa.
Si Kiara llega a sentir algo por Kovu, espero que hable conmigo, talvez puedo ayudarla—pensaba Nala
La mayoría de las leonas estaban afuera ya, Nala es quien siempre duerme hasta tarde.
Ella caminó hacia afuera de la cueva, al salir, una suave brisa movió su pelaje, era aire fresco.
Ella observó hacia el manantial, ahí venía Simba caminando.
Nala se sintió nerviosa, no sabía cómo explicarle a Simba que Kiara de había ido con Kovu.
Hola Nala, que sorpresa verte despierta a esta hora —dijo Simba
—Aaah...si, que sorpresa ¿No? Creo que es la única sorpresa...eeh...nada raro pasa—dijo Nala sonriendo
Simba notó al instante que algo no estaba bien, Nala nunca actúa de esa manera.
— ¿Nala sucede algo?—Preguntó extrañado
—No...no pasa nada, todo está bien ¿Qué podría pasar?—Preguntó Mala nerviosa
—Nala ¿Me estás escondiendo algo?—Preguntó Simba
Simba volteó a ver adentro de la cueva, Kiara no estaba.
— ¿Dónde está Kiara?—Preguntó Simba
Nala soltó un suspiro.
Ella se fue con Kovu —respondió Nala
— ¿Qué?—Preguntó
—Ella estará bien, te prometo que lo estará —dijo Nala
—Si algo le pasa a Kiara.... —dijo Simba enojandose
—Yo me haré cargo—interrumpió Nala—dejala divertirse por hoy
—Bien, pero no estaré tranquilo—dijo Simba
Nala sabía cómo tranquilizar a las personas, su personalidad tranquila también le da tranquilidad a los demás.
Después de una hora, Nala estaba sentada en la punta de la Roca del Rey, estaba observando el panorama, era hermoso, era un día tranquilo.
Observó todo, había animales por todos lados.
Era algo muy placentero de ver para Nala ya que le transmitía mucha tranquilidad.
¿Cómo estás amiga?—Preguntó una leona
Nala la volteó a ver.
Hola Kula, estoy bien gracias —respondió Nala
— ¿Dónde está tu hija?—Preguntó Kula
—Ella se fue con Kovu, el parece ser alguien bueno para ella—dijo Nala
— ¿Kiara está enamorada de él?—Preguntó Kula
—No lo sé, pero si lo está, no me molesta, me agradaría —dijo Mala
—No me sorprendería, es un león muy apuesto —dijo Kula
— ¿Tú crees?—Preguntó Nala
—Si, el sería bueno para Kiara, si él demuestra sentir lo mismo por Kiara, y es por amor en verdad, será el mejor para ella—dijo Kula
Nala volteó a ver hacia las praderas.
Sí, eso espero, pero aún no sé si ella siente eso por él—mencionó Nala
—Pero si ella lo ama, necesitará a su madre para apoyarla—dijo Kula
Nala la volteó a ver.
Gracias Kula—dijo Nala
Al medio día, las leonas fueron a cazar, Nala fue con ellas, pero esta vez no hubo complicaciones, así que lograron llevar la comida sin ningún problema.
Kiara aún no había regresado, no mencionó que se iría todo el día, sin embargo, a Nala no le molestaba que sí hija hiciera eso, mientras ella no esté en peligro Nala está tranquila.
Zazú llegó y se paró enfrente de Nala.
Reina Nala—saludó—no hay novedades en el reino.
—Gracias Zazú—dijo Nala
Ella junto con las leonas llevaron los animales a la cueva, allí estaba el rey, el cual estaba preocupado por su hija.
Nala dejó caer un trozo de carne frente a él.
—Simba no puedes mantenerte así todo el día, puede que Kiara salga más veces con Kovu—dijo Nala
—Lo sé, lo lamento—dijo Simba
— ¿Vas a comerte eso?—Preguntó señalando el trozo de carne
—Sí, lo haré—dijo Simba
—Bien—dijo Nala echándose a su lado
Así pasaron el día, Nala tranquilizando a Simba para que no vaya en busca de Kiara por preocupación. Ella lo calmaba con muchas palabras. Nala trataba de comprender a Simba, él cuida mucho a Kiara porque estuvo en peligro de cachorro. Ahora ya no hay muchos peligros, hasta las hienas se fueron, es por eso que Nala siempre trata de decirle eso a Simba, sin embargo, él siempre se mantiene preocupado.
En la noche Simba salió de la Roca del Rey para buscar a Kiara, él llegó a los campos donde encontró a Kiara y a Kovu.
Nala siguió a Simba, ya que notó rápidamente que él no estaba en la Roca del Rey.
Simba estaba sentado en una pequeña montaña, hablando con las estrellas.
Simba—dijo Nala intentando atraer la atención de Simba
—Estaba pidiendo consejos a los grandes reyes—dijo Simba
— ¿Dijeron algo bueno?—Preguntó Nala
Simba soltó un suspiro.
Las estrellas callan...mi padre jamás hubiera... —decía Simba
—Mi pobre Simba, quieres hacer tanto para no defraudar a los que confían en tí, talvez Kovu no es... —decía Nala
¿Qué? ¿Y cómo es que tú...?—Interrumpió Simba
Nala soltó una pequeña risa.
Yo logro verlos desde aquí tanto como tú, entérate antes de juzgar—dijo Nala
Ella se fue caminando hacia la Roca del Rey, Simba la siguió, le dio mucho en que pensar.
Ya era de noche y, como todos los días, debían dormir ya, Nala entró a la cueva y se acostó en donde siempre duermen.
Kiara regresó junto con Kovu a la Roca del Rey, ella volteó a ver a Kovu antes de entrar a la cueva, sintió como un bonito sentimiento invadía su corazón.
Al entrar, Nala aún estaba despierta.
Kiara—dijo Nala acercándose a abrazar a su hija
—Ya volví mamá—dijo Kiara
—Me alegra tanto—dijo Nala
Kiara se acostó junto con su madre para intentar dormir.
Después de unos minutos, Simba entró junto con Kovu a la cueva.
Nala de dió cuenta.
—Bien hecho Simba—pensó Nala
Nala recostó su cabeza en el suelo y se durmió.
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Hoy superé mi record por completo, 1955 palabras, nunca creí escribir tanto en un capítulo.
Les quiero agradecer todo el apoyo, son los mejores, aquí les dejo el capítulo.

El Rey León 2: La Historia de NalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora