「┊ 9 ┊」

162 24 6
                                    

—    ¡No, cancélalo, sácala de ahí, Joel! — Estela estaba alterada, derramando tantas lágrimas que seguro su cabeza dolería después

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—    ¡No, cancélalo, sácala de ahí, Joel! — Estela estaba alterada, derramando tantas lágrimas que seguro su cabeza dolería después.

—    Estela...

—    ¡Rápido, saca a mi niña de ahí! No, no dejes que esté ahí dentro, mi Maddie, sácala...

—    ¡Estela! — Joel se encontraba tenso e impotente, mirando a su hija dormida, los minutos posteriores al inicio de criopreservación habían sido eternos para él, afortunadamente su hija había mostrado niveles de vida, ingresarla a la cápsula había sido un éxito.

—    Bien, ahora solo deben sacarla. — La voz de Amadeus parecía emocionada.

—    Señor, usted sabe que aún no hemos logrado obtener un procedimiento correcto, el sujeto Uno es prueba de que...— Víctor comenzó a alegar.

—    De suerte, por eso, creo que el sujeto Siete es suficiente estímulo para que logren algo... exitoso.  Sí quieren recuperar a su hija, tiene que trabajar para lograrlo. — Amadeus les sonrió, retirándose a un paso tranquilo con sus dos gorilas, dejando a Samuel, Víctor y los Bennett con los ánimos bastante caídos.


╭☀╮


La primera semana los Bennett no dejaron las instalaciones, Joel pasaba demasiado tiempo tratando de averiguar cómo lograrían un procedimiento de reanimación exitoso. Samuel estaba más sumergido en sus cosas, ayudando a Joel y Estela en lo que podía, como llevarles comida, aunque ninguno tomará algo, solo estaban pegados a la cápsula de su hija.

—    Joel, Estela... Deben comer algo, ya pasó una semana, y... — Víctor se aproximó de nuevo a ellos, sin cara para poder alentarlos, no sabría que estarían sintiendo sus amigos ahí mismo.

—    Lo conseguiré, sacaré a mi hija de ésta cápsula... cueste lo que cueste. — Joel habló tan seguro que la esperanza volvió por un segundo, Estela lo miró con una tenue sonrisa, no debían rendirse.

—    Sí, lo haremos... Así que, vayan a casa, descansen y yo cuidaré de Maddie, reanimaremos a Madeleine, y será exitoso. — Samuel se dirigió a ambos, con una sonrisa que mostraba la seguridad que Joel comenzaba a adquirir.

— Gracias... —   Estela y Joel se levantaron de las sillas en las que estaban, y salieron de Kryos.

D E S P E R T A RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora