En 1990, Madeleine Bennett tenía una vida perfecta, estupendos amigos, una amorosa familia, un mágico primer amor... Una vida que le duraría hasta los diecisiete años.
Porque el día que decidió acompañar a sus padres al trabajo, cavó su propia tumb...
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17 de agosto de 2020; día 1
Maddie tenía sueños cortos, soñaba con Jonathan y los chicos, juntos en una fiesta, en algún parque, sin embargo, todos sus sueños se tornaban pesadillas con el día que entró a aquella dichosa cápsula, ella sabía dentro de sus sueños que eran eso, sueños o en realidad memorias a las que se aferraba tanto, durante sus fantasías ella era consciente de estar dormida, sin embargo, no sabía por cuánto ya había dormido.
Hubo ocasiones donde escuchaba a su padre decirle que la sacaría, a su madre llorar diciéndole que faltaba poco para que despertará, pero la chica dudaba de la veracidad de aquellas palabras porque tan pronto las escuchaba volvían a sumergirse en un abismo totalmente obscuro, recordando que seguía inerte.
Después de un tiempo, algunas de las alucinaciones de Madeleine la tranquilizaban cada vez más, dentro de ellos se encontraba en un campo sola, bajo la sombra de un gran árbol, escuchaba como una melodiosa voz le hablaba, "Yo soy Trevor y mi abuelo me dijo que te cuidaría". Iniciaban así además esa misma voz le contaba historias, cosas diversas y raras, sobre personajes heroicos que conseguían salvar al mundo, siempre con un "Te aseguro que seré así de mayor".
Maddie no sabía quién le hablaba y por más que intentará recordar el nombre que escuchaba se volvía una odisea recordarlo, solo sabía que esa voz, aparecía cuando tenía miedo de nunca volver a abrir sus ojos.
Kryos avanzó con el paso de los años, era un evidente avance desde que llegó Maddie a las instalaciones. Todos habían multiplicado sus esfuerzos, haciendo lo mejor cada día. Y ese era el día. Estaban reunidos como hace treinta años atrás, la diferencia era que aquella reunión solo sería para Samuel, Víctor y los Bennett con la peculiar presencia de Trevor, él tanto como los demás estaba inquieto, tan nervioso que no podía hacer más que mirar.
Prepararon todo desde el momento en que supieron que Amadeus estaría fuera del país por ese verano, estaba confiando totalmente en los cálculos de Samuel que, junto con todos ellos y Trevor, pasaron cinco años de esperanzas y pruebas para aumentar las oportunidades de éxito para la ocasión, ya que, en esos cinco años lograron perfeccionar todo el procedimiento al que por idea de Trevor llamaron "Despertar".
— Bien comencemos... 17 de agosto de 2020, a las 14:23 del día comenzaremos el procedimiento de reanimación Despertar, para el suje- — La mirada de Trevor mostraba desaprobación, y con una sonrisa, Joel prosiguió. — Para la reanimación de Aurora.
Justo como la primera vez que reanimaron a Lucero, su corazón se aceleraba de manera frenética, nadie se encontraba tranquilo, solo rogaban porque aquel procedimiento fuera el correcto. Todo el mecanismo era igual, en realidad lucía idéntico, el vapor comenzaba a salir de la cápsula, pronto se llenó de agua cubriendo a Madeleine y tras varios segundos se empezó a drenar por los costados interiores de la máquina, notaron cómo se encendía el proceso de incubación, mostrando el calor hacia el cuerpo que sin duda emprendía a cobrar color, Estela no dejaba de mirar con una gran esperanza, necesitaba tener a su niña de nuevo en brazos.