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El primer cambio significativo referente a su vida como estudiante fue la creación de los representantes de materias, era diferente a ser el delegado del grupo, sin embargo, tenía las mismas obligaciones que uno

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El primer cambio significativo referente a su vida como estudiante fue la creación de los representantes de materias, era diferente a ser el delegado del grupo, sin embargo, tenía las mismas obligaciones que uno. Y era claro que le costaba entender el cambio, aunque se lo explicara Elián, Trevor, Kai, Kae y todo aquel que la viera suspirar por agobiarse como representante de Lenguaje y Literatura. Sus compañeros eran unos holgazanes, no había otro adjetivo para ellos, tenía que ir detrás de la mayoría en muchas ocasiones para que le entregaran las tareas o reportes que pedía Adam. Al principio era entretenido, pero viendo la vagancia que sus compañeros ponían era estresante.

El segundo cambio y probablemente el más radical para ella fueron las evaluaciones. Leth nunca imaginó que cambiaría, recordaba que tenía que presentar pruebas cada dos meses, y de esa forma hacer la ponderación para final del año escolar. Y ahora, se le dificultaba entenderlo, primera fase, el examen se presentaba de manera trimestral, solo dos evaluaciones a lo largo del año escolar. Y justo en  la penúltima semana de clases les habían entregado fichas con el horario establecido para cada uno de sus exámenes, no solo la harían presentar exámenes en otra aula sino con otros compañeros, pues a nivel grado los ordenarían a todos colocando a cada alumno de tercero por orden alfabético sin importar el salón al cual pertenecieran, es decir, todo aquel estudiante que su apellido comenzara con A, B o C, les tocaría en la clase uno y de esa forma sucesiva hasta repartir las veintisiete letras del abecedario en las nueve aulas de tercer año. Y ese hecho le parecía abrumador, por toda una semana compartiría clase con Raziel y Elián, Trevor y Alelí estarían en la clase dos, los mellizos en la cuatro y Cameron solito en la siete.

—    ¿Siempre hicieron esto? — Murmuró la chica a Raziel, en esa ocasión les había tocado las primeras mesas y estaban uno al costado del otro. Orden para tomar lugar en el salón habían impuesto.

—    Síp. Desde primer año, y así como estamos se encuentran los otros grados, toda la escuela ordenadita. — Raziel se había recargado en la mesa para hablar con ella.

—    Interesante... Y algo engorroso. — Raz levantó los hombros.

—    Te acostumbrarás. También creo que te sorprenderás mucho con lo que pasará al final de la semana.

—    ¿Vamos a tener algún evento como el de deportes? — Arleth se mostró ilusionada, pues recordaba con amor el primer evento deportivo y el único al que asistiría. Era una jornada deportiva donde las aulas rivalizaron en los diferentes deportes que la escuela tenía, natación, fútbol, atletismo, tenis y baloncesto. El aula de Arleth había logrado subir al podio. Esa semana había sido de lo más entretenida y especial para ella, tanto que su celular por fin había servido de algo, llenar su memoria de fotografías.

—    No, ni de cerca. — Raziel se burló de su amiga.

—    ¿Entonces? — La profesora de Calculo iba entrando, los chicos callados atendieron a las indicaciones de la catedrática, unos más atentos que otros pues Raziel no se había cambiado de postura y seguía tan vago como Trevor, Arleth pensó que en algo tenían que parecerse para llevarse tan bien.

D E S P E R T A RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora