Al despertar se encontraron con los bocadillos que Estela preparó. Se volvieron a acomodar en la cama, y esta vez, música que Trevor colocó sonaba de fondo, fue curioso porque en esa ocasión se escuchaba a Shawn Mendes, el cantante que le gustaba a Kae y Alelí.— ¿Me cuentas qué pasó? — Trevor rompió el silencio, esperando una respuesta por parte de Arleth.
— Antes platique un gran rato con Adam, hablamos de "mi madre" y esas cosas, cuando terminamos de hablar porque las clases acabaron me sentía emocionada y feliz. — Respiró hondo y continuó—: Cuando recordé que tenía que entregarle esas copias tarde un poco ya que estaba ocupado hablando con alguien, entonces un muchacho llegó y fue quien abrió la puerta, ah, fue cuando vi a Adam con mi novio... — Trevor se sorprendió con tal declaración. — Bueno, ¿Exnovio?
— ¿Tenías un novio?
— Sí...
— Vaya, y yo que pensé que tu vida no podía ser más dramática.
╭☀╮
Arleth mantenía su expresión triste, no podía evitarlo, volver a ver a Jonathan fue un gran impacto para ella y su tranquila vida nueva, su mente se reinaba de pensamientos sobre él, y el creciente deseo de saber más sobre su vida, quería estar cerca de él, volver a significar algo para él.
— ¿Estás bien? — Kae se levantó con una simpática sonrisa, mirando atenta a su amiga. Arleth se quedó callada y reaccionó segundos después.
— Algo así...
— No luces bien... Pareces deprimida. — La japonesa se sentó en la banca de frente, Alelí había ido al baño, era el primer periodo de descanso.
— Bueno, se puede definir así, estoy deprimida.
— ¿Algún amor que dejaste en Inglaterra? — Si lo pensaba bien, sí, era algo así.
— Así es...
— Ya tengo el remedio.
— ¿Para la depresión?
— ¡Por supuesto! Una pijamada en mi casa. ¿Hecho? — No podía negarse, Kae lucía bastante emocionada. Estaba a punto de rehusarse al saber que debería ser más cuidadosa cuando tuviera que quitarse y colocarse las lentillas. Sin embargo, la mirada de Kae era aquella misma que ponía su madre cuando no esperaba un no por respuesta.
— Ah, vale...
— ¿Me perdí de algo?
— Alelí, habrá pijamada en mi casa.
— ¿Hoy? — Kai llegaba con una cara tan pálida que daba miedo.
— ¡Por supuesto! También estás invitado, hermanito.
ESTÁS LEYENDO
D E S P E R T A R
RomanceEn 1990, Madeleine Bennett tenía una vida perfecta, estupendos amigos, una amorosa familia, un mágico primer amor... Una vida que le duraría hasta los diecisiete años. Porque el día que decidió acompañar a sus padres al trabajo, cavó su propia tumb...