Capítulo 20

51 2 2
                                    

Despierto adolorida en una habitación completamente a oscuras. No escucho a nadie a mi alrededor y mis manos se encuentran atadas al igual que mis pies. La respiración me falla un poco y no puedo hacer movimientos bruscos porque al mínimo mi cuerpo caerá de esta silla en la que estoy sujeta.
Grito por ayuda varias veces, pero nadie viene en mi auxilio.

—¿Hay alguien ahí? Por favor respondan. ¿Qué quieren de mi? ¡Quiero salir de aquí! ¡Auxilio! —Nadie responde.

Sigo gritando y pidiendo ayuda hasta que mi garganta se irrita y ya no me quedan ganas de gritar ni de moverme para desatarme. En voz baja sigo diciendo con debilidad que necesito salir de aquí.
Recuerdo como Evans ha quedado inconsciente en el piso al momento que perdí la conciencia. Me desespero aun más por saber si se encuentra bien, me preocupa que se lo hayan llevado a otro lugar. Me siento tan negativa sin él.

De pronto escucho abrir una puerta, la persona que ingresa en la habitación se acerca a mí, emite pasos refinados y veo como de la oscuridad aparece un tipo alto con cabellos casi nieve y con una expresión despiadada y llena odio.

—¿Pero qué tenemos aquí? Alguien se ha perdido por estos rumbos me parece —Dice mientras se sienta en una silla frente a mí.

—¿Qué quieres de mí? —Añado sin hacer temblar mi voz.

—De ti nada, solo te vi necesaria para continuar con mis planes —Chasquea su boca —¿Tenías que complicarlo todo? Tú no tienes nada interesante y aun así te atreves a intervenir.

—No sé de qué habla, señor Daniel Foster —Respondo con firmeza.

—Veo que me conoces muy bien pequeña insolente. Me ahorras la presentación.

—No necesito adivinar, su propia presencia lo delata, y pensar que su hermano es mucho mejor que usted, esto me hace entender por qué su padre confió más en el señor Harry.

Daniel Foster me mira con frialdad y de repente se empieza a reír a carcajadas como un verdadero tirano.
Yo lo sigo viendo sin apartar mis ojos con una leve sonrisa de sarcasmo caigo en cuenta de que provocarlo no fue la mejor idea. 

—¡Eres una insolente! —Grita.

Levanta su mano sin avisar y al siguiente mi cara se siente con un dolor profundo de un lado. Mis lágrimas están a punto de salir, pero muerdo mis labios tan fuerte como puedo para aumentar mi ira.

Sonrío ante esta señal de enojo por parte del padre de Mike —¡Ja! ¿Cree qué esto duele? ¿Por cuánto tiempo va a mantener su cara de poker ante los demás. No cabe duda de que solo necesito molestar su orgullo para que pierda los estribos.

Nuevamente mi rostro ha sido golpeado del otro lado. Aprieto con más fuerza mis labios y la sangre empieza a salir no sólo de ahí sino que también de mi nariz. Pienso inmediatamente que debo controlar mi boca antes de que este sujeto en un ataque de enojo me mate a golpes. 

—Hagamos las cosas fáciles. Te dejaré ir.

—¿Qué? 

—Sí, te dejaré ir. 

—Así nada más, ¿qué ganó con capturarme? ¿Me dejará libre sin pedir nada a cambio? 

—Tú lo has dicho, así sin más —Hace una pausa —Por esta vez. He conseguido lo que quería. 

—Usted de verdad tiene tanta confianza, me toma prisionera, me golpea, revela su identidad y me deja ir. ¿Qué le hace pensar que no me quedaré de brazos cruzados?

—No lo harás. Una vez que salgas de aquí obtendrás tu respuesta —Mira su reloj —Ya es tarde, tengo que irme. Espero tener que volver a verte. Solo espero.

Luego de que este anciano ridículo se va, unos sujetos completamente cubiertos de pies a cabeza se acercan a mí. Cubren mis ojos y tapan mi nariz con un pañuelo. Lo siguiente fue un mareo que me hace perder nuevamente la conciencia. 

Despierto en mi habitación, mi casa está a oscuras y por lo que veo después de revisar es que mi mamá aun no llega del trabajo. Voy al baño para ver que tan fea he quedado luego de los golpes recibidos. 

—¿Cómo se atreve a pegarme? —gruño mientras me lavo el rostro y éste empieza a arder —¡Auch! Mis cachetes han tomado una tonalidad diferente, tengo que cubrirlos antes de que mamá llegue. 

Ya en mi recamara llamo a Evans, porque necesito saber como está. El teléfono suena, suena y sigue sonando, pero no contestan. Vuelvo a intentar y al segundo alguien descuelga la llamada. 

—¿Hola? —Digo, pero nadie habla. 

—¿Evans? ¿Dónde estás?

—Hola, pequeña Dana —Contesta una voz diferente y familiar.

—¿Usted? 

—Sí, el mismo que conociste hace poco. Mi sobrino quiere enviarte saludos —Hay un silencio repentino —Dile algo a tu amiguita. 

—¡Evans! ¿Eres tú? ¿Evans? —Me altero. 

—Dana... No hagas nada —Su voz es débil —No lo hagas. Yo estoy bien. 

—¿Evans dónde estás? ¡Evans!

—Mucha charla para ustedes dos —Daniel Foster parece disfrutar este momento y luego su tono se escucha firme y dictatorio —Aun hay muchas sorpresas para hoy. Mañana te estaré dando unas cuantas instrucciones si quieres que mi querido sobrino se encuentre nuevamente contigo. 

—¡Espera! No le hagas daño. Dime qué buscas ¡Dime! —Me quedo hablando y gritando en el celular. La llamada se ha cortado sin decirme nada más.

Me siento impotente, porque alguien como yo ¿Qué puede hacer?... Me derrumbo en ese inmediato, y no puedo evitar las ganas de llorar, simplemente no sé que hacer. 

—Tengo que llamar a la policía —Es lo que se me ocurre. 

Pero escucho la puerta abrir. Mi mamá me llama desde la entrada. 

—Cariño, he vuelto —Camina a toda prisa hacia mi y me abraza. 

—¿Qué sucede mamá? ¿Por qué tan alegre?

—Dana estoy tan contenta, hoy he sido recomendada a la empresa de tu amigo. El señor Daniel Foster me contrató como su asistente personal y hasta me han aumentado el sueldo —Me quedo quieta ante lo que acabo de escuchar. 

—¿No te alegra? ¿Por qué tienes esa expresión, cariño? —Me mira extrañada ante mi actitud. 

—No me hagas caso, creo que me va a dar la gripe. Que bueno por ti madre, me alegra mucho, pero mañana seguimos hablando, me duele la cabeza. Voy a descansar.

Corro a mi habitación y me echo en la cama confundida sin poder hacer nada. Me ahogo en mis pensamientos pidiendo fuerzas para soportar este dolor que estoy sintiendo. ¿Qué hago? ¿Qué debo hacer? Mis alas y mi valentía fueron cortadas de raíz. 

"Papá ayúdame..."

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 13, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Game OverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora