Prólogo

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Milo, un joven de 14 años, se encontraba corriendo por las calles de Grecia. La causa:

Su madre acababa de fallecer.

No quería saber nada del mundo. La sangre le hervía, decir que estaba molesto era poco, simplemente no quería aceptar que acababa de perder a su madre; por culpa de una enfermedad.

— ¡Maldición! —Grito desesperado y colérico— ¿Por qué no me esperaste?

No quería llorar se había prometido no hacerlo, pero es un ser humano.

Antes de dejar caer una lágrima, chocó con alguien.

— ¡Fíjate por donde caminas!

Se fijo con quién había chocado no era nada más y nada menos a alguien que acababa de hacerle la vida imposible en el colegio.

— Pero mira lo que he encontrado...

Camus dos años menor a Milo había sido violado en Francia, por eso y otras razones se mudó a Grecia. Todo era perfecto en su nueva vida pero alguien lo arruinó, y ese alguien era Milo que se enteró de lo que le sucedió en Francia y alteró un "poco" la información comentándolo a todo el instituto. Todos comenzaron a hacerle bullying, apartarlo, maltrataban, en algunos casos insultaban por el solo hecho de haber sido "usado".

— Dame permiso no quiero verte — Pidió Camus, casi inaudible— por favor.

— ¿Y si no lo hago? —para Milo era perfecto encontró la mejor forma de desahogarse— ¿Qué piensas hacer?

Camus lo odiaba.

Se culpaba mil veces por haber tomado ese atajo a su casa.

— ¿Ya se te vas a poner a llorar...? —lo tomo del cuello de la camisa y lo levanto un poco del suelo— ¿O te irás corriendo a los brazos de tu mami?

— Al menos...yo....s-si tengo...una que está para mí y no se siente avergonzada del hijo que tiene...

Era un engaño, una cruel mentira, el tampoco tenía madre, solo una "tía" que le hacía la vida más miserable.

— Y sabes algo... e-ella me ama...

Esas tres últimas palabras habían sido el detonante para que Milo tiré a Camus al suelo, para comenzar a golperalo, patearlo y maltratarlo hasta el cansancio.

(...)

Finalmente se calmó un poco y dejó a Camus tirado como si de basura se trataba.

Una vez que Camus vio que Milo se había ido, se paro, se limpio las lágrimas, sangre y polvo que tenía.

En ese momento Camus ya había perdido todo: su dignidad, su fuerza, su alegría, sus sentimientos y esa parte de el que aún creía que en este mundo había gente buena.

No volvería hacer el mismo. Su vida ya no tenía ningún sentido, pero seguiría de pié, aún cuando todo esté en su contra.




''''''''

Eh aquí el prólogo.

El inicio de una aventura...

Okey, ando emocionada con este inicio. Es demasiado, si, lo es.

Si tiene alguna duda, vieron una falta de ortografía o quieren dejar algo que se les pasó por la cabeza al leer: déjenme en los comentarios, que los estaré leyendo 😌😉

Sin más que agregar a este inicio:

Manzanita fuera.🍎

¡¡¿Por qué lo hiciste?!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora