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Inhala....

exhala...

Inhala....

Exhala...

Todo estará bien, solo es un viaje con alguien que me hizo daño y lo odió....todo saldrá bien, es sólo una semana, nada de qué preocuparse...una semana....

Una semana, que no se, que vaya a ocurrir.

Bueno...no puede pasar nada, ¿cierto?

En este momento estoy parado alfrente de aquel que fue uno de mis agresores, tratando de no salir corriendo del aeropuerto...a un lado de el se encuentra su ¿hermano?

Debe ser lo, por qué se parecen bastante en el aspecto. El señor Degel no a dicho una sola palabra desde que el hermano mayor lo saludo con un beso en la mejilla. Por mi parte solo le di la mano a los dos.

— ¿Cómo ha estado, señor Kardia?

Pregunta el señor Degel con algo de nervios y como si fuera la primera vez que entabla conversación con otra persona.

— Se podría decir que, bien ahora que lo veo más calmado.

El señor Kardia sigue sonriendo, un momento...¿Mi tío sabe su nombre?...creo que fue por que se conocieron en el hospital cuando paso eso.

Mientras mi tío, que está actuando muy, pero muy raro con ese tal Kardia. Veo que Milo está nervioso, mi mira, luego yo lo miro y desvía la mirada. De alguna manera trata de decirme algo pero no lo hace.

<<¡¡Los pasajeros con destino a Toulouse-Francia, por favor dirigirse al avión designado!!>>

Bien, Milo—habla el héroe Milo— más te vale comportarte bien con Camus.

—Si, ya no soy un bebé Kardia

Le responde Milo y pone cara de fastidio.

—Camus...—me llama Degel—no creo que sea necesario decirte, cuídate, que si te pasa-

Lo interrumpo terminando la frase.

— Qué si me pasa algo te mueres, lo se, no te preocupes estaré bien, Tu deberías cuidarte más que yo. Además solo es una semana.

Me quedo viendo al piso al darme cuenta, otra vez, que estaré con Milo una semana...

— Vez Milo, ¿Por qué no eres como Camus?

Pregunta burlón Kardia.

— ¡No molestes!

Su relación de hermanos es tan infantil para mi.

Luego de despedirnos de nuestros tutores, tomamos nuestras maletas, no son tan grandes y abordamos el avión.

Subimos al avión. Milo se sienta junto a la ventana y yo a su lado.

Milo no me mira, yo tampoco, me siento muy incómodo estar con el así. Me voy a enfermar si sigo preocupándome por lo que vaya a ocurrir.

La azafata pide que guarden los dispositivos electrónicos y que nos pongamos cómodos.

Luego de unos minutos, avisan que ya se puede sacar, los teléfonos, audífonos etc. La compañera de la azafata va pasando con Sandwich, snacks y diferentes tipos de bebidas.

En este momento lo que menos quiero es comer algo. Jamás me ha gustado viajar, por que, me mareo rápido y me dan náuseas, es inevitable. Así que trato de estar relajado, ver todo esto de una manera no tan mala y trato de no demostrar mi nerviosismo. Espero que las pastillas que me tome antes de venir hagan efecto.

¡¡¿Por qué lo hiciste?!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora