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Umm... tengo hambre, mi pancita no deja de doler. Mamá me dijo que ya regresaría después de enviar la carta a mi hermano. Pero...se está demorando mucho y tengo mucho miedo, el cielo no deja de sonar...

— ¡¡¿Camus?!!

La voz de mamá hace que salga de debajo de las sábanas de la cama y corro a abrazarla. Debió estar caminando bajo la lluvia porque está totalmente empapada de agua.

— Camus, Perdón no quise demorarme. —me limpia las lágrimas y algunas manchas que tenía en la cara — mirá, te traje un sándwich y el chocolate que te gusta.

Mamá es tan buena.

No entiendo porque papá nos abandono.

Me como la mitad del sanwich y la otra le doy a mamá.

— Mamá... Estuviste llorando, ¿Cierto?

— ¿Que? Oh, por mi maquillaje...—hace una pausa y enseguida se limpia ella también su cara— No, Camus, es por la lluvia.

— Pero... tienes los ojos rojos y aquí ya no hay goteras para que sigas con gotitas en tu rostro —le limpio yo mismo las lágrimas que no dejan de salir— Mamá, sabes que eres mala mintiendo.

Hago un puchero y me siento en el piso.

Odió cuando mamá no me dice lo que pasa.

— ... Camus —se sienta a mi lado— Sabías, ¿qué eres muy inteligente y por eso no puedo engañarte? —asiento con mi cabeza— ¿quieres saber porque mami ha estado llorando?


Si

Mamá deja salir un suspiro y enseguida me carga en sus brazos y me lleva a mi cuarto.

— Asi que...¿Mañana cumples años?

— No cambies de tema, por favor

— Aveces no puedo creer que tengas tres años —me recuesta en mi cama y ella se sienta a un lado—... Creo que has sacado la inteligencia de tu padre y eso me llena de alivió. —me sonríe muy dulcemente— Bien, ya no voy a seguir divagando.

Respira profundo y deja salir un gran suspiro.

— Tu padre te amaba mucho, Camus

Me quedo por un momento si respiración, creía que me hablaría de mi hermano o que no me va a poder dar un regalo mañana, pero, no esperaba que hablara de papá.

Nunca me había hablado de el. Solo sabía que se había ido y eso me lo dijo mi hermano.

— El..—su respiración es acelerada y parece que está conteniendo las ganas de llorar— era un hombre bastante admirable, respetuoso, atentó, bastante detallista —Mama deja salir un pequeña risa e inconscientemente yo también lo hago— Claro, no era perfecto. Digamos que tenía su carácter, imponente, serio pero hacía lo posible para no mostrarme ese lado suyo...Además las "discusiones" que teníamos no eran para nada serías, por ejemplo: yo le dije que me ayude a ver la ropa, por si llega a llover, pero por estar reparando la televisión, para ver disque las noticias, se le olvidó y la ropa no solo se mojo, sino que terminó volando y cayendo en el lodo, incluso se fue a la casa de la vecina y no me la quiso devolver....¡vieja chismosa!

¡¡¿Por qué lo hiciste?!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora