/Cortos/

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Siendo un buen padre

Tenemos la siguiente escena:

Miércoles por la mañana, un sol radiante bañando las praderas, olor a café recién molido más un ventisca leve, dando en un rostro que trabajo durante demasiado tiempo. Se levanto con un animo espectacular, se preparo su mejor desayuno, sabia que hoy sería el primer día de sus vacaciones y que tenia que ir al lugar donde había planeado encontrarse con sus hijos y compañero de trabajo. Claro estos últimos se habían adelantado porque querían dejar descansar al general.

*Temían por sus vidas al intentar despertarlo

Y aún, un general, con buen animo, no había contado con el hecho, de que, el jamás había estado en un sitio, ni momento como este en toda su vida.

Por otro lado, tenemos a dos hombres que salieron hace tres años de prisión y a un sargento que no aparenta para nada su edad caminando, comprando lo que sea que llame su atención y buscando un buen lugar para ver toda la fiesta.

— ¿Seguros que quieren ver desde aquí el desfile? No les parece un poco...ruidoso.

Y claro que era ruidoso, estaban en medio de un desfile de carnaval, con personas bailando con disfraces extravagantes, música que invitaba a seguir aquellos pasos y personas llenas de algarabía.

Por supuesto, no escucharon nada de lo que dijo el asustado sargento Sorrento, que cargaba con las compras y algunos recuerdos.

— ¡Saga! ¡Creo que Sorrento dijo algo!
— ¡¿Me dijiste algo, Kanon?!

Antes de que Kanon pueda alzar más su voz para que su hermano escuche lo que decía, se escuchó un grito de la parte final del desfile. La mayor parte de las personas hizo que sus gritos, conversaciones e incluso los tambores bajaron su volumen para centrarse en el carro decorado con tonos muy llamativos, tenia flores de todo los colores e incluso un arcoíris en la parte de atrás. En la tarima estaban bailarines con trajes con estilos únicos, estaban en conjunto con todo pero al poner atención al centro de una de las rosas, algo no contrastaba.

— En e-e-esa r-r-rosa..esta...

El que tartamudeaba era Kanon que fue el ultimo en darse cuenta lo que ocurría.

Casi al instante, la música regreso aunque esta vez los aplausos aumentaron en cantidad y se continuo con el programa según lo previsto.

Claro que unos gemelos seguían en trance mientras que un sargento busco el camino más rápido para llegar a donde estaba su jefe, se metió por la parte de atrás del camión y dejo noqueado a un bailarín, obvio que después de eso dijo un "disculpa" varias veces para cambiar de ropa y pasar a la tarima "desapercibido".

— ¡General! ¿Se encuentra bien?

Unos ojos que parecían las ventanas al infierno lo regresaron a ver desde lo alto de aquella flor. Sorrento se preguntaba como es que un rostro así podía estar usando una gama variada de joyas en su cuello, cubriendo sus pectorales, incluso se podía ver un pircing en su ombligo (aunque ya sabia que tenia uno desde antes); además y como si fuera la cereza del pastel usaba una falda corta con ondas y colores brillantes.

— SORRENTO...BAJEME DE AQUI.

Las palabras salieron de entre sus dientes que formaban una sonrisa escalofriante.

Sorrento asintió tratando lo mejor que pudo de ahogar la risa que amenazaba con salir. Hablo con algunos bailarines, se entretuvo un poco sin querer pero sintió una mirada helando su espalda y recordó el objetivo de estar ahí, así que dio sus disculpas para ayudar a llevarse al general de aquel desfile.

¡¡¿Por qué lo hiciste?!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora