[4]

533 53 4
                                    

















































Ha.........

¡No encuentro nada!

Me encuentro en la biblioteca, buscando documentos de suma importancia (según yo) del chico al que ayude.

Lo que Death me dijo fue:

"Milo por qué no buscas en la biblioteca, hay un lugar en el que se guardan los documentos de los estudiantes. Tal vez, esté ahí, lo que buscas."

Y aquí estoy, en una especie de bodega, que en vida había estado, pero es por que es prohibido.

Aunque igualmente hubiera entrado si hubiese sabido de su existencia. Lo más extraño de todo esto es que...

¡¿Cómo Death sabía de este lugar?!

Ya se lo voy a preguntar después.

Primero debo encontrar algo que me ayude a encontrarlo.

¡No encuentro ni su foto! ¿Y si, no es de este colegio?

Tiene que ser.

Creo que estoy exagerando un poco con todo esto. Ya me perdí las clases de física, en fin, luego le puedo pedir a alguien que me preste los apuntes. Ya acabé de revisar cada estante, cada cajón, carpeta, libretas y nada que me diga, siquiera, su nombre.

No hay nada.

Me doy por vencido, alzó algunas hojas que tire al piso y salgo como si nada de ese lugar. Voy por los estantes de libros, que solo eh visto y nunca en toda mi estancia aquí, los eh leído.

Ya cerca del último estante veo unos cabellos que se me hacen parecidos.

Adivinen.

Es el.

Y esta solo, ¿Qué hago? Le digo ¿Qué está leyendo? No eso se escucha muy patético y me vería como bicho raro si aparezco sin más.

Si no fuera por el sonido del timbre, creo que me hubiese quedado como bobo pensado en como hablarle.

Sigo viendo como su mirada esta tan concentrada en aquel libro, sus pestañas son muy largas, su cabello esta bien ordenado y su postura denota elegancia.

Me doy cuenta que su mirada gira hacia mí y nuestras miradas chocan por segundos. Valiosos segundos en los que pude ver sus ojos, alza una ceja inmediatamente.

— ¿Se te perdió algo?

Me interroga sin mas.

Yo sigo inmerso en mis pensamientos que no le respondo, el solo se levanta, se da la vuelta y se dirige a la puerta.

No puedo dejarlo ir.

¡Milo reacciona!

Salgo de mi ensoñación y logro alcanzarlo al tomarlo del brazo.

— Espera.

Lo miro de nuevo a sus ojos, ahora que lo veo de cerca, se me hace más familiar.

¡¡¿Por qué lo hiciste?!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora