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Tengo un dolor de cabeza que tiene nombre y apellido: Aspros Gemeni, alias mi gefe o mejor conocido como el Coronel Aspros.

El maldito no ha parado de gritar a todos nosotros desde lo del otro día, solo paso un día, un día, que tuve descanso por lo de mi "fractura" y ni muy bien regreso, ¿Qué encuentro? Al coronel gritando, hasta del mal que nos vamos a morir.

— Manigoldo, ¿Cuándo crees que se calle?

— Cállate, y no va a parar, hasta que le dé un paro o que encuentre a alguien para desahogarse.

Que más me queda esperar a que se le pase la rabia

¡Pero nos tiene parados aquí más de tres horas!

Estamos todos en fila, bien formaditos, peor que en el colegio cuando había que formarnos para cantar el himno, nadie se mueve y por ninguna razón puedes bajar la mirada.

— ¡Aún no puedo creerlo!— camina en línea recta,va y viene el Coronel, atrás de el está su hermano cruzado de brazos y con los ojos cerrados — ¡Se supone que todos! ¡Todos ustedes estaban ahí! Y ninguno de ustedes, desgracias, ¡pudo atraparlo!Enserio me decepcionan, la mente maestra criminal más buscada, está por ahí y las desgracias que tengo como policías aquí bien, sin nada de información sobre lo ocurrido o al menos algo que nos diga dónde está. ¡Son unos grandísimos idiotas!

— ¿Y por qué usted no lo atrapó....?— suelto al aire, todos dirigen su mirada hacia mi, el coronel hace lo mismo y quiero morirme. Aunque nunca eh sido de aquellos que se retracta por lo dicho.

El coronel camina hacia mí y se para firme al frente, es una jirafa, soy alto pero él me gana con un par de centímetros, lo que hago es alzar mi mirada y verlo directo a sus ojos llenos de odió y coraje.

— ¿Qué dijo Capitán Antares? — me interroga mi superior casi rechinando sus dientes.

— ¡Coronel!..— Le grito ¿Por qué le grité? Aveces siento que me hago el pendejo — ¿Por qué no lo capturó usted...?

— ¿Y usted?, como capitán que es, ¿por qué no entreno como se debe a estas desgracias?

Es un maldito, si no fuera por qué es mi superior, y que le prometí a mi padre no volver a meter a alguien (al coronel) al hospital, ya estuviera sacándole el corazón; bueno si tuviera uno.

— Coronel, no es mi culpa qu-

Me interrumpe un cabo, que acaba de entrar al patio antes de que empiece a dar más excusas.

— Coronel...A-aspros..D-Defteros, e,es-

Está agitado, es nuevo y le asigne el trabajo de mensajero; aún es muy joven para estar en la acción.

— Cadete Siren, ¿qué sucede? — dejo mi lugar y me acerco a el — calmate, no me hagas quedar mal, ya suficiente tengo con lo del otro día

Ehh ¡Si! ¡Mi Capitán! Vengo a informale que en la cárcel de nuestra guardia, se acaba de efectuar un altercado..y se escapó el hijo de...

Antes de que acabe de decirme una palabra, mi queridísimo superior me grita en el odió

— ¡Ese mocoso escapó! ¡¿Saben lo que significa cierto?!!

¿Nos va a subir el sueldo?

No lo digo. Solo lo pienso.

El coronel da la orden de que un grupo, la mayoría, se pondrá a ver en los lugares cercanos a la cárcel algún indicio de su paradero. Por mi parte doy la orden de que cuatro colegas me acompañen al lugar.

¡¡¿Por qué lo hiciste?!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora