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— Veo...que se llevan bastante bien ustedes dos.

Esa voz, no es la de aquel sujeto que me causa terror.

Albafica deja salir un suspiro pesado y se levanta de inmediato de la cama.

— Joven Julián, ya eh acabado con mi trabajo.

Le dice Albafica, acercándose al que está en el marco de la puerta.

Julián le sonríe y asiente ligeramente con la cabeza; Albafica se retira de la habitación sin decir una palabra más.

Que gran momento para interrumpir, aunque estoy calmado de que no es ese tipo.

Julián se va acercando lentamente a un cuadro que está cerca de la cama y luego regresa a verme, puedo percibir un aroma a alcohol. ¿Esta ebrio? Eso explicaría porque se tambalea un poco al mantenerse de pie y aparte de que está un poco sonrojado.

— ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? —me pregunta en seguida y niego con la cabeza— ..hay mi cabeza..hip~! —se tapa la boca con una mano— creó que tome demasiado...oye, Camus...¿aún no te acuerdas de mí? —niego de nuevo con la cabeza—...te..hip~...¿te comió la lengua el ratón? O ¿qué te pasa?

No le respondo nada. En realidad no quiero ni siquiera hablar con el.

— En fin...—se arregla un poco el cabello— aún no entiendo que te vio el jefe...eres afortunado...hip..

¡¡¡¿Que soy afortunado?!!! ¡¡¡¿Cómo voy a hacer afortunado de que un psicópata me tenga como rehén en un barco y que mi vida corra peligro cada minuto!!!

Tomo un poco de aire para calmarme y regreso a ver a Julián que ahora está llorando, postrado junto a la cama....pero ¿qué le pasa? ¿Así actúa cuando está borracho?

— ¡¡¡Es un idi-idiota!!! —grita, mirando a la ventana del otro lado de la cama— y-yo siempre eh estado para el!! Y va...hip....

Estoy en shock. No puedo creer que esté llorando y tirado prácticamente en el suelo.

Se mantiene llorando, parece como si un niño pequeño estuviera haciendo una rabieta, el ya es un hombre, ¿por qué se comporta así?

— Ya cálmese...—le sobo la cabeza— no se lo que le sucede pero porfavor deje de llorar.

— T-te...hip~!.. odió!!!

Dice eso pero está dejando que lo consuele.

Jamás entenderé a los adultos...

— Yo también lo odió —le respondo, estoy cansando de escuchar sus quejas. Pasa un buen rato y creo que por fin se calma un poco.

Se limpia un poco las lágrimas y los mocos que le han salido para luego darme un abrazo.

— Siempre hace lo mismo...— suelta al aire como si estuviera enojado pero al mismo tiempo con una expresión de ternura—...solo soy otro de sus juguetes...ya no quiero, ¡¡no quiero seguir siendo su juguete!! Quiero que me ame...¿acaso es tan difícil?

Y vamos de nuevo con el llanto. Se que está un poco ebrio, o bueno parece estarlo, pero no sé supone que es la mano derecha del jefe de la mafia, el que fue capaz de matar a millones de personas solo por conseguir a un estudiante y que ni siquiera se inmutó al ver como maltrataron a un joven y verlo llorarlo a mares y diciendo todo eso; me hace creer que si tiene corazón o que simplemente es un grandisimo idiota.

— Sabes...—se para lentamente de nuevo y le pasó un trapo que está cerca de la cama para que se limpie las lágrimas, lo acepta enseguida— estoy ebrio..— No me había dado cuenta—...y no sé en que estaba pensando al decirte todas esas cosas. Disculpame....pero yo...

¡¡¿Por qué lo hiciste?!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora